Dinamo y Shiel [Parte 1]

368 44 4
                                    


―Por favor.

―No, no debemos de alejarnos de Laxus.

―Pero no va a pasar nada, mira, está durmiendo todo tranquilo y estoy totalmente aburrido.

―Puede suceder un accidente si nos descuidamos, nuestra tarea es estar junto él para cumplir nuestro debe.

― ¡Agggh! Pero estoy muy aburrido.

―Un no, es un no. Y deja de gritar, Laxus necesita descansar mañana es un día muy importante.

Dinamo se abría agarrado la cabeza de tener una y manos. Por causa de lo que acontecería el día siguiente se encontraba sobre estimulado por lo que le resultaba imposible entrar en modo de reposo mientras su héroe estaba durmiendo. Para empeorar las cosas, cuando decidió irse para jugar, Shield lo detuvo. Como Rekans debían de permanecer con su héroe en todo momento y Dinamo muy bien lo sabía, por instinto tenía la necesidad de cuidar de su héroe. Sin embargo, el aburrimiento que estaba experimentado llegaba a un nivel que jamás en su corta vida había experimentado.

«¿Cómo puedo convencer a Shield de que me deje ir?»

Dinamo se encontraba flotando sobre la cama de Laxus y Shield se interponía entre él y la ventana mas cercana. Su hermano "menor", el más aburrido de los tres, jamás se movería ni lo dejaría irse de no encontrar una excusa perfecta.

«Debería de ser algo relacionado con la seguridad de Laxus, solo eso podría convencerlo ¿Pero que le puedo decir?»

Segundos después su emoción fue tan alta que ilumino todo el cuarto.

―Deberíamos de explor... revisar que la academia sea segura. Así no nos llevaremos ninguna sorpresa y podremos proteger a Laxus.

Shield lo pensó, ¿Cuánto conocían de Lumen? Si de alguna manera su ignorancia colocaba a Laxus en peligro jamás se lo perdonaría.

«Esta es la única manera de convertirme en el mejor Rekan de todos»

―Muy bien― dijo Shield, emocionando a Dinamo. El cual volvió a iluminar la habitación con sus emociones.

Dinamo se dirigió a la ventana y cuando la abrió.

―Vamos juntos, Yaboth lo puede cuidar por unos minutos.

«¿Que?»

¿Shield lo iba a acompañar? Que tenia de divertido salir si Shield se encontraba junto a él. No podría explorar nada y su hermano limitaría los lugares a los que podrían ir. Durante ese pequeño momento Shield ya había salido por la ventana, se volteó y lo miró.

― ¿Vas a ir o te quedas con Laxus?

Dinamo se alarmo con la pregunta de Shield y grito espabilado ― Claro que voy, si no va quien tuvo la idea de inspeccionar la academia, me aburri... me angustiaría mucho por la seguridad de Laxus.

Apenas partieron Shield se dio cuenta del garrafal error que cometió, su hermano al no estar recluido entre paredes enloqueció y salió disparado por la academia. Con gran angustia persiguió a su hermanito problemático para en pocos segundos terminar junto a este en la cocina. De tener rostro se le habría puesto azul, Dinamo se había colado por uno de los ductos de ventilación y ahora estaba tragándose todos los bocadillos de pastelería en su presencia.

― ¡Dinamo! esto no es en lo que quedamos.

―Camlamla estoum reamvisaumdo si estamemveneumnaumda

Shield se habría golpeado la frente por la poca vergüenza de su hermano. Pero antes de que pudiera decir algo una voz femenina pero tosca los sorprendió.

― ¿Quién anda ahí?

― ¡Corre! ― exclamo Dinamo engullendo lo que tenía en la boca, saliendo enseguida por donde había entrado.

Shield no tuvo más opción que seguirlo alcanzando a escuchar a la preocupada mujer ― ¡Los pasteles de moras tornado!

Ya por fuera, bajo la iluminación de la luna decidió que tenían que regresar, pero Dinamo ya se encontraba casi fuera del alcance de su vista.

Los establos eran un lugar que nunca habían visitado con Laxus, por lo que todo a su alrededor era nuevo, Lastimablemente esto incluía el olor a eses.

«Que animales tan apestosos, ni Shield apesta tanto» pensó Dinamo mientras pasaba entre las criaturas que se encontraban durmiendo. En ese momento Shield lo alcanzo ―Nos devolvemos, seguir tu consejo va a colocarnos en problemas―

―¿Qué? Pero acabamos de salir. Nuestra aventura apenas comienza.

Mientras discutían una voz en uno de los establos contiguos los interrumpió.

―Sí, todo está listo. El intercambio de cuerpo con Zise ha sido un éxito. Nadie sospecha nada.

―Perfecto, no volveremos a hablar hasta el día acordado.

Un sonido estático se entrecorto y del establo de al lado salió un Slime violeta que reflejaba la luz de la luna. Dinamo paso por la rejilla y vio el establo vacío.

―Que gelatina tan rara, le gusta hablar con la mierda de los animales.

―Eso no tiene nada que ver con nosotros. Nos vamos a la habitación en este instante.

Memorias de TellurusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora