Capitulo 24

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Koharu escucho el ascensor abrir sus puertas y se preparó para recibir a su joven jefe y a su acompañante de todas las mañanas. Espero escuchar el habitual parloteo del blondo, pero no sucedió, confundida y con expresión molesta por pensar qué alguien estaba usando el ascensor privado se giró para mirar hacia el pasillo que enlazaba su escritorio y el camino hacia la caja metálica.

Abrió la boca de la sorpresa.

El elevador efectivamente había llegado y ambos jóvenes llegaron juntos como todos los días, solo que permanecían de pie uno frente al otro mientras se decían algo en susurros.

Sasuke le sostuvo por espacio de un segundo la mirada a Naruto y el corazón de Koharu dio un salto de alegría.

¡Al fin! Pensó la amable mujer. Los ojos se le llenaron de lágrimas y con la mirada elevada al cielo musitó un "gracias"

Naruto rozó con la yema de los dedos la mano del azabache y separaron sus caminos cada quien a su oficina.

Con las mejillas un poco sonrosadas Sasuke miro a su asistente y le saludo. Preocupado por la imagen de la anciana de ojos lloroso se acercó con su habitual y ahora mal disimulada indiferencia.

—¿Sucede algo señora Koharu? ¿Se siente mal?

La amable mujer estaba por responder que no, que estaba bien cuando la voz escándalosa de Naruto los interrumpió.

—¡Buenos días preciosa señora!, ¡Fui grosero y olvidé saludar!

Sasuke puso los ojos en blanco.

Naruto encontró con los ojos llorosos a la anciana y frunció el seño.

—Sasuke ¿Que le has hecho a esta amable y bondadosa mujer?

Sasuke elevo ambas cejas —¿Que te hace pensar que yo le hice algo Dobe?

—¡Ja! Te creo capaz y por qué eres un gruñón.

—Joven Uzumaki, el señor Uchiha no me hizo nada, yo solo, bueno, ya sabe cómo somos los viejos de sentimentales, los mire llegar juntos y no pude evitar notar el cambio que hay entre ustedes dos, solo les deseo felicidad de ahora en adelante.

Sakuke miro a Naruto y el blondo le regreso el gesto igual de sorprendido que él.

—¿Cómo?— balbuceo el rubio

Koharu sonrió maternal y se levantó de su lugar para estar más cerca y evitar los oídos curiosos que pudieran andar deambulando por el edificio, ella sabía que quizá su anterior jefe no estaba enterado y no sería por ella qué la información le llegaría. Adoraba al hombre pero le dolió ver qué la ambición se había adueñado del alma bondadosa que alguna vez fue y qué el padre amoroso que fue para Itachi se había esfumado no dejando nada para Sasuke más que un padre rencoroso y exigente.

— Ay, niños los conozco bien, a Sasuke más que a ti Naru pero en sus ojos se veía que se tenían un cariño más allá de la amistad, luchen por su amor, ahora que lo tienen no lo suelten— aconsejo y se fue a su lugar— y no se preocupen, que yo — se cubrió los ojos — no he visto nada y si lo vi lo negaré.

—Gracias tebbayo, siempre he sabido que eres una maravilla de mujer— el blondo abrazo a la mujer y depósito un beso sobre la coronilla, la mujer enrojeció y le devolvió el abrazo. Sasuke que estaba acostumbrado a sus inumerables demostraciones de afecto solo rodó los ojos —

—Ugh, con ustedes siempre es lo mismo, me voy a mi oficina, cuando terminen necesito que lleves mi agenda y me des los por menores de lo que acontece para el día de hoy, también llama al contador Xiao, necesito que traiga el último reporte de este mes.

Naruto le sonrió a Koharu y  empujó a Sasuke hasta su oficina y cerró la puerta donde lo acorraló —creo qué olvidé mencionar qué tu mal humor también me mantenía cerca de ti— Sasuke torció el gesto con una media sonrisa —es cómo te digo, somos polos opuestos que se atraen.

Naruto sonrió y se acercó hasta dejar un corto beso sobre los labios de Sasuke. — Me voy a trabajar, pero ¿Vamos a comer juntos no?

Sasuke asintió y lo dejo marcharse. En cuanto la puerta se cerró Sasuke suspiro y acarició sus labios. Una sonrisa genuina se dibujó en su rostro y por un momento todas las emociones que tenia formadas en el pecho quisieron salir.

Naruto le correspondía.

Había todavía que plantarle cara a toda su familia e incluso a la familia de Hinata. Pero era algo que haría con gusto por qué no estaba sólo. Estaba con Naruto y eso era más que suficiente.

Tan sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora