Capítulo 22

870 75 3
                                    

Estábamos viendo el partido de Jabberwock contra Strky en casa y todos teníamos el ceño fruncido.

Pero Sei-chan realmente estaba enojado, hasta que recibió una llamada. Esperé a que terminara de hablar y le hice una señal para que se recostará en mi regazo.

- Debo viajar a Tokio, para encontrarme con el resto- explicó-. Vamos a jugar contra ellos antes de que acabe todo y empiece la temporada del Inter High.

Todos asentimos y yo acaricié su cabello con calma, mientras él me miraba fijamente a los ojos.

- ¿Por qué no vas conmigo? Estoy seguro de que a Momoi le encantará verte- comentó y yo negué.

- No serviría de nada allá, aparte, pronto se viene el primer partido del Summer Ball- le expliqué y él alzó su mano para acariciar mi mejilla.

- ¿Pero me irás a ver al partido?- asentí y él me sonrió.

- Sei-chan, pareciera que te gusta mi hermana- señaló Reo, logrando que nos alejaramos rápidamente.

Todos comenzaron a burlarse, hasta que mamá nos llevó pizza.

- ¿Qué haces aquí tu Hanan? A ti te gusta el voleibol, no el basket- señaló mamá y yo me encogí de hombros.

- Yo la fui a sacar de su habitación- excusó mi amigo y mamá se rió-. Estaba como un zombie.

- Mentiroso- me quejé y seguimos la discusión.

Al final acabaron regañandome y enviándome a mi habitación por discutir de forma infantil. Aproveche de quitarme el vestido que me había puesto para cambiarme por shorts y un cárdigan. Mantuve el peto que llevaba puesto y me senté cerca de la ventana a escuchar música.

Me asusté cuando vi a mi amigo sentado frente a mi con una sonrisa burlona después de un rato

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me asusté cuando vi a mi amigo sentado frente a mi con una sonrisa burlona después de un rato. No me dio ni tiempo de quitarme los audífonos para preguntarle qué hacía acá porque me tomó de las mejillas y me besó.

Se iba a alejar pero yo lo sujete del cuello para que no se alejara, prolongando el beso. Cuando nos alejamos, me quite los audífonos.

- ¿Hace cuánto que estás acá?- le pregunté.

- Cinco minutos más o menos- respondió, acariciando mi mejilla.

- ¿Y por qué me besaste?- cuestioné y él se puso a reír.

- ¿Y por qué me sujetaste?- golpeé su brazo.

- Porque me sigues gustando- me quejé.

- Y esa es la respuesta que tengo para tu preguntas- dijo-. Ahora debo irme, nos vemos el lunes- beso mi frente y se fue.

Quedé pensando por un rato hasta que Reo fue a hablarme y me puse a chillar de felicidad porque por fin había sucedido lo que tanto deseaba.

- ¿Y por qué chillas como loca?- preguntó mi hermano.

- Le gusto- le dije a mi hermano y él sólo sonrió.

- Hasta que te lo dijo, llevaban meses mirándose embobados- se quejó- ¡Y eso que estás acá desde hace dos semanas!

Le lancé una almohada y él la atrapó. Cuando corrí detrás de él y lo alcance me fue difícil jalarle el pelo, todo porque le dio la tontera y se lo cortó.

Pero estaba feliz, por fin lo que tanto había esperado había sucedido: Seijuro también sentía algo por mi.

El profesor de Inglés acertó, mi familia también, e incluso Sayuri. Creo que solo el destino acertó en juntarnos.

Cartas para un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora