Tazas A Juego

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Miki: *Coge las tazas* En serio? Tazas a juego? *me mira* vosotros dos parecéis una pareja casada

Ago: *Cocinando* De qué estas hablando? Solo somos compañeros de piso *miro a Miki* Pasame la salsa anda.

 Miki: *Se acerca y le da la salsa* De esto hablo, le estas haciendo la cena antes de que llegue a casa *Coge a Agoney de la cintura y lo gira* Hasta llevas delantal? Seguro que eres un esposo de diez *sonríen* Creo que debería irme *se tapa la nariz* Los enamorados apestan. *se marcha de casa*

Antes de que llegue Raoul a casa decidí hacer unos buenos platos de comida, esta era la manera de decirle gracias por dejar que me quede en su casa.

Ago: *Se escucha la puerta de casa abrirse* Olvidaste algo Miki?

 Ra: Miki?

Ago: *Sonríe* Y estas aquí, la cena estará en nada. *Se da la vuelta*

Me gire para poder ver la cara de hambre de Raoul por la comida pero, finalmente el sorprendido fui yo.

Ra: Olvidé decírtelo. Invité a Ana a cenar con nosotros. *mira a Ana* Siéntate aquí preciosa.

Sabéis la cara que se te pone cuando saludas a una persona por la calle y no es quien pensabas? Pues esa cara se me puso en ese momento. Me di la vuelta y seguí cocinando, pero esta vez para tres personas. No se como acabará la mudanza con Raol, pero me tengo que acostumbrar a sus chicas de hoy y mañana.

Cuando Ana se fue al baño fui al sofá con Raoul para hablar un rato.

Ago: No dijiste que habías terminado de estar en una relación?

Ra: Solo estoy siguiendo los consejos de que me dio Miki, decidí estar con chicas más cercanas, como  él me dijo.

La persona que te sugirió Miki era yo imbécil, pensé. Raoul trayendo nuevas chicas a casa,ya había visto esto antes. Pero no se porque pero siendo su compañero de piso esto me llega más que nunca.

Ra: *Mirando a Ana* Lástima que no tengamos postre *Me mira* La próxima vez compra helado, vale?

Ago: *Agachando la cabeza* Iré a comprar helado después de lavar los platos *Coge los platos que estaban utilizando los otros dos*

Ana: Dame que yo te ayudo *coge una taza*

Ago: Tranquila, lo hago yo *agarra más fuerte la taza*

Ana: Que me dejes ayudar *coge la taza y finalmente cae al suelo*

Ra: *Alterado* Ana, estas bien? Alguna herida del cristal o algo?

Ana: *Mirando a Raoul* Estoy bien.

No podía mirar a la cara a Raoul, solo veía mi taza rota en el suelo partida por mil trozos.

Ra: *Mirando a Ana* Por favor, ve al sofá. Deja que Agoney lave esto.

Ana: *Mira a Agoney* Lo siento. *Se marcha al sofá*

Nada más irse Ana al sofá me agaché para coger mis trozos rotos de la taza e intentarlos unir.

Ra: Lo siento.

Ago: *Sin quitar la vista de la taza* No pasa nada, también fue culpa mía.

Ra: No me refiero a la taza.

Ago: Qué?

Ra: Puedes irte de casa hasta que te avise?

Ago: Por qué?

Ra: Ana es una buena chica, estará tensa si estas aquí y no me hablará.

Ago: *Deja la taza rota en la mesa* Te entiendo, entiendo que hablar no es lo único que haréis.

Ago: Me encanta que lo entiendas *le da dinero* Toma, para que pases un buen rato fuera. Te enviaré un mensaje cuando puedas volver *se marcha al sofá*

Yo se lo que puedes hacer toda la noche sin cansarte, herirme con cada palabra que sale de tu boca. Con esas confesiones empiezan discusiones en mi corazón. No se si hice bien al mudarme aquí con él.

Me fui de casa y me acerqué a un bar de copas situado cerca de casa de Raoul. Solo quería olvidarme de las últimas palabras que me dedicó Raoul antes de marcharme, pero una voz me conocida me desconcentró.

Miki: Agoney? *le miro sentado en un sofá de aquel bar* Ven, siéntate. He reservado una gran mesa esta noche, estaba tan solo aquí *ríe* Has venido hasta aquí para verme o pasa algo?

Ago: Raoul está ocupado esta noche, solo quiero saber si puedo...

Nat: Miki, ya estoy aquí.

Miki: Hey.

Nat: *Se sienta* Modelé  para ti una vez que necesitabas hacer fotos, ahora te acuerdas de mi?

Miki: Claro que sí, no puedo olvidar esta carita tan bonita.

Obviamente en esta conversación hay un factor que sobra y ese soy yo,mientras que ellos coquetean yo estoy sentado como un imbécil a su lado. Cogí el móvil y llamé a Carlos para saber si estaba ocupado.

Ago: *Desde el móvil* Hey.

Car: Hola, pasa algo?

Y en ese mismo segundo pasó Carlos por al lado nuestro cogido de la mano de otra chica, sabía que esta noche era de ellos y no mía colgué el teléfono y me fui del lugar, Miki ni se enteró cuando me fui y eso que estaba a su lado.

Me pasé el resto de la noche viendo películas con el móvil en una cafetería y encima salía la escena esa de los carteles, no pude soportarlo más y una lagrima saltó de mi ojo deslizándose por la mejilla y finalmente cayendo al suelo. 

Solo podía pensar en la escena que monté en el portal de Raoul, yo con los carteles y él que no se entera de absolutamente nada.

Al salir de la cafetería pasé por un restaurante de comida rápida, comí un poco para matar tiempo y esperar el mensaje de Raoul para ir a casa. Solo quiero descansar y olvidarme de todo esto.

Cogí de nuevo el teléfono para llamarle, no contestaba mis llamadas ¿Cuantas rondas puede aguantar mi imbécil amigo? Son las tres de la mañana y algo me dice que no me contestará el teléfono más veces.

Y hasta aquí el nuevo cap., volví de vacaciones así que siempre que pueda publicaré más caps.
Espero que os esté gustando la novela y disfrutes leyendo
Te invito a seguirme para que no te pierdas futuras novelas ❤



Teoría Canaria |Ragoney|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora