Epílogo

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La pequeña niña iba en brazos de su padre a su habitación, atrás de ellos caminaba su madre.

Al llegar a la habitación de la niña, la dejaron en la cama y la arroparon.

— Mami me lees un cuento.

Pidió la pequeña asiendo un leve puchero. Su madre río por su expresión y asintió, miro a si esposo y este se encogió de hombros mientras mostraba una sonrisa.

— Bueno...

Después de pensarlo un rato, le vino a la mente una gran idea. Contarle no un cuento, si no, una hermosa leyenda; una que de pequeña ella había escuchado.

— Está vez no será un cuento, será una leyenda. — dijo mirando a su esposa.

La niña, la miro extraño pero igual quería escuchar la.

— Pero prometes que te dormirás, Samantha — ahora hablo su padre.

— Si papi, lo prometo.

La madre sonrío y se acomodo un poco en la cama de su hija para después empezar a narrar.

— La leyenda del hilo rojo...Cuenta una leyenda japonesa que todos nacemos con un hilo que nos atara por siempre a la persona con la que estamos destinos. Este hilo se puede, contraer o enredar, pero jamás romperse.

— ¿Es real? — preguntó la pequeña Samantha.

— En alguna parte del mundo está la persona con la que esta conectado tu hilo rojo. Es real si tú lo crees, pero te contaremos una historia... — dijo su padre.

La madre le sonrío.

— Una chica y un chico, ninguno de los dos se tenía en mente. Los dos por caminos diferentes, hasta que la vida los junto. — empezó a narrar ella.

— Un día, en una cafetería...

— Ella ya había escuchado la leyenda del hilo rojo, creía en el destino. Ellos dos se volvieron a encontrar, estudiarían en la misma universidad.

— Los días pasaron convirtiéndose en meses y el sentimiento de ambos iba creciendo. — continuo él.

— Hasta que un día él se le declaró a ella, sus sentimientos estaban claros y desde ese día empezaron una relación.

La niña escuchaba atenta, cada palabra que decían sus padres. Una pequeña ilusión empezaba a seguir.

— Pasaron obstáculos, pruebas y pudieron con ellas

— Porque su amor es más fuerte que el orgullo. — completo él.

Sus padres se miraron, una mirada con muchos sentimientos, una mirada que reflejaba lo que sentían el uno por el otro.
Ahí comprendió la pequeña, sus padres eran los de la historia.

Ese hilo rojo era real.

— Se casaron y tuvieron una maravillosa hija. — finalizó la madre mientras pellizcaba una mejilla de su hija.

— Que bonita historia — dijo la niña.

— Si, pero ahora es tiempo de dormir.

Ella se levantó de la cama y dejo un beso en la cabeza de su hija. Al igual que ella, él también lo hizo; se despidieron con un "buenas noches" y empezaron a caminar hacia la puerta. Antes de salir de la habitación miraron a su hija, ella era el reflejo de ese amor que se tenían.

Y no, está no era la última historia que contarían. Esta solo era el principio de muchas.

Cerraron la puerta con cuidado de no hacer ruido.
Se miraron, como esa primera mirada, tratando de hallar algo más en los ojos del contrario.

— Te amo Alonso — susurro ella

— Yo te amo más.

Y juntaron sus labios en un tierno beso.














Y está historia oficialmente a acabado.

Hilo Rojo ya llegó a su fin.

El epílogo es cortito, pero bonito :)

Muchas gracias por todo su apoyo, por todxs los que votaron y comentaron. Me emociono tanto cuando lo hacen, enserio mil gracias ❤️

La historia tendrá una editación, corrección de palabras y faltas de ortografía. También incoherencias que hay. No afectará la trama.

Y agregar también, que se cuiden mucho por todo lo que está pasando.
Protejanse mucho ♡
Y no salgan, cuidense y cuidemos a todos.

Bueno me despido, no sin antes volver a decir, gracias ❤️
Estén al pendiente de mis nuevas historias.

Hilo Rojo; Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora