Capitulo 4

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______ estaciona el auto frente al edificio, donde se está su departamento. Es un bonito lugar, además de que esta cerca de la universidad.
Baja y agarre las dos maletas que están en la cajuela. Ya la mayoría de sus cosas están en el departamento.

Sube por el ascensor y al llevar a su piso, camina hasta la puerta número 285. Al encontrarla, ingresa la llave y entra a lo que sería su nueva casa.

Dejo las maletas y se tira en el sillón, aunque esta algo incomodo, lo único que quiere es desgastar un poco.
Pero su estomago decía otra cosa, y recuerda que cerca de ahí hay una plaza. Se levanta del sillón y vuelve a bajar hasta su auto.

La ciudad es muy bonita, el cielo hermoso, diría que porque es ciudad habría mucho ruido y contaminación, pero no, es un lugar muy bonito y agradable. Sin darme cuenta ya había llegado al local donde desayunaría.

(…)

Los chicos ya habían pasado por él y se dirijan hacia la cafetería.

Alonso ha vivido toda su vida en esa ciudad y siempre había algo hermoso que ver. Desde el cielo azul brillante hasta los grandes arboles a los lado de la carretera, bien conservados.

— Bien chicos, hemos llegamos —informó Alan.

— Que bien, me estoy muriendo de hambre.

— Cuando no Freddy —se burla Jos mientras baja del auto.

Todos ríen.

— Ya vamonos a comer —esta vez habla Alonso caminando junto a  Bryan.

(…)

Luisa entra a la plaza y estaciona cerca de la cafetería.

Por otro lado, el grupo de amigos entraron al local, bueno, excepto Alonso, que había recibido una llamada de su madre y se quedó un momento afuera. Al terminar la llamada ve como un chico iba saliendo del local, corriendo literalmente. Y empuja a otra chica haciendo que cayera al suelo.
Por instinto, claro, se acerca a ella y la ayuda a ponerse de pie.

—¿Te encuentras bien? — mira a la chica algo preocupado.

Ella sacude su pantalón y arregla su camisa que se arrugó por el golpe.

— Si, estoy bien. Gracias.

Ninguno lo hubiera querido pensar, pero ahí estaban, discutiendo con su mente la belleza de la persona frente a ellos.

— Bueno…

—Oh, soy ______ Anderson, un gusto —extendió la mano para saludar —¿Y tú?

— Soy Alonso Villalpando, igual, un gusto.

— Alonso —repite —, otra vez, gracias. Y adiós.

Por alguna razón sentían una punzada en el pecho.

— Adiós, ______.

Pero ambos caminaron a la puerta de la cafetería y en la puerta sus manos se tocaron.
Los dos vieron sus manos y las quitaron inmediatamente. Se veían avergonzados. Murmuraron un “lo siento” y  después de unos segundos _______ abre la puerta y deja entrar a  Alonso. Recibiendo una sonrisa de parte de él.

Y ese fue su primer encuentro, el primero de muchos.

Hilo Rojo; Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora