Jade:
Pequeños rayos de sol mañanero acarician mi cara, para luego sonar mi despertador avisándome que ya es hora de levantarse. Me estiro sobre mi cama y voy hacia mi baño, luego de hacerme mi matutino aseo. Voy hacia mi clóset y elijo que ponerme, a ver... ¿qué usar para deslumbrar el primer día de mi penúltimo año escolar?,debo admitir que soy de esas personas que aman la moda, vestirse bien y deslumbrar en cada paso que dan.
Después de 15 largos minutos me decido por una falda alta de cuero rojo, una blusa negra y unas botas de tacón del mismo color. Me observo satisfecha en el espejo, me cepillo un poco mi cabello negro y lista. "Me veo genial", "ni siquiera necesitas maquillaje", "eres lo mejor", "nadie te soprepasa, ni siquiera Beatrice". Me repito una y otra vez eso, para sentirme segura y subirme mi autoestima.
Es increíble que estas vacaciones ya hayan acabado, tantos sucesos y personas nuevas, solo espero no encontrarme a una de ellas. Nunca me había detenido a pensar que mi vida estudiantil era tan importante para mí, era unas de las cosas que me mantenían después de tanto, siempre querer ser la mejor, siempre lucir linda, siempre destacar, siempre ser yo en todo mi alrededor.
Bajo para desayunar y que gran sorpresa, solo me encuentro con Mary, la señora que trabaja en la casa, como siempre, mis padres no se encuentran. Ya ni se donde estarán ¿Toronto? ¿Chicago? ¿Dallas? ¿¡México!?. Solo sé que desde que he ido creciendo se han desprendido más de mi hasta el hecho de solo saber algo de ellos gracias a Mary, siempre trabajando en las empresas como si ellas fueran su verdadera hija. Pero cabe decir que ya me importa menor impresionar a mis padres siempre dirán el "te felicito hija, pero hablamos luego".
—Luces muy bien hoy Jade, buenos días—dice Mary sacandome de mis pensamientos. Le doy una sonrisa de boca cerrada.
—Gracias Mary, buenos días— me siento en un taburete del desayunadero y Mary me sirve un tazón de cereal y jugo de naranja, algo ligero.
—¿Entusiasmada por el primer día?.
—Pues digamos que no, siempre es igual, nunca hay nuevos, ya sabes lo chico que es este pueblo y nadie se mudaría aquí— río un poco después.
—Bueno, sera mejor que vayas, ya es tarde— ríe mirando su reloj en su muñeca.
—Oh— digo limpiándome con una servilleta y levantándome del taburete.— Claro.
Subo rápido a mi habitación, me cepillo los dientes, recojo mi mochila y bajo de nuevo.
—Hasta luego Mary—digo tomando las llaves de mi auto.
—Hasta luego cariño, que te vaya bien—la escucho decir antes de cerrar la puerta.
Entro a mi auto y condujo a la escuela. Me pregunto que cosas pasaran este año, con este verano tan diferente y complicado no se me ocurre nada. Llego a la escuela y estaciono, antes de bajar del auto reviso mi celular, por si tengo un mensaje que esperaba, pero no hay ninguno, que extraño, él dijo que escribiría en la noche. Bueno, igual ni me preocupo, fue solo diversión, es detestable.
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Breaking Habit
Teen FictionBarnaby y Beatrice Hamilton eran dos gemelos, muy influyentes y prácticamente los dueños del pueblo de Belmont Falls, tenían un vida perfecta, atractivos, ricos, prepotentes, se hacia todo como ellos querían, todos los adoraban ... O al menos eso pe...