-Capítulo 3-

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-Narra Nathan-

Nathan: Por favor, no hagas esto -imploré pero ella ya estaba besando mi cuello-

Ashley: ¿Hacer qué? -preguntó como si no tuviese idea-

Nathan: Esto, no quiero tener problemas con tu novio.

Ashley: Él es un idiota -dijo y me sorprendí por ello-

Nathan: Uhm... pues... no sé qué decir –balbuceé-

Ashley: Cierra la boca y bésame -dijo y abrí mis ojos- después de todo, me lo merezco por ayudarte

Nathan: Oh, asi que así es la cosa, ¿me ayudas para obtener lo que quieres? -dije divertido-

Ashley: ¿Quién te dijo que sería gratis? –dijo sonriente. Sonreí divertido, es tan hermosa- Pero bien, no te obligaré –dijo. "Que idiota soy" pensé por adentro- pero solo para que sepas, Cameron no es ni buen besador, ni bueno en la cama.

Dejó de besarme el cuello, se separó de mi oído y se recostó en mi pecho. Me paralicé tanto al escuchar sus palabras como su reacción de acostarse sobre mi pecho. Solo era un liviano peso. ¿Así que no la satisface en la cama? Já, es más inútil de lo que creía. Podría haber tenido el mejor momento de mi vida... bueno, pero ¿por qué un momento bueno tiene que implicar sexo? Ya con tenerla en mi pecho, con tenerla a mi lado es suficiente para hacer de mi cumpleaños el mejor de todos.

Abrí los ojos, solo vi oscuridad. Cuando mi vista se aclaró pude ver una nota en mi pecho. "Buenas noches, dormilón". Ashley ya no estaba junto a mí. Solo yo puedo dormirme con tremenda mujer al lado. Tonto, tonto, tonto.

Corrí a casa, ya era tarde. Abrí la puerta y entré.

Sofia: Al fin -dijo mi madre- estaba preocupada -dijo y me abrazó pero se separó al instante- ¿Qué tienes ahí? -preguntó señalando un determinado sector de mi rostro. Con un rápido movimiento lo cubrí y me alejé de ella-

Nathan: Nada, nada -dije intentando zafarme de la situación-

Sofia: Oh no, ¿otra vez? -preguntó con voz entrecortada-

Nathan: No paso nada, alguien abrió un casillero y me golpeó accidentalmente, eso es todo -dije algo nervioso-

Sofia. Ve a bañarte -dijo seca-

Nathan: Ma...

Sofia: Hazlo -dijo y se sentó en una silla con las manos en la cara-

Decidí hacerle caso, no quiero pelear en mi cumpleaños. Bah, a quien engaño, es un día común y corriente para mí. Abrí el grifo, ya con una toalla en las caderas y esperé que el agua se calentara. Cuando alcanzó cierta temperatura, quité la toalla y entré en ella. Por unos minutos me quedé pensando mientras el agua tibia corría por mi cuerpo, luego de un rato de pensar en solo una cosa; Ashley, comencé a bañarme de una vez por todas. Me puse un pijama calientito y luego, me miré al espejo. No podría tapar el golpe, estaba bastante morado. Salí del baño, ya cambiado y me dirigí a la cocina. Mamá ya había preparado todo. Me senté y ella me sirvió un plato con pollo. Probé un bocado.

Nathan: Oye, está muy bueno, ¿dónde lo compraste?

Sofia: Yo lo hice -sonrió débilmente y al volver a ver mi rostro, la sonrisa se esfumó. Bajé la cabeza y seguí comiendo- Ten -me dijo en un momento y me alcanzó un sobre-

Nathan: Oh, ¿vino la cuenta de la luz? -pregunté cansado-

Sofia: No, es para ti, por tu cumpleaños, para que te des un pequeño lujito -dijo y vi la sombra de unos billetes en el sobre-

Nathan: Ma, no -dije y me miró tristemente- no estamos en condiciones de que me dé un "lujito"

Sofia: Lo mereces después de todo –dijo-

Nathan: Con que tú estés bien -tomé aire y ella me miró con tristeza, odio verla así- ese es mi mejor regalo, que aun estés aquí y que estés bien -Vi como una lágrima se escapó de sus ojos- Por favor, no llores -dije pero el timbre tocó- ¿será el tío Camilo? -pregunté pero mamá no contestó-

Seguía con la cabeza gacha y sus manos envolvían los cubiertos. Me levanté y abrí la puerta. De verdad que no esperaba encontrármela allí. Con un movimiento rápido cerré la puerta tras de mí.

Nathan: ¿Qué haces aquí?

Ashley: Deberías haberme contado que hoy era tu cumpleaños -dijo con tono ofendido-

Nathan: No es tan importante...

Ashley: Para mí sí lo es -sentenció la rubia y decidí cerrar la boca. Suspiró- ten -dijo y me extendió una bolsa-

Nathan: ¿Qué es?

Ashley: Un regalo

Nathan: No, no puedo aceptarlo -dije y se lo devolví-

Ashley: Por favor, es una remera, no conozco tu estilo así que te compré algo sencillo.

Nathan: No voy a aceptarlo, no. ¿Por qué gastas dinero en mí? Ve y devuélvelo -sentencié-

Ashley: No es gastar dinero -dijo algo ofendida-

Nathan: No lo aceptaré

Ashley: Por favor -dijo y forcejeó para que lo agarrara-

Nathan: No lo haré –sentencié-

La bolsa iba y venía. Ninguno quería quedarse con ella. Hasta que en un momento, la bolsa se rompió y la remera cayó al suelo. No le presté atención. Quería ver qué era lo que ella haría. Ashley la miró unos segundos y la tomó. Se dispuso a irse pero no podía dejar que se vaya.

Nathan: Espera -la llamé y ella siguió- ¡Ashley! -la llamé y ella frenó el paso. Corrí hasta ella- la aceptaré -dije vencido y ella volteó. Sus ojos estaban algo cristalizados y se me rompía el alma- pero no llores por favor

Ella me miró unos segundos y me entregó la remera.

Nathan: ¿Quieres pasar?

Ashley: No quiero molestar

Nathan: No molestas, insisto -dije y le sonreí-

Ashley: Pero ya comí en casa -dijo ella-

Nathan: Aún así

Ashley: Bien -dijo y entramos. Mi mamá apareció por la cocina-

Sofia: ¿Todo bien?

Nathan: Si, ma, ella es Ashley, mi... -la verdad no sabía que era mío-

Ashley: Compañera de colegio -dijo ella. Y si, solo eso era-

Sofia: Bien, yo soy Sofia –sonrió-

El timbre sonó y ahora si era el tío Camilo quien me dio un obsequio y se lo agradecí

Nathan: Cami, ella es Ashley, Ashley él es mi tío Camilo

Ashley: Un placer -dijo la rubia y estrecharon manos- Bien señora Palacios, ya es...

Nathan: Pevensié -aclaré-

Ashley: ¿Qué? -preguntó desentendida-

Nathan: Señora Pevensié -dije y ella me miró extraño. Mi madre y Camilo también- ¿Qué me miran? ¿Ven un anillo de casamiento o algo? No lo creo, ni siquiera lo a él veo aquí

Camilo: Nathan... -susurró-

Luego de un rato de silencio, Ashley se dispuso a hablar

Ashley: Fue un placer señora, y fue un placer tío Camilo -dijo la rubia y Camilo le sonrió- pero es tarde y debería volver

Nathan: Llamo un taxi

Ashley: Puedo caminar

Nathan: Insisto -dije y le puse carita tierna-

Ashley: Bien, no me resistiré a eso –rió-

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora