Amores, Cartas y Pistolas

20.Las Estrellas También Caen

No es solo coquetear sin sentido, es coquetear, entregar, engañar y luego reír y cobrar.
Juliana Mora, The heller lovely

¿Cuál es el menor de los dos males?

Elegir entre el mal natural y el que te acosa en lo más profundo de tu interior es algo complicado, ¿Puede un loco como tu controlar la maldición que le han puesto (o que el mismo se ha puesto) y acabar con un grupo que está igual de loco por un bien mayor?

Dime si acaso eres tan terco, Gustavo...

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Dayana

Mi viaje ha sido hasta ahora solo unas vacaciones, con malas intenciones de por medio, me he tomado con calma esto de atrapar figuras públicas cual telaraña, cual viuda negra sin corazón, sin marido, sin siquiera una pizca de interés por algún pretendiente desgraciado que se aventure a pedir o querer algo con personas como yo, y al fin lo he logrado. Sin compasión por los corazones que delatan el enamoramiento enfermizo de ellos, y cuando veo las lágrimas, los ruegos... Los llantos, las muertes, río, engaño, hago y deshago, los sentimientos son monedas para mí, pueden cambiarse por algo mejor, venderse, comprarse y compararlos para saber cuales valen más, si el hombre gusta de quien se inclina ante él, tiene que cambiar o morir porque no represento tales gustos... Hedonismo, dirían mis adversarios... Tratos, promesas, negocios y cuentas cruzadas, digo yo... Vivo en otros y de otros mientras ellos mueren en mi y por causa mía, persiguiendo el incesante deseo... El arquetipo siempre lejano, aquel estandarte que el seductor( o la seductora) impone como franja inexpugnable entre los deseos de quien es víctima de tal descaro, y los intereses del victimario... La impotencia hace su trabajo, siempre lo ha hecho, mientras tu sacas provecho... Solo los más impíos anhelos o la más grosera indiferencia pueden llevar a semejante sinsabor en el afecto hacia el otro, y a tergiversar malignamente el amor en deseos de lo imposible, haciendo de la víctima una bomba de tiempo hacia el odio hacia su mismo o a los demás y al deseo de desconexión de la sociedad ¡Que fácil es entonces pasar de un extremo al otro! ¡Del querer al querer muerto! ¡Del amor al odio! ¡Un solo paso bien dado!...

La diferencia es que ahora es una causa honorable... Una última pequeña víctima para llevar algo a los demás,esta vez, algo bueno...

Caminas hacia la puerta principal de una casa que te ha facilitado la familia de Gustavo, un hermano cuyo nombre te es algo curioso: Julio, no es un nombre extraño, por el contrario, es tan comun que te puedes hastiar de repetirlo, ciertas personas los consideran clichés, pero realmente tener un nombre común no significa que seas una persona común.

No está en casa, nunca está, siempre pensando en sacar dinero de donde no hay, siempre pensando en rellenar de deudas su tarjeta de crédito, en gastar hasta el último céntimo que tiene en cosas tontas para atiborrar su casa de chucherías. Un pelador de papas por aquí, una "almohada inteligente" por allá, una licuadora igual a la que ya tiene escondida en una esquina bajo una cobija térmica que nunca usó ni usará, una biblioteca llena de libros que nunca leerá, lo único bueno es que tienes algo más que hacer si llueve y no quieres salir.

Pero esta vez tendrás que salir aún si el cielo se está cayendo, porque debes seguir en comunión con tu nuevo amante de temporada, por decirlo de alguna forma, su nombre es raro y siempre parece fuera de contexto: Charlie Hawkins, una figura de poder, algo que realmente te sirve para poner en sintonía a los Fallen Guardians con el ultimátum de Valerio y Gustavo: jugar enserio.