Capítulo 15: "Mi ídolo"

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Terminé de hacer la maleta, un dolor un mi pecho que se enterraba cada vez más en mi,  me dirigí al baño, me dolía tanto.

Abrí el grito y dejé correr al agua en el lavabo, mojé mis manos y lavé mi rostro, con contundente agua, intentando calmarme, respiraba profundo, pero no podía dejar de hipar. Estoy reventando por dentro y no puedo hacer nada. 
El dueño de mi corazón, de mis labios y de mis ojos se irá de éste barco, y yo no me despediré de él. Mi ídolo, al que amo. El único chico que me ha robado el aliento durante éstos últimos dos años. 
Es increíble e irónico. Hace un año, jamás me vería rechazando la oferta de ser la novia de Greyson Chance, el famoso cantante Greyson Chance. 


Me miré al espejo e intenté sonreír, pero el dolor dentro de mi no me lo permitió con naturalidad, sin evitar que se nuble mi vista y mis ojos enrojezcan nuevamente. 
¡SOY UNA ESTÚPIDA! yo lo amo, pero no puedo hacer nada. nada contra el mundo. 

Me lavo nuevamente el rostro, y me seco con una toalla, en media hora más el barco zarpará de vuelta. Después de eso nos hospedaremos en el hotel una noche más y después.. ¿después?


después perderé la razón de vivir.

Me puse uno de mis tantos shorts, una blusa blanca y mis converse. Estoy decidida, por lo me despediré de mi ídolo. ¿no?

La última bocanada de aire antes de entrar a nadar, para después morir ahogada. 
o la última cosa que vez, antes de tirar del gatillo del revolver frente a tu cabeza.

Salí corriendo de mi cuarto, maldición.. olvidé mis lentes.. pero era una de mis menores preocupaciones. Me acerqué a la cocina, donde estaban los meseros reunidos, junto a ellos, estaban los de servicio a la habitación. 

—Hola-sonreí amablemente, intentando llamar su atención, todos ellos me sonrieron cortésmente- necesito hablar con alguien de servicio a la habitación -musité, y el calor comenzaba a abarcar mi rostro- 

Uno de ellos le sonrió al resto y dio un paso adelante, para apartarnos de ellos y para que yo pudiese preguntarle lo que fuese que fuera a decirle

—necesito saber en qué habitación se encuentra la familia chance -intenté sonar lo más humilde posible-

—es información privada, señorita -me sonrió, y yo fruncí el ceño, entonces fijé mi mirada en sus ojos, y sus labios temblaron- necesito, es-es -chilló- es la 315 del pasillo c -dijo, entonces sonreí-

—gracias 

Me volteé sin esperar más, comencé a correr por cubierta, pasillo g, f, e, d, bingo, el pasillo c. seguí corriendo, hasta dar con la puerta número 315. mi estómago se revolvió, pero era ya muy tarde para arrepentirme. golpeé un par de veces.  la puerta se abrió lentamente y pude ver un par de ojos claros y una cabellera rubia asomándose

—¿Alice? -preguntó y luego sonrió, su sonrisa bajó rápidamente- ¿que haces aquí? ¿qué le pasó a tus ojos? ¿estás bien? ¡son grises! oh por dios, llamen a un jodido doctor! ¿te ayudo? ven, siéntate 
—¿Dónde está tu hermano? -pregunto ignorando cualquier pregunta anterior- 
—él está en su cuarto -balbucea, sin dejar de ver mis ojos, me sonrojo- 
—gracias, Alexa, no te preocupes, larga historia. -le guiñé un ojo y ella asintió-

Entré corriendo, sin importarme siquiera que los padres de greyson me vieran pasar al cuarto de su hijo. "No lisa -dijo scott- déjala..."

me sonreí a mi misma mientras mis ojos se inundaban de lágrimas a medida que yo me acercaba. Ahí estaba, frente a frente con la puerta. Tomé el pomo de ésta y lo giré rápidamente sin previo aviso. 
Lo primero que divisé fue la espesa oscuridad en la que el cuarto estaba inmersa. 
—vete.. -escuché una voz grave, oscura, rasposa y gastada- ¡vete ahora! ¡sal de aquí! -gritó- 

cerré la puerta, pero no salí, Greyson estaba sufriendo.. como las luces estaban apagadas, no podía verme, pero me encargué inmediatamente de eso. Le puse cerrojo a la puerta y encendí la luz. 
Greyson tembló en su cama, y luego se levantó rápidamente, para emprender la batalla, pero quedó paralizado frente a mi. 

—Alice -susurró- 
—hey -respondí en el mismo tono que él, adolorida

mis ojos se humedecieron y enrojecieron en cuestión de segundos, mis manos comenzaron a temblar. Quería decirle que lo amaba, que lo necesitaba. Que no había parado de llorar desde que me alejé de él, que sin él no seré feliz. Pero ninguna palabra salía de mi boca. estaba paralizada. 
Su rostro se veía imparcial, como si estuviera viendo algo maravilloso y yo solo fuera un sueño. Está vestido con una playera naranja simple, unos boxers grandes y unas medias blancas cubriendo sus pies. depresión susurró mi mente. tragué clavos.


Por su rostro comenzaron a bailar las lágrimas, sin parar.. caían y caían. Me acerqué a él y acerqué mi mano a su rostro, sin decir nada.. incapaz de hacerlo. Saber que yo fui capaz de destrozar un alma a éste nivel me hace sentir la peor basura del mundo. 
sequé sus lágrimas con mi dedo pulgar, mi boca está entreabierta, decidiendo si hablar o no hablar. Cuando yo de verdad quiero gritarle que lo amo. Su boca al igual que la mía, está congelada. Me mira triste, analizando cada centímetro de mi rostro. procurando guardarlo en su memoria por siempre.

Acaricié su mejilla y me sonrojé, no pude mantener la mirada y la desvié, al igual que siempre. Volví a mirarlo, pero su mirada había cambiado, ahora expresaba ternura. sonreí
me tomó por la muñeca y me haló hacia él. di un paso inesperado, y me encontré atrapada en un caluroso abrazo.

Rodeé su cuello con mis brazos y lo apreté hacia mi aún más, con fuerza. enrolló sus brazos por mi cintura y mis pies estaban en punta. Me apretó con tanta fuerza, expresando su tristeza, era incluso un dolor agradable. Comencé a sollozar e hipar. Mis ojos se cerraron involuntariamente al momento del abrazo. Sentía su corazón en mi pecho, ahí estaba, latiendo con fuerza, desbocado. 
Lo apreté con más fuerza, intentando dejarle en claro que no me quiero separar de él jamás, y por más que tengamos que hacerlo, no lo quiero. 
Lentamente me fue separando con sus brazos, ambos con los ojos rojos e hinchados y sonriendo.

—te he extrañado.. -susurré- 
—no he dejado de llorar.. 
—yo tampoco.. 

Estábamos abrazados nuevamente, Greyson me estrujaba hacia sí mismo y mis dedos se enrollaban con mente propia en su cabellera
—te necesito -sollocé- 
—y yo a ti.. 

Él se acercó inseguro, lento... cada vez más y más. hasta por fin lograrlo, junto nuestros labios por unos segundos, después se separó mi me miró, posé mis manos en su cuello y lo acerqué a mis labios de nuevo. sentí una conexión tan grande, enorme. era inexplicable, me sentía plena, satisfecha con mi vida y completa. greyson me completaba. 
el beso sabía a melancolía, alegría, miedo, necesidad; era dulce, exquisito y muchas otras cosas a la vez.

Me aferré aún más a su cuello mientras él acariciaba mi rostro. Las lenguas no se ausentaron en el beso, y aún así sin saber moverla, greyson me guiaba para poder darlo. Su exquisito sabor me embriagaba, a tal punto de no poder parar el húmedo reencuentro. 
El aire podía esperar, sacar un número, sentarse y esperar su turno. Porque no pararía este dulce encuentro solo por respirar. Enredó sus manos en mi cabello y yo en el suyo, acercando y evitando que nos separemos. El aire no era tan vital ahora.
greyson bajó sus manos a mi cintura y me acercó más a él, me apretó. Aparentemente no podría separarnos nada, solo nuestra voluntad. No hay distancia, no hay "espacios personales", solo nosotros. expresando nuestro amor. 
separé mis labios y mi respiración era irregular, los sentía punzar y estaban hinchados, al igual de rojizos como los de Greyson, y ésto hacia que se vieran más apetecibles. que provocara querer besarlos aún más. 
no podía dejar de mirar sus ojos, estaba hipnotizada, cautivada. Al igual que él.

—te amo -susurré- 
—te amo.. -sonrió y pellizcó su lengua entre los dientes. sonreí aún más-

Nos volvimos a acercar, y continuar con uno de los besos que jamás, jamás olvidaré. Uno de los que recordaré en algún futuro lejano y revivirán las mariposas de mi estómago.  el beso que algún día le contaré a mis nietos
—te necesito tanto, no me hagas eso de nuevo, princesa

seguimos besándonos, sin parar, sin piedad por nuestros labios ni lenguas, acariciándose, pidiendo perdón por la ausencia . Él me enseñó a besar, pero no a parar. No puedo separarme de él y no quiero.. lo que menos quiero ahora es alejarme de él, de mi Ídolo.

Más tarde habrá tiempo para arrepentirse...


Look at Me- Greyson Chance | EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora