Capítulo 10

1K 110 5
                                    

Luego de tanto premio y celebraciones, debimos volver a clases.

- Hey, ¿me acompañas en la tarde? Me voy a juntar con mis viejos compañeros- preguntó Seijuro.

- ¿Y por qué no le pides a mi hermano que te acompañe?- pregunté, como que no me agradaba mucho recordar la secundaria.

- Porque él va pero también quiero que vayas tú- señaló como si fuera obvio todo.

- Ya que insistes- me hice la interesada y ambos reímos.

Durante el entrenamiento todas habían comenzado a llamarme capitana para que me fuera acostumbrando de a poco, pero aún me era algo difícil de creer. Aún así fui capaz de realizar las mismas acciones que mi senpai hizo en su tiempo.

Aparte no era la única novata en ese rol, por suerte.

Acabado los entrenamientos, esperé al par fuera del recinto y nos dirigimos juntos al Maji Burger. Era raro volver a verlos, porque ellos también habían sido mis compañeros pero nunca hablé con ellos como correspondía.

Cuando llegamos al lugar de encuentro Akashi y Reo saludaron a todos con calma, pero yo no sabía que decir.

- ¿Quién es ella?- preguntó un chicos cejas realmente abundantes.

- Oh, ella es mi hermanita- señaló Reo- . Preséntate pequeña.

- Buenas, soy Mibuchi Hanan, un gusto conocerlos- saludé como correspondía y alguien se puso de pie.

- ¿Hanan-chan?- voltee a ver a dicha persona e hice una mueca.

- Furihata, que sorpresa.

- ¿Se conocen?- preguntó un senpai.

- Si, ella fue mi ex-novia, terminamos en buenos términos eso sí, ¿cierto Hanan-chan? -preguntó y yo arrugue la nariz.

- Si terminar en buenos términos para ti es haberme engañado con la amiga que nos presentó y luego haberle coqueteado a otra chica, pues si, acabamos en buenos términos-. Dije con sarcasmo y mi hermano me miró con cara de "cálmate".

- Furihata-kun, tu no sabes tratar a una dama- comenzaron a molestarlo y yo solo salí del recinto.

No quería estar donde estaba el chico por el cual lloré dos semanas completas y le importó todo una mierda.

---------------------------------------------

- No sé cuál de los dos está más desesperado de correr detrás de ella- señaló Aomine observando a Reo y a Akashi.

- Akashi-kun parece tener una buena relación con ella, será mejor que vayas- señaló Momoi observando al pelirrojo.

- Les juro que al volver les explico que es nuestra relación con ella- dijo y salió corriendo detrás de ambos chicos.

------------------------------------------------------

- Hanan-chan, espera- gritó Furihata y yo paré-. ¿No existe una oportunidad de que podamos volver a salir?

- Ella no va a salir con nadie que ya le halla hecho daño- escuché a mi mejor amigo.

- ¿Y quién te crees tú para decidir por ella?- se quejó mi ex y mi amigo solo jaló de mi cintura, pegándome a él.

- Ella es mía, por eso lo digo- respondió y al ver que Furihata no se iba alzó una ceja- ¿Quieres que lo demuestre?

- No se atreven, ustedes son solo amigos- dijo seguro y tenía razón.

Pero eso no detuvo a Akashi, que me tomó delicadamente del mentón y se acercó lo suficiente a mi boca.

- Lo que hago por salvaste- murmuró y antes de que pudiera contestarle, me dio un pequeño beso.

Pero de todas formas, este desgraciado me debe un golpe. Cuando se alejó, ambos observamos a Furihata, quien ingreso refunfuñando al local. Abracé a mi amigo y oculté mi rostro en su pecho.

- Tranquila- murmuró mientras acariciaba mi cabello y yo comenzaba a desesperarme-. No creo que te vuelva a molestar más.

- Jamás pensé que volvería a encontrarme con él- admiti y suspiré-. Gracias por haberme ayudado pero te odio por el beso.

- Fue pequeñito- respondió antes de reír-. ¿No quieres que te compre una malteada o una hamburguesa? Debes tener hambre.

- Se me fue el apetito al verlo, pero prometo comer algo a casa-. Mentira, tengo sueño.

- Le diré a Reo que le pregunte a su madre si comiste algo, sino, te las vas a ver conmigo- amenazó.

- ¿Y qué vas a hacer?

- Llenarte de comida, estás muy delgada y en cualquier momento de que te tiras al piso se te rompen todos los huesos- respondió y comenzó a hacerme cosquillas, haciéndome reír.

- B-basta- pedí entre risas y se alejó con una leve sonrisa.

- Eso quería, verte sonreir- beso mi frente de nuevo y me dio un último abrazó-. Ahora ve a casa y avísame cuando llegues.

Cartas para un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora