2.Tormento de las mujeres

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Recorres las calles de tenebrosa como siempre lo has hecho, su seguridad y prosperidad te han asombrado desde que naciste, enciendes la radio de bolsillo y no entiendes las canciones que oyes, no porque sean de otro idioma o porque el acento no te permita saber que dicen, sino porque las letras de ellas te parecen tan alejadas de tu realidad, todas hablan de lo mismo, un hombre que busca amor y mágicamente lo encuentra, no debe luchar, no sufre, no llora porque se aleja hacia otros brazos sino que consigue todo tan fácilmente, le es fiel y viven felices.

En cambio tu, Valerio, has conseguido amores con dificultad solo para cambiarlos, nunca dejas de trabajar en minar el corazón de todas las mujeres que te gustan y no te contentas con solo un poco sino que siempre quieres más y eres muy exigente, lo que hace que muchas lloren por ti, eres el tormento de las mujeres o al menos así te dicen todos.

Tu última pareja es algo más serio, porque está a punto de tener un hijo, al cual quieres darle un mejor ejemplo, así que te retiras de tu carrera de mujeriego para ir a otro capítulo, el del padre ejemplar que estará pendiente de su hijo, aunque esto no quiere decir que vayas a dejar las fiestas, esos momentos inolvidables se quedarán definitivamente porque ya es parte de tu personalidad, bajo la lluvia de esa tarde fría pero emocionante sientes que tu vida se hace cada vez más completa por tu hijo que está a punto de nacer.

Apuras el paso para llegar lo más rápido posible a la clínica noreste de la ciudad tenebrosa , donde espera tu esposa Marlen a que tu llegues para dar a luz, el nombre que pensabas para tu hijo era Adrian, pero tu esposa prefiere ponerle Valentino, un nombre parecido al tuyo.

Llegas a la clínica y buscas a la recepcionista, preguntas por Marlen Pinzon, te llevan a una sala más o menos amplia donde varios médicos se ocupan de tu esposa, conoces a algunos de ellos desde antes, te saludan afanadamente mientras controlan los signos vitales de su paciente, le dicen a tu esposa que empiece a pujar y que respire como le enseñaron varias semanas antes para disminuir los dolores del parto, decides salir por un momento porque no soportas la escena, luego vuelves en el instante preciso para ver cómo nace tu hijo, si, definitivamente se llamará Valentino.

es hermoso, su pelo rubio y sus ojos, iguales a los de Marlen, parecen mirar directamente a tu alma, será como un rayo de luz para tu vida desenfrenada, los doctores se lo llevan y al fin puedes hablar con tu esposa.

-Se parece mucho a ti-, te dice-tiene tu cara y tu boca.

-Pero tiene tu pelo, amor, tus ojos y se ve muy tierno igual que tu.

En ese momento te llama una de tus novias a las que juraste dejar desde que supiste que tu esposa estaba embarazada, te disculpas y sales para hablar con más privacidad.

-Hola amor-escuchas decir a Yeraldin, rápidamente metes el celular dentro de tu gabán y ruegas que tu esposa no haya escuchado la palabra amor o que crea que es otra persona, entonces te alejas aún más y le contestas aún asustado.

-Hola Yeraldin-, dices ahora disgustado, parece que no entendió que no la quieres ver más.

-Amorcito, por que estas tan lejos, no me has vuelto a escribir ni a llamar, suerte que encontré tu teléfono en una agenda vieja.

-Mira Yeraldin, sabes mejor que nadie que tengo esposa y que quiero ser alguien bueno para mi hijo y pues la monogamia y la fidelidad son buenos ejemplos.

-¿Que quieres decir?-Dice algo molesta, lo cual te preocupa porque sabes que ella es algo rara y tiene algunos contactos que te podrían hacer la vida imposible en esa tenebrosa tan hermosa que has amado, respiras y te tragas de una vez por todas tu orgullo y tu miedo.

-Quiero decir que no quiero que sigamos siendo novios, tengo a mi esposa y a un hijo, esto es el adiós Yeraldin.

-Yo te he amado y te he protegido, cuando tu esposa te regañaba por tus robos y tus engaños yo confié en ti.

-Mi vida criminal se acabó, ahora quiero ser un buen padre, ya te lo dije, así que te repito, esto es el adiós, al menos como amantes, podemos seguir siendo amigos siempre que no me metas en algún lío raro con tus cosas de niña mafiosa.

Yeraldin no pudo ocultar su risa, sabía que realmente podría poner a Valerio en un calvario, es verdad que en esta ciudad existe mucha seguridad en comparación a otras, pero nunca es un mal momento para darle acción a la tenebrosa

Amores, Cartas y Pistolas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora