-Capítulo 19-

671 50 2
                                    

-Narra Sofia-

Sofia: Si, se parece a su padre en casi todo -contesté con una sonrisa falsa-

Manu: ¿Sigues odiándome?

Sofia: Tú lo condenaste, ni siquiera pensaste en que estaba embarazada. Nada te importó, solo tú

Manu: ¿Yo lo condené? -preguntó incrédulo-

Sofia: Si -respondí como si fuese obvio-

Manu: Él me pidió ayuda, Sofia. Fue un trato, jamás lo obligué. Él accedió

Sofia: ¿Mandarlo a la cárcel sabiendo que iba a tener un hijo? Es cruel, Manuel

Manu: Yo considero que lo ayudé. Cumplió su condena, ahora está mas tranquilo.

Sofia: Lo alejaste dieciocho años de su hijo -dije ofendida-

Manu: Era peligroso, era donde debía estar

Sofia: No era peligroso, protegía su vida -dije en verdad enojada-

Manu: Cumplió su condena, ahora puede vivir su vida. Asesinó gente, Sofia

Sofia: Esa gente era asesina, anda a saber cuántas vidas salvó asesinándolos. Pero claro, por eso no le dan un premio, ¿cierto?

Manu: Asesinó a los chicos de la universidad. ¿No lo recuerdas? -preguntó antes de que me vaya indignada por la puerta. Me quedé estática- Esos chicos, probablemente hayan tenido problemas en su familia y por eso eran como eran. Tenían una familia, amigos, quizá novia. Y tu novio fue quien los condenó a ellos, no yo a él.

Manuel salió por la puerta. Tenía razón.

Miré a Manu saliendo y doblando en una esquina. Pero me detuve en otra figura. Se me erizó la piel, se me heló la sangre. Pero un colectivo pasó frente a nosotros y él simplemente desapareció.

Llegué llorando a casa, no llegué para el almuerzo, se me había hecho tarde. Mateo ya estaba allí. Corrí a abrazarlo. Él me respondió el abrazo.

Mateo: ¿Qué pasa, cielo? -preguntó preocupado. Me temblaban las piernas-

Sofia: Vi a dos personas hoy... -sollocé. Nathan me miraba confundido-

Mateo: ¿Quiénes? -dijo y se apartó un poco de mi para mirarme a los ojos- ¿Te hicieron algo?

Sofia: Manu -dije con un hilo de voz, me miró serio- y X. Era él, Mat -volvió a abrazarme-

Mateo: Cariño, ¿por qué no vas a descansar?

Sofia: ¿Crees que miento, alucino o que estoy loca acaso? -lo acusé-

Mateo: No, no. Creo que estás cansada. Es imposible que lo hayas visto, él está muerto. ¿Sí? Muerto

Sofia: Deberías empezar a considerar la posibilidad de que no lo esté. No es coincidencia que Camilo y yo lo hayamos visto

Mateo: Camilo se golpeó fuerte la cabeza y tú...

Sofia: ¿Yo qué? -pregunté. Él no contestó- estoy enferma, no loca -dije y corrí a mi cuarto-

Llamaban a mi puerta. No contesté ni una vez. Miré el anillo que me regaló Mateo. ¿Funcionaremos juntos? ¿Y si no? Vivimos peleando. O por celos, o por X. Quizá ninguno está listo. Quizá pasamos mucho tiempo separados y poco tiempo juntos. Quizá no confía en mí lo suficiente. No quería seguir pensando eso. Prendí la tele, busqué algo de mi interés y me quedé viéndolo hasta que el sueño se apoderara de mí.

..................................

Me despertó la luz del sol. ¿Me dormí toda la noche de corrido? Vaya. Y vaya que tenía hambre. Salí con cuidado. Pero Mateo salió de la cocina

Mateo: ¿Descansaste, eh? -dijo con una sonrisa. Me derrite-

Sofia: Si -dije cortante. Me hago la difícil pero quiero comérmelo a besos-

Mateo: Bien... ¿quieres el desayuno?

Sofia: Yo me lo hago -sentencié y me dirigí a agarrar lo necesario-

Mateo: Bien -dijo él haciéndose a un lado-

Empecé a preparar mi desayuno. Era un lindo día de sábado. Hacía frío, pero no tanto como en invierno.

Mateo: Sobre lo de anoche... -dijo-

Sofia: No quiero hablar

Mateo: No fue mi intención y lo sabes -Cerré los ojos. Pensé bien mis palabras y volví a dirigirme a él-

Sofia: No sé si va a funcionar, Mateo -dije con la cabeza gacha-

Mateo: ¿Qué cosa? -dijo. Empecé a juguetear con el anillo tan hermoso que me había regalado. Creo que él solo se dio cuenta de lo que hablaba- Bien, entiendo -dijo y extendió la mano, pidiendo el anillo devuelta. No sabía si dárselo, su carita me mataba-

Sofia: Quiero hablarlo.

Mateo: No quiero hablar -sentenció- lo quiero devuelta -Lo miré con ojos a punto de lagrimar-

Sofia: Quiero conservarlo

Mateo: Devuélvemelo, quizá alguien más si lo quiera y lo valore. Perdón por querer recuperar el tiempo perdido, Sofia

Sofia: Mateo, escucha, tuvimos muchas peleas y...

Mateo: ¿Cómo era el X que viste? -preguntó de repente-

Sofia: Igual...

Mateo: X tenía como cincuenta años, Sofia, ¿crees que después de dieciocho años no envejeció? -Lo miré unos segundos. Era cierto-

Sofia: Tienes razón... -dije pensativa- pero estoy segura que lo vi

Mateo: Es imposible, ¿por qué no lo entiendes? -No contesté. Pero era él, puedo jurarlo. Volvió a estirar su mano- Dámelo...

No quería dárselo, no quería, no sé ¡ay dios! ¿por qué es tan difícil?

Mateo: No estás segura de esto, está bien, dámelo -insistió. Lo miraba siempre a los ojos. Negué con la cabeza- no implica que vayamos a estar separados por siempre. Quise hacer esto porque pienso en que mañana podría estar muerto, Sofia

Sofia: No digas eso...

Mateo: No quiero perder más tiempo. No quiero. Dieciocho años fue una eternidad -dijo y notaba la tristeza en sus ojos-

Sofia: Quiero conservarlo -sentencié-

Mateo: No te entiendo. Aceptas ser mi esposa, luego crees que no funciona y ahora... ¿quieres conservarlo? -dijo incrédulo-

Sofia: Quiero que dejemos de pelear...

Mateo: Es que no lo entiendes, Sofia. X ya no está. -dijo él, con poca paciencia-

Sofia: Es que lo vi, también Camilo

Mateo: Bien, ¿lo viste? Lo viste.  Ahora dejémoslo de lado, estoy harto de este tema...

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora