Mente es a guerra...

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—Te lo voy a repetir una vez mas, dónde está Cassandra Ocaranza?!

—Te dije que no lo sé! Yo solo vendo droga maldita sea, nunca pregunto nombres!

—Una chica de estatura media, cabello negro en forma de hongo, ojos negros muy muy oscuros y un trasero sexy, siempre lleva un oso de peluche del tamaño de su puño cerrado colgando en alguna parte, debes haberla visto mas de una vez!

—Ni siquiera le vendo a mujeres, si se entorpecen quién hará el quehacer!?

—Ugh...ya olvidalo, no sé porqué sigo perdiendo mi tiempo contigo.

Soltó el cuello de su camisa y dejó que cayera al suelo, justo después de que se golpeara bruscamente recibió una patada en el estómago.
(Aclarar que para Emma, una patada en realidad eran tres, y dejar caer a alguien al suelo era arrojarlo al suelo)

—Si vuelvo a verte vendiendo tus porquerías no voy a tocarme el corazón, mas vale que te busques otro trabajo.

—Pudrete perra!

Gritó con la boca ensangrentada y haciendo lo posible para no desmayarse del dolor, pero entonces no le quedó de otra, pues aprendió que si insultabas a una Emma tan enojada lo único que ganarías sería otra patada.

—Y eso es por el machismo, cerdo.

Dijo para después escupirle en la cara, acto seguido siendo sorprendida por una presencia por demás inesperada, a su derecha y por la única entrada al callejón se encontró con Brice, quien no lucía del todo tranquilo, e incluso eran notorios algunos tics nerviosos en su ceja y sus dedos.

—Lo lamento, si vienes por dulces el vendedor está fuera de servicio.

—No estoy de acuerdo con meterme nada de eso.

—Si? Aah claro, solo hay algo con lo que estás de acuerdo en meterte...

Sonrió y sacó de su bolsillo trasero una cajetilla de cigarros, buscando relajarse, se sentó en un viejo contenedor de basura que había tras ella.

—Entonces qué buscas en un sitio como este, una camiseta nueva?

—Busco lo mismo que tu...y no hablo de un encendedor para fumar el primer cigarro de mi vida.

-...

—Alexander está perdido igual que tu amiga, no he oído de él en mas de una semana.

—Pues qué lástima... Si buscas un detective estoy de vacaciones, y aunque no lo estuviera trabajo en mi propio caso.

Tiró los cigarros a la basura y su sonrisa desapareció, estaba frustrada y estaba cansada de perder tanto.

—La gente en la plaza no paraba de decir que ayer un tipo con traje desapareció a algún artista callejero sin razón aparente.

—Y? Igual los vagabundos llevan droga encima, el que se lo llevó debió ser un policía encubierto o algo.

—La semana pasada un tipo de traje negro secuestró a Alexander y a mí trató de arrestarme...puedes tener razón en que sea policía, pero no está buscando drogadictos.

—A dónde quieres llegar? Ve al grano, no estoy para mas enredos mentales ahora mismo.

Se ganó su atención, aunque odiaría admitirlo no tenía mas opciones.
Dirigió su mirada a él y esperó una respuesta coherente y simple, de otro modo se iría sin más, hablaba en serio cuando decía que su mente no estaba dispuesta a trabajar tanto.

—Encontremos al sujeto de traje, llamemos su atención y hagamos que nos lleve a donde están Alexander y tu amiga.

—Y si no los secuestró él despertaremos en la cárcel con el culo adolorido y otros nombres para que nadie pueda encontramos cuando nos maten y nos dejen tirados en un río...

The Bad Guy-One Of A Distopic SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora