-Capítulo 1-

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-Narra Nathan-

Cameron: Oye Palacios -grito el idiota de Cameron. Típico, el capitán de futbol americano, se cree el dueño de la escuela-

Nathan: ¿Qué quieres? –gire a verlo-

Cameron: ¿Qué tal la viudita de tu madre? –pregunto y lo ignore, gire sobre mis talones y volvi a ver que comida podía servirme-

Como siempre, cada vez que Cameron se le acercaba a alguien, toda la cafetería estaba en silencio.

Cameron: Oye, te estoy hablando.

Nathan: Que gusto -dije sonriente- no sabía que los monos subdesarrollados hablaran. Ya deja de molestarme, ¿Qué no tienes algo más productivo que hacer? -Toda la cafetería comenzó a reír-

Cameron: ¿Qué harás, Palacios? –preguntó- ¿llamarás a tu posiblemente difunto padre?

Nathan: Ya, enserio, si de verdad te gusto, busca otras formas de llamar mi atención, esa no funciona -dije y todos rieron-

X: Cameron -dijo una voz de mujer. El rubio se giró a verla y también yo-

Es tan hermosa, y jamás he estado tan cerca de ella Ashley Jane es la mujer perfecta. La mujer más pequeñita de cuerpo que podría haber visto, su espalda era tan chiquita. Creo que yo soy como cinco de ella. Cabello rubio, largo y lacio. Ojos verdosos mezclados con miel, sonrisa... la más perfecta del mundo, relucientes dientes blancos perfectamente alineados. Labios pequeños pero carnosos. Flaca pero con su busto.

Cameron: ¿Qué? -contestó el rubio, seco-

Ashley: ¿Puedes por favor dejarlo en paz? -dijo ella. El rubio gruñó y me volvió a hablar-

Cameron: Ganas esta vez, Palacios -dijo y me tiró toda la bandeja de comida que tenía en brazos-

Vi como se iban. ¿Cómo puede ser que una mujer tan preciosa y buena como Ashley, esté con un idiota y bestia como Cameron?

El resto de las clases se me pasaron lentamente lentas. En fin, corrí a la salida hasta la cafetería en la que trabajo.

Nathan: Hola Cindy -saludé rápido y me dirigí al baño para cambiarme-

Cindy: Hola... -dijo y volteó para saludarme pero yo ya había corrido hasta el baño. Me vestí lo más rápido que pude y salí-

Cindy: Te tardaste mucho -dijo mi compañera-

Nathan: Exagerada -dije y me dirigí a un hombre que entraba-

Le pedí la orden, preparé el licuado y las galletas. Me pagó, se fue, y así con muchos. Por suerte, Cindy hace que en el trabajo me divierta, es una chica divertida. Servíamos malteadas, cafés pero nunca dejábamos de hablar. Creo que es la única amiga que tengo.

Al fin llegué a casa y ese hermoso aroma a hogar llego a mi nariz.

Nathan: Ya llegué mamá -dije al entrar. Dejé mi mochila en el sillón-

Sofia: Hola Nath -dijo la castaña saliendo de su habitación. Besé su frente-

Nathan: ¿Cómo estás?

Sofia: Dentro de todo bien -suspiró y agarró un repasador- hice chuletas de cerdo.

Nathan: Genial, muero de hambre -dije sonriendo- iré a ponerme algo más cómodo.

Me dirigí a mi habitación, me saqué toda la ropa del colegio, me puse una polera base y un sweater arriba, con decoraciones de renos en bordó y color crema y unos pantalones jogging sueltos color gris, acompañado de unas calentitas pantuflas.

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora