...Lo que magia es al alma

8 1 0
                                    

Una cabellera roja manchada de más rojo, fue la imágen que acompañó al graznido de las aves que salieron volando apenas llegó a ellas el sonido de aquel disparo.
Sucedió para su vista en cámara lenta, pero paradójicamente no tardó ni cuatro segundos en llegar al piso. Sacudió el polvo con su espalda y sus manos, y su cabeza impactó de lado. Un segundo tuvo para ver escasos momentos de su vida pasar frente a sus ojos, y el último, como si viniera con alguna clase de pegamento, le mostró algo que podría archivarse en la carpeta de "jamás se me hubiera ocurrido": Su familia.

—Oficial caído!

Gritó uno de sus compañeros.

—Abran fuego!

Ordenó el comandante Stephan.
La cámara lenta terminó, y entonces todos notaron cómo las gotas de sudor gruesas les caían por la frente.
El oficial Kumā observó el rostro del gato, en más que obvio borroso, sus miradas se cruzaron pero el tiempo que dicho momento duró fue poco o menos que nulo.
Yonathan entró en modo de batalla apenas la lluvia de balas empezó, moviéndose rápidamente para evitar terminar igual que como en nada habían quedado varias partes del muro frontal de la cabaña.

—Atrapenlo!

—Es demasiado rapid...

El sofoco hizo callar a otro de los oficiales, quien sin tiempo para nada recibió un codo en el estómago que lo hizo caer con sus manos en dicho lugar.
El gato saltó inmediatamente después y cayó sobre una patrulla, inutilizándola al dañar seriamente el motor con el impacto, y con el ruido hizo parar el fuego.

—Está saboteándonos...

Mencionó en voz baja quien sería el oficial con el cargo más alto después del caído Kumā.

—Definitivamente tienen pensado matarnos a todos...fue un error haber venido aquí...

Tragó saliva ruidosamente y miró con el rabillo de su ojo derecho. Antes hubiera pensado que los dos extraños sujetos serían hostiles, pero para su sorpresa el esqueleto que había asesinado a su superior permanecía de pie al parecer cuidando la entrada de la casa, sin mostrar una sola expresión y habiendo recibido varios impactos de bala, solo expuestos por los agujeros de su traje.
Volvió su mirada a Yonathan y enfrentó aquellas gafas oscuras, era obvio que no las traía solo para intimidar o para verse rudo, quería evitar a toda costa que lo leyeran.
Se relajó como pudo y pensó un rápido plan; aprovechó la quietud para alzar su mano en una seña característica que su equipo supo comprender apenas la vieron.

—Al suelo!

Gritó uno de los rasos. El elegido para efectuar dicho plan incluso desde antes de partir. Sus compañeros obedecieron y pusieron pecho a tierra, sólo para que al poco una granada se mostrara volando por el aire en dirección hacia Yonathan.
La explosión fue cegadora y en extremo potente pues no se trataba de una bomba cualquiera. El polvo se levantó de inmediato y todos tuvieron que aferrarse a lo que pudieron, sufriendo algunas heridas cause de la gran onda expansiva. El silencio reinó de nuevo junto al desconcierto, los que pudieron vieron el armazón de la patrulla levantarse un poco y prenderse en llamas abrasadoras, pero de nuevo no fue por mucho tiempo, hubo demasiada luz, demasiada tierra, demasiado poco tiempo como para percatarse.

—Disparen a la casa!

Gruñó el comandante justo antes de que su garganta fuera acallada para siempre y su cabeza fuera separada del resto de su cuerpo por el largo filo de un arma desconocida, cuyo portador no fue identificado ni advertido por la poca visibilidad en el terreno.
Apresurados pasos siguiendo la orden sucedieron al impacto del miembro cortado golpeando al suelo. Disparos en todas direcciones hicieron que se desatara el infierno; gritos e impactos por doquier y un baño de sangre mezclada con aserrín tiñeron el aire y el suelo en poco tiempo. Un disparo sin embargo que lanzara cualquiera de los dos no humanos resultaba siempre en la vida arrebatada a otro hombre con placa...
Amanda Rose era mientras tanto consolada por una voz que trataba de calmarla, que le decía que permaneciera justo en ese lugar, que nada malo le pasaría si seguía estando ahí, que sus amigos la salvarían, que todo estaría bien. Preguntó si podía sonreír y ella asintió tímida, mostró su sonrisa con nervios y entonces la voz la halagó.

The Bad Guy-One Of A Distopic SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora