Capítulo 2

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Al día siguiente envié a Annaisha a revisar la biblioteca y volvió con una leve sonrisa y un papel en sus manos.

-Eh, es para mí, no para ustedes- me quejé cuando intentaron tomar el papel

-Pero, ¿lo leerás?- les guiñé un ojo y me escabullí cuando tocaron el timbre a mi salón.

Me senté en mi lugar justo cuando el profesor entró y comenzó a hablar de la nueva materia. Así que aproveché de leer el papel sin ser descubierta.

"Desconocida: No sé si sentirme halagado o no, por recibir una carta de alguien que redacta bien. Y tienes razón, no soy tan idiota como para no saber el significado de "Crush", pero no soy de aquellos a quienes les agrada tener un club de fans. Lo encuentro odioso.

Así que lo lamento por tus amigas. Pero contesté porque me quedó duda: ¿quién eres?

Si me conoces de antes debes haber ido a Teiko, no me costará descubrirte.
Quiero una respuesta, dejala en la misma parte en la que recibiste la carta".

¿Y este cree que soy idiota? Mientras realizamos una actividad, comencé a redactar de forma algo apresurada para también acabar la actividad. Me puse de pie al mismo tiempo que mi víctima de las cartas.

Me permitió mostrar yo primero la actividad, le agradecí en voz baja y me interpuse entre él y mi cuaderno, para que no pudiera ver mi letra. No quiero que me descubra tan rápido.

Apenas volví a mi pupitre, continúe escribiendo, pero haciéndome la tonta cuando él volteaba a ver al resto de puro curioso. Esperé con ansias la hora de almuerzo para reunirme con mis amigas, pidiéndole a Hatsu que fuera a dejar la carta de manera disimulada.

Mi hora favorita era la de los clubes. Pero esta vez no lo sería. Al parecer el gimnasio que ocupaban los de Basket habían tenido un "pequeño" problema que les impediría usarlo hoy, por lo que gracias a ellos tendríamos solo la mitad de la cancha.

- ¡Bien! En círculo- grito el entrenador y todos nos reunimos a su alrededor. El equipo femenino y el masculino entrenamos juntos-. Hora de calentar.

Encendió su parlante, del cual ya habían advertido a los de Basket y habían dicho que no les molestaría pero era obvio que si, y colocó "Pump It", algo suave para empezar.

Mientras seguía la música, nos hizo realizar sentadillas para acostumbrarnos a la flexión de rodillas y luego nos hizo colocarnos rodilleras para practicar como correspondía. Entrenamiento sin música no era entrenamiento para nosotros.

- Dejen de observar el trasero de las chicas de Voleibol y comiencen a practicar- escuché gritar a Akashi y reí para luego de lanzar.

La práctica siguió habitualmente hasta que llegó la hora de que la titulares femeninas nos enfrentaramos a los chicos. Me tocaba sacar a mi, así que tome distancia como acostumbraba y la lancé alto para luego saltar y golpearla con fuerza, marcando un punto altiro.

- ¡Así se hace Hanan-chan!- gritaron las que estaban en banca y yo les lancé un beso.

Antes de que pudiera volver a sacar, un balón de Basket llegó a mis pies. Lo tome y se lo pase a quien lo vino a buscar, quien resultó ser él.

- Gracias.

Fue todo lo que dijo antes de irse. Volví a sacar pero esta vez me contestaron a tiempo y con un remache que no pude salvar, marcaron un punto. El juego continuó así hasta que en un momento el juego estaba demasiado peleado, el entrenador lo sabía y había empezado a silbar, para desconcentrarnos.

Un senpai tiro e iba a caer fuera, pero alcanzaba a salvarla, por lo que corrí hasta que alcancé a golpear la pelota, pero el golpe contra el piso fue horrible. Aún así fui capaz de ponerme de pie a tiempo cuando me levantaban el balón y salte para remachar.

- ¿Estas bien?- preguntó el entrenador mientras celebrabamos el punto.

- Creo que me sonó la rodilla, pero lo normal.

Hizo sonar el silbato y me cambio en contra de mi voluntad. Me obligaron a dirigirme hacia los de Basket porque se nos acabaron los sprays fríos para evitar lesiones, así que debía ir a pedirles.

- Hey, disculpen, ¿tienen sprays fríos?- pregunté y Akashi me observó curioso-. Es que me sonó la rodilla al salvar el balón.

- Quien te manda a lanzarte al piso de esa forma- contestó un chico de segundo año a quien reconocí bien.

- Porque debo y porque puedo- sonreí.

- Algún día vas a acabar con las rodillas raspadas- Reo me abrazó y yo correspondí-. ¿Tenemos spray Sei-chan?

- Creo, Higuchi-san, ¿hay sprays para lesiones?- el nombrado asintió y me pasó uno.

- Gracias.

Me senté en las gradas, me quite las rodilleras y aplique el spray. Lo lancé de vuelta y me devolví a la banca. Luego nos hicieron practicar remaches y yo jodida de la risa remache para molestar a Reo mientras practicaba sus tiros hasta que alguien remachó de vuelta y, por instinto, contesté.

Levanté la vista y me di cuenta que fue Akashi. Seguimos cada quien con su práctica y luego acabamos. Me fui a cambiar ropa y al salir, alguien me jaló del brazo.

- Ten más cuidado cuando remachas- se quejó él y yo solo fruncí el ceño.

- Bah, cosa mía donde lanzó- contesté y me solté.

Apenas salí del Instituto, me di cuenta de que estaba gruñendo. Maldito Akashi Seijuro.

Cartas para un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora