Cartas para un idiota

Capítulo 6

- Hanan-chan, mamá dice que bajes- Reo me despertó amorosamente con esas palabras.

Llevaba super poco de que el día sábado había comenzado y ya me estaba aburriendo acostada sin mucho que hacer. Solo dormir. ¡Y ya estaba aturdida por dormir demasiado y solo quiero dormir más!

Me coloqué un cárdigan encima y con ayuda de mi hermano bajé. Cuando llegamos donde mamá fue grande la sorpresa de encontrarme a mi amigo ahí, con traje y con una cara de gruñón junto a un hombre que pude suponer, es su padre.

Instantáneamente, me cubrí aún más con el cárdigan. Total, andaba con un bralette que ocupo como pijama y con un short.

- ¿Estabas durmiendo?- preguntó mi amigo y yo lo miré con cara de que no quiero nada con el mundo-. Me importa poco si estabas durmiendo, necesito tu ayuda.

- ¿Con qué?- pregunté con poco ánimo.

- Resulta que YO debo llevar a una acompañante, sea amiga, novia o quién sea- señaló y se ganó una mala mirada de su padre-. Aparte, es porque todos los hijos de los otros empresarios llevarán a sus novias y mi padre no quiere que sea la burla.

- Te ves como una chica bastante ordenada y tranquila- mamá se aguantó la risa y asintió, dándole la razón al padre de Seijuro.

- ¿Puedes?

- No puedo caminar, baboso- le recordé y me lanzo paquete a las manos, que con suerte atrapé.

- Rodilleras nuevas, ¿ahora dirás qué si?

- ¿No conoces a otras chicas? Conozco a muchas que estarían encantadas de ir contigo- señalé. Lo admito, no quería ir.

- A ti te tengo paciencia. Así que ve a levantarte, que es antes de mediodía que debemos estar allá y ya son las nueve y media.

Reo me volvió a llevar a mi habitación por órdenes de mamá y me buscó algo lindo y decente mientras yo me duchaba. Cuando salí del baño, me encontré una blusa y una falda sobre mi cama.

Me coloqué eso y luego la rodillera ortopédica derecha. Para mí suerte no se veía mucho, solo un poquito.

Me peine un poquito y con un gran esfuerzo salí lista de mi habitación. Reo silbó al verme y yo solo le hice una señal de que lo mataría. ¡No ocupaba este conjunto desde hace un año!

- Elegimos bien Sei-chan- golpeó el hombro de mi amigo, quien ahora estaba solo.

- ¿Puedes andar bien o te llevo en brazos hasta afuera?- preguntó burlón mi amigo.

- Puedo sola, vamos-. Mamá beso mi mejilla y me pidió que me sacara varias fotos con el conjunto para enviárselas a papá, quién estaba de viaje desde el jueves.

El viaje fue bastante silencioso, mientras yo jugaba con mi celular entre las manos por el nerviosismo.

- Tampoco estés tan nerviosa- me señaló Seijuro y lo miré feo- ¿Qué?

- Cuando papá tiene eventos así va solito. No nos obliga a ir, con suerte vamos a los de las vacaciones de verano y era- me quejé un poco y él solo negó divertido.

- Ok, your word is letter.

- No es momento de estar deletreando- me quejé.

- Letter.

- Ok, Letter- deletree y él me acarició el pelo-. ¿Contento?

- Si, al menos con eso ya te relajaste un poco.

Llegamos cuando faltaban 10 minutos para mediodía, Seijuro me ayudó a bajar y mientras caminabamos dentro del lugar, me preguntó algo:

- ¿No te molesta que tengamos que actuar de forma amorosa y no a golpes como somos habitualmente?- yo asentí-. Mala suerte entonces.

- Me vas a deber una muy grande Seijuro- murmuré y él solo sonrió.

Lo tome del brazo cuando me lo ofreció y, en cierto modo, me sirvió de apoyo para la rodilla. Me guió hacia un grupo de chicos y chicas de, aproximadamente, nuestra misma edad.

- Hola Akashi-saludo un chico con una gran sonrisa.

-Hola, Akiyama- respondió cordialmente mi amigo-. ¿Quién es ella?

-Fujimoto Daruma, mi novia, ¿y ella?- era una chica rubia y preciosa. Hasta a mí me encantó.

- Mibuchi Hanan- beso mi frente-. La mejor chica que pude haber conocido.

Me sorprendí pero solo sonreí. Era raro escucharlo decir algo bonito, pero debía aprovechar para burlarme luego. La venganza es dulce.

- Es muy adorable- dijo otra chica-. Tienes suerte Sei-chan.

- ¿Cierto? Es perfecta.

- No seas mentiroso- me quejé, simulando estar avergonzada y ocultando mi rostro.

-No miento preciosa. Eres divina- beso mi frente nuevamente y me abrazó.

- ¿También eres deportista?- preguntó otro chico, señalando mi rodilla.

- Si, juego voleibol- respondí

- Es la mejor remachadora del equipo- dijo con cierto tono de orgullo-. Vamos Hanan, no debes estar mucho tiempo de pie.

Él me guió hasta el patio, donde había un montón de flores hermosas , todo muy tipo pérgola y nos sentamos en unos pequeños sofás individuales que estaban ahí.

- Vaya manera en la que voy a molestar el lunes- comenté y él solo negó.

- Solo cállate, que quiero vomitar ahora- bromeó y yo reí.