-Capítulo 9-

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-Narra Mateo-

Desperté por los rayos del sol. El reloj marcaba las nueve. La cama no es la más cómoda, pero sin duda, es mejor que la de la prisión, por mucho.

Me afeité, me bañé, lave mis dientes, me cambié y fui a casa de Camilo. Toqué el timbre y una rubia abrió mi puerta

Mateo: Hace tanto no te veo, Caroline -dije abrazándola-

Caroline: Cielos, ha pasado mucho tiempo, pasa -dijo abriendo mas la puerta- ¿buscas a Camilo?

Mateo: Así es

Caroline: Aguarda un segundo, voy por él -dijo y se retiró-

Y era más o menos cierto, no tardó nada en venir. Saludé a mi morocho amigo

Camilo: ¿Qué tal, colega? -habló-

Mateo: Escucha, necesito un trabajo, mi hijo tiene diecisiete recién cumplidos y es él el que trae el dinero a la casa, no puede seguir así

Camilo: ¿Intentaste buscar por tu cuenta ya? -preguntó-

Mateo: ¿Quiénes se interesarían en un ex "delincuente"? –pregunté-

Camilo: Pero tienes buenos estudios académicos -contestó-

Mateo: Aún así, necesito que contactes a alguien, sé que tú puedes

Camilo: Me halagas. Pero es cierto, tu mejor amigo te conseguirá un buen trabajo, solo déjame hacer un par de llamadas -dijo retirándose-

Mateo: Aguarda -dije y él volteó- ¿Ahora eres muy amigo de Sofia, cierto?

Camilo: Pues, si -dijo-

Mateo: ¿Y es solo eso... o?

Camilo: Solo eso, compadre

Mateo: ¿Seguro?

Camilo: Claro –dijo-

Mateo: ¿Y sabes de alguien que haya tenido... intenciones con ella? -pregunté dudoso-

Camilo: Já, ¿te pico el bichito de los celos, Mateito?

Mateo: Hablo en serio -y si lo hacía-

Camilo: Supe de algunos con los que ella trabajaba –dijo- pero no te preocupes, yo me ocupé de ellos

Mateo: ¿Alguna vez te he dicho cuanto te amo? Eres el mejor

Camilo: No y no lo hagas, no creas que bateo para el otro equipo -dijo y volteó para hacer sus "llamadas". Reí por su comentario-

Esperé unos minutos.

Camilo: Buenas noticias -dijo el morocho con un teléfono en la mano- ¡tienes trabajo! -dijo y me entregó un papel que decía el lugar y la hora-

Mateo: ¡Te amo! -exclamé abrazándolo-

Camilo: Ya, ya, por favor, esto es raro -dijo y reí-

Mateo: Eres el mejor amigo del mundo -dije-

Camilo: Creo que la prisión te "aputazó" un poco, amigo -dijo y reímos.

Mateo: Debo irme, nos vemos, gracias -dije y salí-

Cogí el auto y conduje hasta el lugar que Camilo había anotado en un papel. Él teléfono sonó y no dudé en atender.

Sofia: Hola mi amor -dijo con esa hermosa voz-

Mateo: Hola bebé -contestó- ¿Qué tal todo?

Sofia: Bien, ¿y tu?

Mateo: Algo, por un lado si, por otro no -dije-

Sofia: ¿Qué paso?

Mateo: Lo de anoche, me dejó algo aturdido

Sofia: Mat, está molesto, démosle tiempo, lo necesita

Mateo: Yo necesito, después de diecisiete años, estar con mi familia, Sofia

Sofia: Lo sé, y me encantaría ver a la familia unida, pero hay que darle tiempo, es por eso que quiero empezar desde cero

Mateo: ¿Desde cero? -me preocupé bastante-

Sofia: Ven a cenar a casa hoy -dijo casi como si fuese una obligación-

Mateo: ¿Crees que él querrá?

Sofia: No le estoy dando opción y ninguno se irá hasta que arreglemos las cosas, ¿vale?

Mateo: Está bien, ¿a las ocho te parece?

Sofia: Perfecto -dijo ella-

Mateo: Nos vemos allí

Sofia: Ajam, adiós -dijo algo dudosa-

Mateo: Hey, Sofia -dije-

Sofia: ¿Sí?

Mateo: Te amo -dije y una sonrisa boba se formó en mi rostro- más de lo que crees.

Sofia: También yo, mi vida –dijo- adiós Mat...

Mateo: Adiós, bombona -dije y cortó-

Sonreí mostrando mis dientes. ¡Cuánto la amaba!

Toda la tarde me la pasé haciendo ejercicio, eso me distrae mucho. Cuando fue el tiempo, me bañé y me vestí. Fui hasta la casa de mi Sofia y Nath y toqué el timbre. Nathan atendió, al parecer, Sofia había hablado con él

Nathan: Pasa -dijo de mala gana. Hice lo que me dijo-

Mateo: Traje el postre -dije y sin decir nada, lo tomó y lo condujo a la heladera-

Mi preciosa Sofia salió del allí y corrió a abrazarme, la protegí con mis brazos y luego, con mis labios en un fugaz pero dulce beso

Mateo: Hola hermosa -dije y ella rió-

Sofia: Hola hermoso –respondió-

Nathan: Si, hola a todos, ¿por qué no cenamos y hacemos esto rápido, quieren? -interrumpió Nath y Sofia lo fulmino con la mirada-

Sofia: Hagamos de esto una linda cena en familia, ¿si, Nathan? –hablo-

Nathan: ¿Familia? No me hagas reír, mamá -dijo y se sentó en la mesa-

Fue un golpe bajo, debo admitirlo. Bajé la mirada y Sofia me miró

Mateo: Quizá no fue buena idea, Sofia -dije casi en susurro-

Sofia y Nath me oyeron. Pero este ultimo ni me miró

Sofia: Pídele disculpas a tu padre por eso, Nathan Palacios -dijo-

Nathan: ¿A mi padre? Lo siento, no tengo

Sofia: ¡Nathan!

Mateo: Ya me voy Sofia -dije intentando irme, no quería seguir siendo parte de esa conversación-

Sofia: Ambos se quedan, y tu, Nathan, estoy cansada de que estés siempre juzgándolo -Se hizo un eterno silencio- Ahora ambos se sentarán a arreglar las cosas

Nathan: No hablaré con este extraño, mamá -dijo Nathan mirándome con desprecio-

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora