Capítulo 20.

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Se están besando.
  Sunny tiene sus manos en el estómago de Harry, subiendo hacia su pecho, pegándose a él como una lapa. Él sube sus manos a sus hombros y encrespa sus dedos alrededor.
Un escozor empieza en mi nariz y un nudo se forma en mi garganta. Es como el sentimiento de ahogarse con el que me siento familiarizada, pero, de alguna manera, es mucho peor.  Algo presiona contra mi pecho, algo que no se siente bien. Un temblor baja por mi columna, y mis ojos empiezan a mojarse.
  Me toma un momento darme cuenta de que mi corazón se ha roto en cuestión de 0.2 segundos.
No está bien.
 La persona detrás de mí dice mi nombre, y ellos dos se separan y voltean en mi dirección. Harry se ve sorprendido, con los ojos muy abiertos, con un aire desesperado.
  Me doy la vuelta incapaz de ver más y echo a correr mientras Harry me llama detrás de mí, o al menos esa es mi intención, pero me doy de bruces contra el pecho de alguien… ¿Mi hermano? ¡Oh, como lo necesito ahora! ¡Pero…Es Max! ¿Max?
Él me sujeta de los hombros para que no me caiga y me mira un tanto preocupado. Volteo hacia atrás, para darles una última mirada.
  Harry está por unos pasos separado de Sunny ahora, mirándome. Hay algo realmente extraño en su rostro… Casi cómo desesperación.
  Mi corazón ha sido metafóricamente arrancado y destrozado y quemado y tirado y… y, y, y… Y no tardo nada en seguir mi primer impulso para vengarme, para dejarle saber a Harry que no ha ganado. Qué aquí yo sigo teniendo el control.
--¿Estás bien?—Pregunta Max, agachando la cabeza para mirarme.
Volteo el rostro hacia él y entonces… Lo hago; Me paro de puntillas para alcanzarlo y le hecho los brazos al cuello. Lo beso.
  Harry había empezado a decir mi nombre de nuevo, pero se detiene llegando a la D. Max se separa de mí y sonríe, de ésas sonrisas que tanto yo odio. Y después, mágicamente sus manos han aparecido en mi trasero.
--Pero… ¡Quítale las manos de encima, maldición!
Harry de repente aparece y jala a Max lejos de mí.
--¡Muévete, niño de mierda!
Puedo ver que Harry en verdad está dispuesto a una pelea, pero Sunny lo jala del brazo hacia atrás. 
Me hierve la sangre.
--¿Qué haces, Ridley?—Me pregunta Harry, horrorizado, incrédulo.
Me hierve la sangre, de nuevo. 
--¿Qué si qué hago? ¿Qué haces tú?—Grito.
--No, Ridley, no es lo que piensas, déjame…
--“Déjame explicarlo”, ¿No? “Esto no es lo que parece” .Ya me lo sé. Puedes ahorrártelo.
--¡No, no lo sabes! ¡Ridley, esto no…!
--Deberías aceptarlo, niño. Me ha elegido a mí.
Harry ni siquiera lo mira.
--¡Tú no lo quieres, Ridley!—Me dice--¡No hagas esto! 
Sunny hace una mueca detrás de Harry, y llama su nombre, pero él sigue mirándome.
--No sabes lo que quiero. 
--Claro que sí, sé que me quieres. Scott, yo…
Max gruñe, y me toma del brazo.
--Vámonos, Ridley.
Pero no lo escucho.
--¿Cómo te atreves, imbécil?—Le grito, dando un paso hacia adelante--¿Cómo te atreves si quiera a llamarme Scott como si todo estuviera bien? ¡Yo confié en ti, yo pensé que eras diferente! ¡Yo no quería romper tu corazón, pero no sabía que tú romperías el mío primero! ¡Si no te hubiera dejado solo! ¡Mierda! ¡Eres un imbécil! ¡Yo confié en ti!
  No sé, si estoy gritando por lo dolida, o por lo enojada.
Harry sacude la cabeza, podría decir yo que un poco asustado, pero ya no sé qué pensar. Ya no estoy muy segura de qué es real y qué es fingido.
--Ridley…
--Quiero que te alejes—Le digo, intentando suavizar mi tono—Tú has tomado tu decisión, y yo he tomado la mía. Esto es todo.
--¿No vas a dejar explicarme?
--¿Y qué tengo que escuchar? ¿Cómo me pusiste el cuerno? ¡No, gracias!
--¡Yo no te puse el cuerno!
--¡Claro que no, sólo estabas intercambiando saliva con ésa!
--Sé que esto luce mal, sé lo que estás pensando, pero tienes que creerme. Tienes que darme una oportunidad de…
--¡No quiero escuchar!—Le interrumpo--¡Se terminó! ¡No quiero saber de ti! ¡Eres un… eres un…!
 No encuentro las palabras para describir cómo me siento en el interior.
--Yo creí en ti—Murmuro, en tono lastimero.
 Harry luce completamente derrotado. Estira una mano hacia mi rostro, pero me aparto, y Max jala de mi brazo. ¿Qué este tipo no se puede ir y dejarme discutir con mi ahora ex novio en paz? ¡Que se largue! Pero pone una mano en mi cintura, y recuerdo el beso que le acabo de dar. Y la decisión que según esto he tomado.
  Retrocedo, ya que siento que las lágrimas se están acumulando en mis ojos. Me giro hacia Max.
--Te llamaré luego.
Y salgo corriendo hacia mi casa, con las lágrimas corriendo por mi rostro, con los gritos de Harry a mis espaldas de mi nombre y pasos que pronto son detenidos. Unas maldiciones y gemidos de rabia.



                                                                    ﻫ

De alguna manera, termino en los brazos de mi madre.
Cuando yo entro por la puerta con las mejillas rojas y las lágrimas cayendo, completamente destrozada y confundida, mi madre es lo primero que veo. Ella está parada a medio camino hacia la puerta de la cocina, con un delantal manchado de pintura, al igual que sus brazos y su pelo un poco. El olor de la pintura me trae de vuelta viejos tiempos, dónde las cosas eran mejores, y yo no me había convertido en una terrible persona. Una zorra, una darkie, una solitaria, autodestructiva.
  Así que lloro. Lloro cuando la veo y cuando ella se acerca hacia a mi yo me lanzo en sus brazos. Y ella me envuelve, con ternura, un tanto confundida, pero es dulce.
Estar entre sus brazos me hace sentir segura. Me hace sentir protegida. Una calma dentro de mí se extiende, y un calor envuelve los pedazos fríos de mi alma. Y luego ella besa mi cabello.
  Me hace sentir como si la horrible persona en la que me he convertido se desvaneciera y trajera a la yo de catorce años.
  Quiero a mi madre, y la quiero de vuelta. No me importa si supuestamente debería estar enojada con ella, ahora mismo la quiero de vuelta y la necesito. Para arrepentirme, tendré mi tiempo.
--Mamá—Sollozo, contra su pecho.
Escucho pasos rápidos y luego la voz de mi hermano Charlie. Mi madre levanta una de las manos que tenía sobre mí.
--Está bien, lo tengo—La oigo susurrar—Ve a la cama, está bien.
Pasan unos momentos, conmigo sollozando incontrolablemente sobre ella, y luego escucho pasos lentos que se alejan.
  Mi hermano Charlie.
--Mamá—Lloro de nuevo.


                                                                   ﻫ


No recuerdo despertarme. 
No recuerdo el momento en que me dormí. 
Recuerdo abrir mis ojos. Recuerdo la oscuridad.
 Recuerdo ver la taza de té semi vacía en el mueble al lado de mi cama. 
No estoy muy segura de cómo llegué a mi cama, al principio, de cómo dejé los brazos de mamá y me metí entre las cobijas . 

Reckless.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora