Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (2da temporada)- Fanfiction

-Capítulo 22-

-Narra Sofia-

Abrí lentamente mis ojos, estaba oscuro, seguía dormida en el pecho de Mateo. Miré el reloj. ¿Las nueve de la noche? Me paré, busqué mi ropa en el suelo y fui al comedor. Nathan no estaba. Era raro. Llamé a su celular pero no contestó. Me preocupé pero quizá está con Ashley. Me puse a preparar algo para comer, para distraerme un rato. Mateo salió del cuarto.

Mateo: Buenas noches -sonrió-

Sofia: Hola Mateito -contesté- ¿sabes dónde está Nathan?

Mateo: Con Ashley seguramente, ¿por qué?

Sofia: Nada, solo estaba preocupada.

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-Narra Nathan-

Nathan: ¿A dónde vamos? -pregunté dudoso. Miraba la ventana y no reconocía el lugar-

X: Lejos...

Nathan: ¿Dónde está mamá? -volví a preguntar-

X: Lejos...

Miré a Ashley. Ambos estábamos confundidos. Pero ella... ella tenía miedo

Nathan: Pa, ¿qué sucede? -pregunté ya harto-

X: ¿Pa? -preguntó divertido. Entrecerré mis ojos- ¿Quién te dijo que soy tu "pa"?

Volvi a mirar a Ashley. Me apretó fuerte la mano y se aferró a mi brazo. Volví a mirarlo por el retrovisor.

Nathan: ¿Quién eres sino? -pregunté extrañado-

X: ¿Nunca te hablaron de X? -La sangre se me heló y ya sentía sollozos de Ashley-

Nathan: ¿Qué quieres? -pregunté firme-

X: Tantas cosas, Nathan

Nathan: ¿Me quieres a mí? -pregunté- déjala fuera de esto -Ashley se aferró mas a mí-

X: No, hacen linda pareja -sonrió- premio doble

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-Narra Sofia-

Sofia: Le dejé llamadas, mensajes de voz, textos. No contesta. Estoy en verdad preocupada, Mateo -dije con lágrimas brotando de mis ojos-

Mateo: Sofia, no es un niño pequeño, sabe cómo defenderse, estará bien

Sofia: ¿Cómo se defenderá con una costilla rota? -dije y rompí en llanto. Él me abrazó-

Mateo: Tranquila, cielo -dijo consolándome- te juro que voy a encontrarlo. Todo estará bien.

Tocaron el timbre y Mateo abrió.

Rose: Estoy desesperada, llamo a Ashley y no contesta, ¿está aquí? -preguntó la rubia que entraba, con ojos llorosos-

Sofia: Nathan tampoco aparece -dije llorando. La rubia se desplomó en el sillón junto a mí-

Mateo: Haré unas llamadas -dijo y fue al cuarto. Yo me quedé con Rose-

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-Narra Nathan-

Ahora yo estaba manejando y Ashley estaba atrás con X, él la apuntaba con un arma como amenaza por si me detenía o intentaba hacer algo. Mi celular empezó a vibrar. Era Mateo, lo podía ver porque el artefacto sobresalía de mi bolsillo. Lo más disimulado posible, pulse el botón "atender".

X: Gira aquí -indico x-

Nathan: Pero esta es Wall Street, es contra mano -dije, de paso, dándole un dato a mi padre de por dónde nos encontrábamos. Seguro él estaba escuchando-

X: Bien, sigue y dobla en Broadway, niño correcto -dijo-

Nathan: ¿Qué no respeta las señales viales?

X: No...

Nathan: ¿Y que eres de mi padre? -pregunté-

X: Una incógnita -rió él-

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-Narra Mateo-

Me quedé duro al escuchar esas palabras. "Una incógnita". X. Una incógnita. X. En matemática X es una incógnita. Algo que no se sabe. No puede ser, Sofia tenía razón. Camilo tenía razón. Y yo desconfié. Otra vez cometiendo errores. Los mismos errores.

Marqué rápido un número telefónico. Dejé que sonara y por fin atendieron.

Mateo: Jason...

Jason: ¿Si? -preguntó-

Mateo: Soy Mateo

Jason: ¿Mateo? Cielos, no te veo hace años -dijo contento-

Mateo: Dejemos el encuentro emotivo de lado, X ha vuelto y tiene a mi hijo y a su novia

Jason: Eso no es posible. Tú lo asesinaste -dijo-

Mateo: Al parecer no. Necesito que reúnas a todos los que puedas. Nos vemos en el campamento -dije y corté-

Volví a la sala donde estaban Sofia y Rose. Sofia me miró.

Mateo: Debo irme, debo hacer algunas cosas

Sofia: Tu hijo y su novia desaparecen y tú tienes que ¿"hacer algunas cosas"? -recriminó ofendida-

Mateo: Es por Nathan -dije- él y Ashley estará bien. Lo prometo. -dije y salí por la puerta-

Manejé hasta el campamento. Todos estaban reunidos ahí. Me puse delante de todos. Jason me acompañaba y distinguí a Camilo entre ellos.

Mateo: Quizá sabrán, o quizá no. Pero X ha vuelto cuando todos creíamos que estaba muerto. Secuestró a mi hijo y su novia. Prepárense, porque esta vez es definitivo. -dije y me alejé caminando hacia una cabaña-

A mi cabaña. Abrí un cajón y mis cosas seguían ahí. Hasta mi arma favorita estaba allí. Camilo entro.

Camilo: Así que... ¿Cómo sabes que X está vivo? -dijo mi compañero y lo miré, arrepentido-

Mateo: Mi hijo me llamó y pude escuchar la conversación -Camilo asintió- Pero debí haberte creído. Fue mi error, como siempre -confesé-

Camilo: No te culpes -me consoló, pero no era suficiente-

Mateo: Camilo, ¿por qué no te creí? ¿por qué no le creí a Sofia? ¿Por qué me confié de que X estaba enterrado tres metros bajo tierra?

Camilo: Quizá querías creer que estabas a salvo, tu y tu familia. Pero todos sabemos que al enfrentar a X, podemos perder. Y si, estás perdonado

Mateo: Entonces... ¿lucharás junto a mi?

Camilo: Será mi última pelea Mat, en cualquier sentido, si no muero allí, me retiro de esto...