Say It First

Tocar Fondo

Era sábado y me encontraba camino a la tienda de comida rápida, donde solía ir con Nino.

Habíamos quedado en que por fin conociera a Alya y, realmente esperaba que nos lleváramos bien. Sería muy incómodo que la novia de mi mejor amigo y yo nos detestaramos.

Cuando entré al local, busqué a Nino entre la gente y lo localicé en la mesa que siempre usábamos. Estaba solo.

—Justo a tiempo, hermano. — me saludó con su puño extendido y tomé asiento frente a él correspondiendo a su gesto. — ya te iba a llamar.

—Es que vine caminando.

—¿Y tu auto? —alzó una ceja curioso.

—Estará en el taller este fin de semana, tengo que cambiarle algunos repuestos.

—Eso saldrá caro, ¿no? — me encogí de hombros.

—En realidad los tenía comprados desde el verano. Ya sabes... De algo que sirviera trabajar de garzón. — asintió. — bueno y, ¿dónde está tu novia?

—Debería estar por llegar. Hablé con ella poco antes de que llegaras, y me dijo que estaba cerca.

—Por cierto, invité a Marinette. — intervine. — ya sabes... Quizás pueda ayudarle a relacionarse con mas personas. — Nino sonrió de lado mientras dejaba sus audífonos sobre la mesa.

—Me parece bien, estoy seguro que Alya y ella se llevarán muy bien.

—Su turno acaba en una media hora más. — respondí mientras veía la hora en mi celular. Eran las cuatro de la tarde. — me dijo que vendría a penas saliera, en todo caso no está muy lejos de aquí.

Seguimos hablando durante unos cinco minutos, hasta que vi a las espaldas de Nino una chica morena de gafas, acercarse decidida a nosotros. Supuse que ella era Alya, ya que creo recordar que Nino me mostró fotos de ella, pero no sabía quién era la chica a su lado.

—Novia a las tres. — hablé por lo bajo y mi mejor amigo se volteó con una sonrisa.

—Alya. — pronunció como si perdiera el aire de repente. — y... Amiga de Alya. — siguió medio extrañado y se giró a verme tan perdido como yo.

—Cariño, perdón por la demora. — habló la morena y se inclinó para darle un beso a mi amigo. — es que tuve un contratiempo. — tomó lugar a su lado y se volteó a verme con simpatía. — tu debes ser Adrien. — me extendió su mano efusiva y la estreché. — no sabes lo feliz que estoy de conocerte por fin, Nino no hace mas que hablar de ti y como hacían travesuras cuando niños.

—Vaya... — miré a Nino y desvió la mirada avergonzado. — él no hace mas que hablar de lo maravillosa que eres, cada vez que nos vemos. — soltó una carcajada sin pudor alguno y con eso supe que nos llevaríamos muy bien.

Mi vista viajó a la chica que estaba de pie al lado de nuestra mesa, sujetaba su pequeño bolso cruzado con ambas manos.

—Chica, siéntate. — dijo Alya divertida. —ella es mi mejor amiga, pensé que sería adecuado que también la conocieran. —miró a Nino y este asintió.

—Esta loca aún no me presentaba a su novio, así que quería salir de mis ideas conspirativas de que era un narco. — soltó la chica con un toque de seriedad que pronto se volvió una oleada de risas de parte de Alya.

—¿Nino? — pregunté sumandome a las risas. — no podría ni matar una mosca y de ser el caso, hasta funeral le haría al insecto.

—¡Hey! — protestó ofendido y la chica se sentó a mi lado estrechando mi mano.