Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Muchas cosas se dicen del Rey Piotr, que no aparenta tener más de treinta pero que lleva muchos años en el poder. Lo primero es que tiene un equipo larguísimo de consejeros reales y de expertos que lo ayudan a manejar su nación, y hasta el momento lo han hecho estupendamente.
Pero los rumores que más suelen interesar a la gente no son sobre su éxito como monarca, sino sobre él. El último descendiente de la dinastía Hohenzoller, la única familia real que tuvo Romania y que se restauró con la vuelta a la monarquía, nunca se ha casado ni tiene padres ni hermanos de los que se sepa. Las malas lenguas dicen que es algo sobrehumano, y que cambia su apariencia cada ochenta años junto a su nombre para ocultar su inmortalidad, y que en realidad acumula la asombrosa edad de ochocientos años. Las bestias que tiene como animales y mascotas, junto a la antigüedad del castillo de Bran que ha preservado como su hogar a pesar de su presunta decadencia, son las únicas evidencias que hay.
Fuera de eso, no hay mayor fundamento para creer que Piotr es más que un hombre con una buen cutis y con un gusto por lo vintage y gótico. Y a él le gustaría que las cosas sigan así.
Es un hombre callado y serio, bastante enigmático y también un poco aburrido. Pareciera que de personalidad es verdaderamente un anciano, solo que uno muy inteligente. Es analítico y observador, pero es más del tipo que se preocupa de sus propios asuntos y que no le gusta que lo molesten. Esa es la verdad sobre el Rey de Romania; eso, y que lleva ochocientos años buscando a la reencarnación de su difunta esposa. Entonces Vladimir de Wallachia, se fue a pelear en las cruzadas, y sus supuestos amigos engañaron a la bella dama para que creyera que su esposo había muerto en batalla; la mujer se suicidó, y cuando Vladimir volvió se encontró sin tierras ni título, y con el amor de su vida muerto. Furioso, maldijo el nombre de Dios y Jesu Cristo, y se transformó en un demonio con muerte y vida eterna.
Pero eso nadie lo sabe más que él, empeñado en reunirse con su queridísima esposa ochocientos años más tarde.
