-Capítulo 7-

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-Narra Sofia-

Se puso el condón y no dudó ni un minuto mas para entrar dentro mío. Enterré mis uñas en su espalda, al principio fue dolor, pero con las reiteradas entradas y salidas, el dolor se volvió placer. Gemía y le susurraba su nombre al oído, sabía que eso lo encendía. Aumentó la velocidad y sabía que faltaban segundos para llegar al clímax.

Sofia: Mateo... -gemí- ya...

Ni siquiera pude terminar la frase, ambos habíamos llegado al punto máximo y él aceleró más. Lo abracé fuerte, me sentía mareada, pues él hacia latir tan fuerte mi corazón. Fue bajando la velocidad hasta que sacó su miembro del mío. Lo abracé.

Mateo: Te extrañé tanto -dijo y me acostó sobre su pecho. Que cómodo era-

Sofia: También yo, bebé -dije y lo besé-

Mateo: Tal vez ya sea hora de irme

Sofia: No, por favor, no te vayas ahora -supliqué-

Mateo: Sofia, si Nath vuelve me mata, hay que tomarnos un tiempo

Sofia: ¿Tomarnos un tiempo? Creo que perdimos demasiado tiempo ya -dije algo ofendida-

Mateo: Él lo necesita -dijo y tomó mi rostro con sus manos- entiendo lo difícil que debe ser que de la nada aparezca un padre, el cual nunca tuvo, o creyó que no tenía. Entiendo que él fue el hombre de la casa desde hace un tiempo y que acostumbrarse le va a costar. Démosle tiempo, busquemos la forma de explicarle qué sucedió -Lo miré atenta, tenía razón- ¿Puedes entenderlo?

Sofia: Si, es cierto –dije- intentaré hablar con él

Mateo: No, yo lo haré. Será lo mejor

Sofia: ¿Y si no te cree?

Mateo: No le queda otra que hacerlo -me besó una vez más- te amo, ¿sí? –asentí- buenas noches -dijo, se vistió, tomó sus cosas y salió de casa-

Yo también me vestí, tenía un poco de frío ahora que su calor se había alejado de mí. Me tumbé en la cama y me tomé un merecido descanso.

-Narra Nathan-

Luego de haber hablado mucho sobre nosotros, llevé a Ashley a su casa. Me bajé y la acompañé hasta la puerta.

Ashley: La noche aún es joven -dijo abrazándome-

Créeme chiquita, yo muero de ganas de hacerlo, pero no es el momento

Nathan: Lo sé, pero la velada se termina aquí.

Ashley: Ay, por favor, mis padres no están en casa -dijo sacando sus brazos de mi cuello-

Nathan: Escucha, no quiero hacer esto, ¿sí? Tú estás con otro

Ashley: Él no me importa, no lo amo y apuesto que él hace lo mismo conmigo

Nathan: ¿Por qué estas con él entonces? -pregunté-

Ashley: La gente dice que quedamos bien juntos, nuestros padres se llevan bien, solo eso -dijo la rubia-

Nathan: De una forma u otra, sigues siendo suya Ashley, yo no quiero más problemas de los que ya tengo -dije tomando sus manos, lo único que quiero es que me entienda-

Ashley: no tiene por qué enterarse. Además, si no me importa a mi, ¿Por qué te importa a ti?

Nathan: Me importa porque sé que si hoy te hago el amor como siempre quise hacértelo, mañana lo besarás en frente mío en la escuela porque esa es la cruda realidad. Él es tu novio, es como tu dueño. También se que si te beso ahora, mañana voy a estar más enamorado de lo que siempre estuve, y serás en lo único que piense -hice una pausa- Eres una mujer hermosa, chiquita -ella me miraba con ojos cristalizados- tendrás siempre al hombre que quieras a tu lado, pero otras personas como yo tendrán que luchar por eso

Ashley: Pero... -intentó hablar-

Nathan: Por más de que me muera de ganas, hagamos esto bien -dije y besé su frente- Buenas noches, princesa -dije y me volví al auto, pero esperé a que entrara a su casa-

Tranquilo Nathan, lo que hiciste era lo que tenias que hacer. Abrí la puerta de casa, dejé mi campera en el sillón y las llaves del auto en la mesa. Caminé hasta mi pieza y me acosté pesadamente en la cama. Cerré los ojos lentamente.

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Abrí los ojos a causa de la luz, miré el reloj. ¿¡11:30!? Me levanté rápidamente y corrí a la cocina

Nathan: ¡Mamá! ¡No me despertaste! -grité con enojo-

Sofia: Cielo, tranquilo, llamé y dije que renunciaste

Nathan: ¿¡Qué!? ¿¡Estas loca!?

Sofia: No hijo, no necesitaras trabajar mas -dijo y soltó la taza que estaba lavando y me miró- creo que sabes que tu padre ha vuelto, ¿no es cierto?

Nathan: Él no tiene nada que ver conmigo, ¿entiendes? No cabemos en el mismo lugar, él por su cuenta, tu y yo por la nuestra -dije enfadado-

Sofia: No -dijo y la miré sin entender-

Nathan: Ma, siempre fue así, y no dejará de serlo porque se dignó a aparecer, volverá a irse. No te hagas esto -la miré directo a los ojos- No nos hagas esto

Sofia: Es tu padre y el hombre que amo. Y él también me ama, Nathan, esa es la verdad. Él no estuvo no porque fue su elección, él simplemente no pudo -dijo y me miró enojada- Y tú no quieres escuchar las razones

Nathan: Oh, por favor, no existen suficientes razones para ausentarse la vida entera. Ese tipo es un extraño para mí, no lo quiero ni cerca de mí, ni cerca de ti.

Caminé a mi pieza, me bañé, me vestí, cepillé mis dientes. Caminé hacia la puerta con pasos pesados

Sofia: ¿A dónde vas? -preguntó-

Nathan: El problema es si regreso -susurré-

Sofia: ¡Nathan! -exclamó mi madre casi saltando de la silla. Suspiré-

Nathan: Vendré antes de que se ponga el sol -dije y cerré la puerta detrás de mi-

Tengo tantas cosas en la cabeza. Ashley, mi "padre" y mi madre. ¿Cómo puede ser que en menos de una semana todo se te dé vuelta? Caminé hasta el parque y me senté en una banca. Repasemos: En esta semana conocí a fondo a Ashley, es una gran mujer, cada día que pasa voy dándome cuenta cada vez mas que es la mujer que quiero para mi. Ella está con Cameron, no porque lo quiera, sino por conveniencia. Cameron solo busca molestarme o golpearme. Si se entera de todo lo que pienso cuando miro a esa preciosa rubia de ojos marrones claros, me mata. Y quiero dejar de preocupar a mi madre con tantos golpes. Ahora, agreguémosle que de la nada apareció mi padre biológico. Seguramente quiera quedarse con mi madre para volver a abandonarla luego, pero eso no pasará. No puede este hombre simplemente, llegar un día y creer que será dueño de todo lo que yo construí con esfuerzo.

X: Hola -escuché una voz y me asusté-

Nathan: Cielos, me asustaste -dije mirándola. ¿¡Cómo puedes ser tan hermosa!?-

Ashley: Lo siento -sonrió sin mostrar su blanca sonrisa-

Nathan: ¿Qué haces aquí? -pregunté-

Ashley: Lo mismo que tu -la miré- pienso

Nathan: ¿Cómo sabías que estaba pensando?

Ashley: Pasé un par de veces en frente de ti, me senté a tu lado y no te diste cuenta -dijo y rió suavemente-

Nathan: ¿Enserio?

Ashley: Ajam –asintió- ¿En qué pensabas? -preguntó-

Nathan: En ti y en otras tantas cosas -dije, y la verdad, me salió del alma-

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora