Buscando las estrellas

2.8K 347 233
                                    

Habíamos subido al auto nuevamente y para ser sincero, tenía hambre. No desayuné cuando salí de casa y prácticamente somos prófugos del colegio.

-Bien... creo que.- medité un momento mis palabras y ella guardó silencio como de costumbre.- podríamos ir a mi casa, ¿qué dices?

-¿Tú casa?.- susurró y asentí.

-Pues si. Nos quedamos allá y aprovechamos de comer algo. Mi mamá seguro está allá y no tendrá problemas con que vayamos.- me expliqué y formó una fina línea en sus labios.

Se veía algo insegura y preocupada.

-No te preocupes.- encendí el auto.- de seguro le caes bien a mamá. Se podría decir que nos parecemos un poco.- le sonreí y asintió en silencio viendo por la ventana.

Luego de unos minutos de travesía, llegamos a mi casa. Estacioné mi auto en la cochera y ambos bajamos.

Abrí la puerta y acomodé el bolso en mi hombro, colgando las llaves a un costado de la puerta.

-¿Mamá?.- llamé por lo alto.- ven, dame tus cosas.- le hablé a Marinette la cual estaba detrás de mi en todo momento.

Le quité su mochila y avancé hacia la cocina.

-Sigueme, de seguro está oyendo música y por eso no nos escucha.- solté casual y asintió.

Efectivamente mamá estaba en la cocina y con auriculares. No se que canción oía, pero usaba la escoba como guitarra.

-Mamá.- llamé en medio de una risa y está seguía barriendo con sus ojos cerrados.- ¡mamá!.- alcé la voz y abrió sus ojos viéndome un momento para luego quitar sus auriculares.

-Adrien, ya llegaste.- sonrió y se acercó para darme un beso, pero se detuvo al ver a Marinette detrás mío.- y trajiste una chica.- sonrió ampliamente.- hola...

-Marinette, mamá. Se llama Marinette.- la acerqué de los hombros y ella parpadeó un par de veces.

-Y-yo... hola.- habló por lo bajo y mamá rió en breve tomando su mano.

-Marinette... que lindo nombre.- la miró fijamente como si la estudiara.- ¿eres la novia de mi hijo?

Los colores acudieron a mi rostro rápidamente, ¡mamá se está yendo por otro lado!

-Eres la primera chica que trae a casa. De seguro eres alguien especial para él.

-Mamá.- la interrumpí y ahora enfocó sus verdes en mi.

-¿Qué?.- se cruzó de brazos.- pero si es la verdad.

En eso apareció Plagg y se subió al mesón de la cocina. Marinette se soltó de mi agarre acercándose a él y comenzó a acariciarlo.

Plagg correspondió comenzando a ronronear audiblemente y mamá se arrimó a mi susurrando.

-Oye ya tiene la aprobación de Plagg.- cubrí mi rostro con una mano.- ni creas que te salvaras de la explicación que tienes que darme. Aún es temprano para que salieras de clases.- musitó para luego alejarse hacia Marinette.- cariño, ¿tienes hambre?, ¿quieres algo de beber?.- los azules de Marinette se voltearon a verme con inseguridad y decidí tomar las riendas.

-Claro que quiere. Le gusta el jugo de naranja y todo lo que sea dulce.- respondí y mamá se giró hacia la nevera.

-Bien... Adrien, ¿por qué no vas a ordenar un poco tu habitación?.- habló sin verme.- yo me quedo aquí con Marinette platicando.

-Pero... .- me miró sobre su hombro y asentí con miedo.- voy y vuelvo.

Miré a Marinette un momento y articuló mi nombre de manera muda. Solo le sonreí y salí de la cocina un momento después, apoyándome en la puerta para oír lo que sea que le dijera mi madre.

Say It FirstDonde viven las historias. Descúbrelo ahora