Monster -Mateo Palacios y Karen Watson (3ra temporada)- Fanfiction

-Capítulo 13-

Mateo: ¿qué tal? -Preguntó que a pesar de la hora estaba sentado, esperandome-

Karen: no quiero hablar de eso. -Advertí- me dolera a mi contarlo y a ti escucharlo y quizás pudiera ocasionar otra discusión

Mateo: quiero saberlo... Quiero saber que hace ese gilipollas contigo

Karen: Mateo, ¿no crees que es mejor pasar del tema?. -Sugerí acostandome en el sillón-

Mateo: no. Quiero saberlo. -Suspire ahogada-

Karen: me toco sobre la ropa, besó mi cuello...

Mateo: ¿te besó?, ¿sentiste algo? -Dijo enfadado-

Karen: ¿ves cómo te pones? Mateo, sólo me importa ganar dinero, no siento nada por él

Mateo: voy a por agua... -Se levantó del sillón y se sirvió un vaso, al rato volvió- creo que... ¿te gustaría pasar un día entero a solas? Mi padre y tu madre quieren tener un día de abuelos... Pasear por el parque y todas esas cosas... Podríamos aprovechar para pasar un día totalmente juntos, sin biberones y pañales

Karen: estaría bien... -Le sonreí- ¿cuando?

Mateo: mañana

Karen: genial. -Le sonreí-

Otro día acababa y después de ducharnos nos acostamos a dormir. Esperaba no tener que levantarme durante la noche, pero ellos mandaban y no estaban por dejarlo pasar. Por primera vez no escuché a los niños llorsr durante la noche, pero sí reír. Aún asi me levanté extrañada y me acerqué a su habitación, abrí la puerta y los dos estaban mirando hacia la ventana. La ventana estaba abierta de par en par, cosa que me asustó aún más pues me había asegurado de cerrarla al irme a dormir. Corrí hacia la ventana y me asomé, buscando a alguna persona en el jardín, no había nadie. Sabía que alguien había entrado pero fuera quien fuera había sido muy rápido en huir. Volví corriendo a la habitación

Karen: Mateo, alguien ha entrado a la habitación de los niños. -Dije agitando su brazo. El aire apenas me llegaba bien a los pulmones-

Él se levantó rápidamente, se puso unos pantalones y salió corriendo por los alrededores de la casa mientras yo intentaba volver a dormir a los niños con la ventana abierta para comprobar lo que hacía Mateo. Había un botón de camisa en la ventana, como que se había enganchado con algo al salir. Casi 20 minutos después Mateo volvió a subir a la habitación

Mateo: ¿estás segura de que era alguien?

Karen: Mateo, la ventana estaba abierta de par en par y...

Mateo: podría haber sido un golpe de viento

Karen: ¿y el botón que hay junto a la ventana también fue un golpe de viento? -Dije sarcástica, él giro su mirada a la ventana y lo vio allí- sea quien sea no sólo nos roba el dinero y roba nuestras fotos, sino que también espía a nuestros hijos mientras duermen

Mateo: dios... -Suspiró- ¿quién podra ser?

Karen: ¿tienes alguna otra expareja psicópata?

Mateo: a mi cuenta creo que no... ¿tú?

Karen: solo Julen... Pero no creo que haga nada de esto, le sobra el dinero. -Mateo me miró-

Mateo: no voy a volver a dormir tranquilo... No al menos hasta que sepa quién es

Entre Mateo y yo llevamos el colchón de nuestra cama hasta la habitación de ellos, pues quizás en un descuido por la noche, les diera por gatear y caerse de la cama. Nos acostamos en el suelo, ambos mirando para el techo y con los nervios a flor de piel