Tan sólo tú

Capítulo 8

Itachi se quedo perplejo, no sabía si era mejor o peor que el que estuviera detrás de esa puerta fuera su hermano y no su padre. Sasuke no sabia siquiera de la existencia de Deidara y ni que decir de su preferencia sexual. Y definitivamente no tenia argumento alguno para decirle que ya no era sólo un capricho la relación que tenia con Deidara ¡era su esposo! Y, él no lo había invitado a conocerlo. Si su hermano menor haba dejado de hablarle por años ahora estaba seguro que sería una catástrofe. El timbre volvió a sonar y el seguía debatiéndose entre abrir o no.

Deidara apareció en el pasillo con apenas una playera de tirantes y un pantalón corto. Necesitaba resolver las cosas ya.

—Deidara , es mi hermano.

—Pues abre, ¿no querías verlo?

—...

Deidara miro confundido a su esposo.

—No lo sabe, tu hermano no lo sabe... Mira, hagamos esto, me iré a la habitación, habla con él y cuando estés listo, me llamas ¿De acuerdo? — Deidara beso los labios del pelinegro y regreso a la recámara.

Itachi dejo salir un suspiro de alivió, lo que menos deseaba era hacer sentir mal al rubio, pero ahora con su aprobación y apoyo se sentía más tranquilo.

Saco todo el aire de sus pulmones y abrió la puerta.

Naruto estaba por tocar la puerta con los nudillos creyendo que el timbre estaba defectuoso, pero la cara de Itachi lo sorprendió.

—¡Jo, pero si son iguales! —Exclamó el rubio sin tapujo alguno.

Sasuke no dijo nada pero no quitaba la mirada de su hermano mayor, quería saber si aun existía rastro en su interior del enojo y coraje que le había guardado todo este tiempo a su hermano.

La respuesta fue rápida, no tenia ningún sentimiento negativo contra él, todo lo contrario, deseaba abrazarlo y decirle cuanto lo había extrañado. Y por supuesto  conocer a su futura esposa.

—Nos va a dejar entrar o vas a seguir ahí parado con tu cara de idiota — reclamó Sasuke.

—Es qué me sorprende tu visita hermanito — Itachi se rasco la nuca con una sonrisa

Un carraspeo interrumpió a ambos hermanos

—Hola ttebayo soy Uzumaki Naruto, amigo de tu "teme" hermano — dijo enfatizando el apodo del azabache, luego estiró la mano para presentarse.

Itachi miro al rubio, parecía alguien bastante alegre, lo contrario al carácter cuadrado que poseía la familia Uchiha.

—Hola,mucho gusto — correspondió el saludo. — pasen por favor, iré a preparar agua para té

Sasuke y Naruto entraron y se retiraron los abrigos para dejarlos sobre el perchero de madera, se retiraron los zapatos y fue ahí donde Sasuke cayó en cuenta de un par de zapatos de hombre que no eran para nada el estilo de su hermano. Resolvió preguntar más tarde.

Naruto le codeo las costillas indicándole la dirección hacia la pequeña sala, así ambos caminaron hacia el lugar.

Naruto se tiro sobre el sillón largo y el estaba por seguir su ejemplo, pero sus ojos captaron un portarretrato reconoció en seguida a su hermano pero no al chico rubio que pasaba su brazo sobre los hombros de Itachi, se dirigió hasta él y lo tomo con ambas manos.

—Teme, deja de husmear, es de mal gusto — lo reprendió el Uzumaki — ven a sentarte y esperemos a tu hermano.

Sasuke escuchó lo dicho por el rubio pero el cabello largo del chico junto a su hermano le hizo pensar en el contenido del periódico leído por la mañana, mas los zapatos extra. El portarretrato resbalo de sus manos en cuanto las probabilidades de sus conjeturas lo bombardearon.

El pequeño objeto rectangular llego a el piso alfombrado evitando el que el cristal se dañara con la caída.

—¡Aqui, esta el t...! —Itachi se quedó inmóvil cuando vio el cuadro entre las manos de su hermano.

—¡Genial ttebayo! Me muero de frío

—¿Quien es él Itachi?— preguntó Sasuke sin despegar sus ahora helados pozos oscuros de su hermano.

Itachi se puso nervioso, había olvidado ese detalle, al estar casado era obvio que su hogar estaría impregnado con esas cosas de pareja. En verdad deseaba hablar sobre eso con Sasuke, pero no así.

Maldijo en todos lo idiomas que se sabía.

—¡Sasuke, acabas de llegar y ya estas atormentando a tu hermano con preguntas personales! — grito el rubio mientras cogía la charola que Itachi tenia entre sus manos.

Pero Sasuke lo ignoró y continuó con la mirada fija en su hermano, esperando respuesta.

Sasuke frunció el ceño

—Sientate Sasuke, hay cosas que deberíamos tratar en privado — Itachi miró a Naruto, no conocía de nada al chico y lo que el tenia que decir no es que le incomodará, pero no sabia sí el rubio era de mentalidad cerrada.

—Naruto es mi amigo y es de confianza, además no veo por que le das tanta importancia, si solo es tu amigo ¿Que malo puede ser eso?

Naruto bebió de su taza con te.

—Es mi esposo.— declaró el azabache mayor.

Naruto escupió todo el té que tenia sin tragar ensuciándolo todo a su alrededor.

Sasuke abrió los ojos atónito.

—Yo quería decírtelo pero pasaron tanta cosas y...

—¿Hombre? ¿¡Estas casado con un hombre?! — Sasuke grito una vez qué salió de su asombró. Luego miro hacia Naruto ¿el rubio tendría cara de asco?

Se encontró con la imagen del rubio limpiando por donde escupió, ¿a caso no le importaba?

—¿Entonces, la rubia de la que hablaba el periódico es? —señalo el portarretrato — ¿Y el par de zapatos en la entrada son de? ¡Entonces eso quiere decir que... ¿Esta aquí?

—¡Woa! Sasuke respira teme, una pregunta a la vez ¿quieres?— Naruto estaba igual de asombrado pero juzgar no era lo suyo, si la persona es feliz a lado de otro de su mismo género ¿que de malo había en eso? Amor es amor ¿no?

—Esta aquí, te lo presentare — Itachi dio apenas dos pasos con dirección a la habitación donde Deidara lo esperaba pero el grito de su hermano lo detuvo

—¡No! Itachi, espera, espera por favor,deja qué lo asimile esto es difícil, aun hay cosas que preguntar, y-yo tengo dudas — Sasuke tomó asiento — tienes razón necesitamos hablar — El azabache miro a Naruto pidiendo una disculpa con la mirada, algo que por suerte el Uzumaki entendía — ¿podrías darle a Naruto un lugar donde dormir?

—Por supuesto, Naruto te llevare a la habitación de huéspedes

Naruto se despidió de Sasuke y siguió a Itachi.

Sasuke suspiro.

Sería una larga conversación.