Tan sólo tú

Epílogo

—No vamos a casarnos en ningún lado por qué yo no he dicho que sí, a nada que tenga que ver con eso —Sasuke gruño y se alejo de la barra de la cocina con el ceño fruncido producto del enojo.

Naruto solo suspiro y dejo el trapo de cocina sobre la mesa para seguir el camino que su novio había tomado.

El matrimonio era un nuevo tema por el que ahora discutían de forma casi diaria.

Naruto deseaba llevar al siguiente paso su relación y Sasuke se negaba por qué no veía necesario algo como el matrimonio. Llevaban juntos casi tres años y no veía del todo necesario algo como eso.

"No necesitamos un papel, para demostrar que nos pertenecemos, además a nadie le importa, nadie es feliz viendo a dos chicos casarse"

Y Naruto le llevaba la contrario siempre.

"Hay gente a la que si le gustan estás cosas tebbayo— Naruto se llevaba una mano a la barbilla pensando —¡A mi madre! Ella no te quería y ahora te adora, ¡Sakura! Ella alucina viéndonos juntos o...¡Invitaríamos a Itachi, a  Deidara, a tu madre y a mis padres!"

Pero Sasuke siempre le decía no.

Y Naruto no pensaba rendirse.

Sasuke era obstinado y Naruto era terco. Mala combinación.

—Quiero una boda, una gran boda, con flores, con música, con gente a la que apreciamos reunida, con fotógrafos por todos lados, con un banquete, con una mesa de regalos y un enorme pastel con dos muñequitos varones justo hasta arriba. — Naruto se acercó hasta donde Sasuke buscaba ropa para comenzar un día más de oficina y el azabache aprovecho para probarle una camisa por sobre la piyama

—Pero yo no quiero nada de eso, es algo cursi — el color rosa que sus mejillas adquirieron no pasaron desapercibidas por Naruto quien solo rodó los ojos por la terquedad de Sasuke, era bastante claro que el azabache también deseaba algo como eso pero le daba vergüenza admitirlo. Y es que Naruto era bastante observador; el día de la boda de Sakura, Sasuke fue quien le dio como regalo a Lee una casa y lugar en las empresas de China deseándoles total felicidad y, todo con un brillo en los ojos que mostraba profundo agradecimiento hacia la pareja. Lee le deseo que pronto ellos también celebrarán una boda y el azabache desvió la mirada y apretó los labios.

Claro que lo quería.

Y Naruto se lo iba a dar.

—¿Es por qué no lo hago de la forma correcta?— insistió el rubio en el tema.

Sasuke dejo sobre la sábanas un par de calcetines y sonrió —No es por eso Naruto, solo pienso que es innecesario algo como eso, todos tienen bastante claro a quien pertenecemos, puedo usar un anillo si eso te hace feliz. — sugirió intentando dar por terminada la conversación.

—¿Solo usar un anillo?— Naruto negó — No, nada de eso, llevamos ya tres años juntos Sasuke, tres años viviendo juntos, tres navidades compartidas, tres cumpleaños, tres festejos de San Valentín, tres años estando seguro de que te amo y de que eres lo que quiero para la eternidad en mi vida.

Sasuke apretó la toalla de baño y pensó en Itachi y Deidara, en Lee y Sakura, en ellos que habían luchado para estar juntos. Paso saliva.

—Bien, entonces pídelo como debe ser idiota. — las mejillas se le calentaron y se metió al baño prácticamente corriendo.

Naruto tenía una sonrisa en el rostro. — ¡Sí! — grito lleno de jubilo y salió corriendo hacia la sala, tomó el teléfono y llamó a Koharu — ¡ha dicho que sí Koharu!— grito en cuánto la pobre mujer le respondió.

Los ojos de la anciana se llenaron de lágrimas y asintió por qué las palabras no le salían de la boca.

—¡Es hora de aplicar por fin el plan!— continuó el blondo a sabiendas de la emoción de su cómplice— llama a la florista, luego a mamá y ella le avisará a Mikoto, luego mi suegra le avisa a Itachi y él le da las buenas a Sakura, mientras yo al fin ocupo mi reservación eterna al restaurante de comida japonesa tradicional y tú mi querida Koharu te pones más bonita para mañana celebrar.