-Capítulo 24-

683 47 0
                                    

-Narra Mateo:

No dormí en toda la maldita noche. Marqué el número de Camilo

Camilo: Mateo, son las tres de la mañana ¿Qué pasa? -preguntó con voz de dormido-

Mateo: Lo siento, hermano. Ya no puedo -dije y corté-

Manejé hasta la dirección. Era un galpón abandonado en las afueras de la ciudad. Lo único que llevaba era un cuchillo. Ya no iba a contra-atacar.

Entré al lugar.

X: Estaba esperándote -dijo una voz detrás de mi. Pero no volteé-

Me quedé mirando a Ashley que lloraba y Sofia que sostenía la mano de Nathan, quien se encontraba en el suelo. Justo arriba de un charco de sangre.

Ahora si, volteé

Mateo: Dime que está vivo -dije pero callé al instante-

X: Si, lo está

Mateo: ¿Tú quien eres? -dije. Porque no era X. No tenía ninguna cicatriz-

X: No soy tu padre -dijo y entrecerré mis ojos- pero si soy de tu sangre

Arrugué mis cejas. No entendía. Sacó un arma y me golpeó en la cara. Un tajo se abrió al costado de mi ojo. Estaba aturdido. Tomo mis manos y las ató. Me sentó en una silla. Un grito ahogado salió de ambas mujeres. Dos hombres entraron y las sostuvieron. Al parecer, no estaba solo.

X: Te contaré una pequeña historia -dijo el hombre que era idéntico a mí- antes de tu madre, tu padre estuvo con otra mujer. De allí salió un hermoso bebe al cual le pusieron Valentin, o sea, yo. Pero al mismo tiempo tu padre tenía una "familia secreta" con tu madre, y de allí salió... bueno, tu -No entendía nada- ¿Entiendes? -preguntó-

Mateo: No en absoluto -dije con algo de dolor por el golpe, que seguía sangrando-

Valentin: "Los Palacios tienen una característica. El primer hijo siempre es varón e idéntico a su padre en todo aspecto" -dijo él- ¿conoces esa frase?

Mateo: ¿Así que eres mi medio hermano mayor y estas tan loco como X?

Valentin: Que gracioso -dijo fingiendo una sonrisa y golpeó mi rostro- Tienes agallas Mateo, pero no tanto como yo. Ese primer hijo siempre fui yo, eso explica por qué no eres como papá

Mateo: Qué suerte, porque no es buena onda ser tan loco como él. Pero... ¿por qué seguir sus pasos? -pregunté-

Valentin: Bueno, él me crió así

Mateo: Él está loco y también tú

Valentin: Estaba, LMateo. Mataste a mi padre -dijo con tristeza-

Mateo: Tuve que hacerlo -dije intentando de que entendiera- escucha, él te lavó el cerebro, ¿sí? Influyó en ti e hizo que hicieras cosas que no querías hacer

Valentin: Tú mataste a mi padre. Y di que estoy loco si quieres, pero me quitaste la única familia que tenía. Porque ahora... tu... estas... muerto -dijo apuntando con el arma a mi cabeza-

La puerta se rompió por una explosión. Camilo y Manuel aparecieron

Camilo: Baja el arma -dijo con autoridad. Mi hermano lo miró divertido-

Valentin: Oh, Camilo, ¿Qué tal mi golpe, eh? ¿Fue duro? -dijo y ante esa distracción saqué como pude el cuchillo con el que me había equipado y comencé a cortar las sogas que me amarraban-

Camilo: Baja el arma -reiteró-

Valentin: ¿O qué? -preguntó desafiante y con un movimiento rápido disparó el arma y una bala atravesó el cuerpo de Manuel-

Sofia: ¡Manu! -exclamó-

Se armó un enfrentamiento. Gente se fue arrimando y ayudando a Camilo. Lo mismo paso con Valentin. Corté más la soga y pude desatarla. Camilo me paso un arma que se deslizaba por el suelo. La tomé y le disparé a ambos hombres que sostenían a Ashley y Sofia. Mi puntería seguía intacta. Los llevé afuera del tiroteo

Mateo: Estarán bien -dije y abracé a mi preciosa Sofia-

Sofia: Nathan, Manu -dijo con desesperación-

Mateo: Traeré a Manu, manejarás hasta un hospital y te quedarás allí, ¿oíste? -ella asintió-

Volví a entrar en el tiroteo disparando a algunos, pero tratando de esquivar lo más posible. Encontré a Manu, tomé su pulso, era débil pero seguía vivo

Mateo: ¡Camilo, aquí! -dije y mi amigó vino. Cargamos a Manu y lo llevamos afuera. Algunos nos persiguieron asi que tuvimos que disparar a quemarropa- Tienen que salir de aquí, Camilo, ve con ellas -dije. Le di mi pistola a Sofia-

Camilo: Pero necesitarás...

Mateo: ¡Camilo ve con ellas! -dije- es una orden.

El morocho asintió y se fueron en mi auto. Besé a Sofia

Sofia: Por favor, ven con nosotros -imploró-

Mateo: Yo empecé esto -dije mirándola a los ojos- Yo debo terminarlo -rompió en llanto- hey, hey -hice que me mirara- estaré bien.

Ella asintió, volví a besarla y se subió al auto. Miré mientras se alejaban hasta desaparecer.

Valentin: Hey, pequeño hermanito -dijo alguien a mis espaldas. Giré. No tenía duda de quién se trataba- ¿Por qué no pelear como hombres? -se acercó-

Mateo: Aún estás a tiempo de hacer lo correcto. -dije. Me miró completamente enfadado. Golpeó mi rostro-

Valentin: Tu -golpeó de nuevo, me sentía mareado- mataste golpeó otra vez- a mi padre -dijo con enojo y volvió a golpearme. Estaba débil, en lo único que pensaba era en mi hijo. Que Dios lo salve-

Mateo: También era mi padre, pero asesinó a mi madre y a mi novia. Me atormentó toda mi vida. Intentó matar a Sofia y a Nathan. Él se lo merecía

Valentin: Todos nos lo merecemos. Tu también -dijo. Sacó una navaja-

Mateo: Antes de hacer algo solo piénsalo.

Valentin: No hay nada que pensar -sentenció-

Saqué mi cuchillo otra vez. Sigilosamente...

Intentó clavar el cuchillo en mi cabeza pero lo esquivé. Se abalanzó contra y sentí un filo que atravesaba mi estómago. Gemí por el dolor. Caí al suelo, con él encima mio. Con las últimas fuerzas que me quedaban, enterré mi cuchillo en su garganta. Grito del dolor. Lo saqué de arriba mío y se retorció en el suelo hasta que todo se calmó. Lo único que hice fue relajarme, mirar al cielo unos segundos, rezar y cerrar mis ojos...

.................................................

-Narra Sofia-

Entramos al hospital y al instante varios doctores se me vinieron encima, a mi y a Camilo, para ayudarnos con los heridos. Llamé a la mamá de Ashley, quien estuvo allí en menos de lo que canta un gallo y abrazó a su hija, que lloraba desconsoladamente. Mire la escena enternecida, pero yo tampoco dejaba de llorar. Mateo peleando en medio de un tiroteo y Nathan peleando también, pero por su vida. ¿Qué pasa si los pierdo a ambos? Mi vida ya no tendría sentido. ¿Y Manu? Todos los hombres que me importaban, menos Camilo que estaba acompañándome, estaban peleando por su vida. Al rato llegó Caroline quien abrazó a Camilo durante horas y horas. Bueno, horas y horas pasaron desde que internaron a Nathan y Manu y no supe nada de Mateo. Después de tres horas, un doctor se plantó delante nuestro...

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora