Charlotte:
Hay otra Hamilton.
Y muchos secretos.
—¿Me estás jodiendo?— cuestiona Shaína.
Ya todos están detrás de la laptop leyendo las imágenes que encontré. No estaban privadas y tampoco parecía que quisieran ocultarlo porque las únicas imágenes que habían en esta computadora eran estas.
Recibos de pago y documentos de un internado de niños ricos problemáticos, en otra ciudad.
Y no tenían el nombre ni de Beatrice, ni de Barnaby. Si no de una chica:
Bea Hamilton.
Solo había una fotografía de ella adjunta en unos de los papeles de inscripción. La cual no renovaron en ningún momento. La fotografía muestra a una niña de unos ocho años, cabello oscuro, pálida y con ojos grises con un parecido intenso a sus hermanos, pero ellos crecieron aquí y a esa edad ninguno se veía así, en definitiva no eran ellos. Tampoco es una prima o algo porque tiene los mismos apellidos que sus hermanos y el tutor legal no era nada más ni nada menos que el padre de los gemelos.
Lo más raro de todo es que el último recibo fue cancelado hace dos años. La chica estaba cursando el último año de preparatoria en ese entonces. Incluso, era mayor que sus hermanos.
Todos los papeles que están aquí demuestran que desde el jardín de niños estuvo en ese mismo internado, toda su vida.
—¿Pero por qué nunca la conocimos?— Natalia se frota sus ojos con sus manos nerviosa.
—Ellos siempre decían que eran hijos únicos, jamás nombraron algo de una hermana— añade Itzan.
Eso es completamente cierto.
—Pues quizás simplemente no querían que las personas supieran sobre su familia— Carson se encoge de hombros tranquilo —Si la tal Bea es como mis hermanos, tiene lógica que la quisieran esconder.
—Pero si tus hermanos son adorables— le digo y el me mira como si me hubiese salido una segunda cabeza.
—¡Chicos concéntrese!— Shaína nos regaña.
No soporto a esa chica.
—Yo no creo eso Carson, recuerdo que los gemelos siempre alardeaban de su enorme familia y los ricos que eran— comenta Dick serio.
—Pero ella estudiaba en un internado de chicos problemas— Shaína empieza a hablar mientras juega con sus manos— Probablemente ella no era como ellos... Si estaba ahí es porque tenía...
—Exacto— Jade la interrumpe y frunce sus labios.—No era perfecta, no era como ellos y los gemelos no permitirían que alguien que no lo fuese entrase a su mundo.
Tienen razón. Eso es lo más lógico y probable. Ellos jamás dejarían que personas imperfectas rompieran esa paz que ellos tenían. Esa imagen perfecta, inquebrantable.
ESTÁS LEYENDO
Breaking Habit
Novela JuvenilBarnaby y Beatrice Hamilton eran dos gemelos, muy influyentes y prácticamente los dueños del pueblo de Belmont Falls, tenían un vida perfecta, atractivos, ricos, prepotentes, se hacia todo como ellos querían, todos los adoraban ... O al menos eso pe...