3.Unas llamadas. Una Hecatombe

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¿Acaso Valerio no recuerda quien soy? ¿No recuerda a la dama del Erebo? ¿Tanta galantería por su "auténtico" amor que para mí es de juguete, y su tonta inclinación por un hijo por el que no se preocupó sino hasta los nueve meses le han borrado la memoria?

Pues se lo recordaré, no me importa sobre quien tenga que pasar, lo obligaré a ver mientras su "nueva vida" se hunde por el plomo y la pólvora, yo, Yeraldin D'angelo, lo juro.

Tomo un teléfono viejo de una cajuela llena de ellos, marco el número de mis amigos "prohibidos", me encantan porque me sacan de problemas, tu dirías que es una forma un tanto cobarde, que debería dar la cara o simplemente que estoy llorando por amor como una niña, pero aquí hay más que eso... Me responde una contestadora con voz muy grave, me pide que diga la contraseña que caracterizaba a mi grupo de contactos, contesto "Chalina Escarlata" y me dan varias opciones, todas me ponen en contacto con uno de ellos, elijo a Gustavo, el que me parece más eficaz...

-Buenas tardes, habla con Gustavo, ¿Con quién tengo el gusto?

-Hola, habla Yeraldin, hace mucho que no hablamos, desde que saliste de la cárcel hace dos meses, supongo que me recordarás.

Que pregunta tan tonta, claro que me recuerda, incluso se ha acostado conmigo varias veces.

-Si, te recuerdo, debo decirte que fue algo grosero olvidarme de esa forma, me hace falta tu cuerpo.

-Si, también me haz hecho falta, pero ahora es algo más serio, necesito que mates a alguien.

-Creo que no estás en condición de pedirme algo así, es decir, dos meses sin hablar, ni siquiera un mensaje o una llamada y ahora tengo que matar a quien sabe que pobre diablo.

-Si, fui de mal gusto, pero ahora no es por un favor que me debas, ahora tengo dinero, el de mi parte por nuestra última movida, pienso darte una parte por tus servicios.

El dinero tintineó en su cabeza como si pudiera escuchar las monedas cayendo sobre su mesa de Black Jack, de nuevo el papel verde levantaría al gran Gustavo Mancini, sin embargo, necesitaba saber a quien se enfrentaba.
-Acepto, pero solo si esa "parte" de la que hablas sea de más del 5% de lo que ganaste, sabes, robar el banco central para luego estar cinco años en prisión y salir a volver a matar te va a salir un poquito costoso.

-Está bien, todo sea por la dulce vendetta, aquí está la información del objetivo: se llama Valerio Andersen, vive en la tenebrosa, un poco lejos de tu ubicación, identificación N2487, tiene un hijo, Valentino Andersen, y una esposa, Marlen Pinzón, de la hermosa, pero está ahora en la tenebrosa , te enviaré su dirección.

Oír ese nombre, Valerio, lo hizo estremecer, se tenían confianza, se arrepintió de haber aceptado, pero por las leyes de su organización, no podía retractarse, así que con mucho dolor recibió el resto de la información y se despidió de Yeraldin, le tomaría varios días prepararlo todo, se mentalizó que si debía matarlo era porque había hecho algo malo, cosa totalmente falsa...

Pero antes de iniciar su parte, necesitaba ir a otro lugar, pues su estilo de vida requería de confesiones frecuentes.

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Ahora que aseguré mi primer premio, quiero otro, pero no ahora, sería muy cruel hasta para mi asesinar a una madre joven y a su bebé a sangre fría, además, soy una mujer, por lo que sé lo que se sentiría, sin embargo, reservaré su fatídico día con alguien más, el 25 de Enero del año mortuorio, exactamente en quince años, así que voy a llamar a Michael, él es especialista en esto, ja ja ja.

Llamo con otro teléfono, me contesta y me pregunta que quiero, le digo mi nombre y se alegra, me creía muerta...

-Me encanta que te alegres por mi, pero necesito tus servicios.

-Mmm, déjame pensar, no quería meterme en líos otra vez pero lo hago por lo de la anterior noche.

-Perfecto y perdona molestarte, ya sabes entonces que es lo que quiero que hagas, se que realizas asesinatos programados o algo así, así que lo quiero programar...

-¿Unos días, meses o varios años? .

-Exactamente QUINCE AÑOS

-Si es así tendrá que ser por adelantado, diez mil dolares es lo mínimo.

-Te pagaré doce mil, porque quiero que estés muy cerca de él.

-No me has dicho quien es.

-Valentino Andersen, en este momento es solo un bebé recién nacido.

-Por qué demonios quieres que mate a un niño, ¿te has vuelto loca Yeraldin? ¿Por qué querrías verlo muerto?

-Si no lo vas a hacer, conozco a alguien que se encargará de él y de ti.

Amenazarlo es la única forma de que acepte, así que mentirle sobre ese alguien me viene bien.

-Está bien, lo haré, pero sabes que eres la culpable de lo que pase.

-Oh, eso lo sé muy bien Michael, ahora si me permites, tengo que ver una serie y prepararme para mi gran sorpresa, adiós.

Le cuelgo, espero que lo haga o tendré problemas, pero por ahora mi alegría es inmensa, tengo que pensar que ropa ponerme para la ocasión, en pocos días, la parca y yo estaremos en nuestra primera fiesta.

Amores, Cartas y Pistolas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora