Amores, Cartas y Pistolas

7.La Confesión Del Barón

"La Muerte es una dama exigente, y sus actos una ceremonia, así que el Barón de la Muerte debe vestir para la ocasión"
Gustavo Mancini, el Barón de la Muerte

Yeraldin te ha pedido un favor imposible, pero entre la lealtad y el dinero, ¿Cuál pesa más, Gustavo?

Dijiste que tu estilo de vida requería confesiones frecuentes y estás desesperado, asi que sabes a donde irás...

Diriges tus pasos por callejones misteriosos hasta una iglesia, vieja y oscura, pero de confianza para ti, entras, ves la misa sin participar de ella, sin comulgar, seria hipócrita hacerlo antes de matar a alguien, vas a donde el padre, un amigo tuyo...

-Padre Edward.

-Oh Gustavo, ¿que te trae por aquí hijo?

-Usted lo sabe padre, quiero confesarme.

-Oh, emm, esta bien, ven conmigo.

Te diriges a una capilla pequeña para estar a solas con el padre.

-Hijo, cuéntame tus pecados, ten confianza, te conozco y se de tu mala vida.

-Mire padre, la verdad no sé por dónde empezar, usted sabe que he matado a varias personas, de lo cual me arrepentí, y aunque es ilógico pedir perdón para luego volver a matar, esta vez no se que hacer.

-Hijo, ¿tomaste de nuevo los malos hábitos?

-No tengo opción padre, si no lo hago, matarán a esa persona y a mi.

-¿Y quien es el desafortunado?

-Mi mejor amigo padre.

El padre Edward se sorprende tanto que pareciera que sus ojos se fuesen a salir de sus órbitas, no se le ocurre que mente tan perversa es capaz de jugar así con la vida.

-Mira hijo, lo mejor que le puede pasar a una persona que hace el bien es ser juzgada y perseguida por hacer el bien, porque en el cielo, Dios toma eso en cuenta.

-Así que es eso lo que quería consultar con ud, ¿Considera que debería hacerlo?

-Hijo, el dinero que te pagarán por eso, lo gastarás en algún momento y en la muerte no lo llevarás, pero en la eternidad si que te pesará haber matado a tu amigo.

-He tomado mi decisión padre, el resto de mis pecados ya los conoce, solo peco de lujuria.

-Está bien hijo, tus pecados quedan perdonados.

Te retiras agradecido por el consejo del padre, necesitas el dinero, pero no matarás a tu mejor amigo, oh claro que no lo harás, en vez de eso, lo dejaras vivir y engañaras a Yeraldin, ella ya es cruel por naturaleza, no quedaría mal devolverle algo de su miseria.

Sales de la iglesia, debes ir a la organización, se reúnen en un casino en un barrio olvidado de tenebrosa, aunque actúan en todo el mundo. Cuando llegas, encuentras a Yeraldin.

-Hola Gustavo, que bien que vienes, Amorcito.

-Si bebé, sabes, estuve pensando y estoy más que seguro de querer hacer el trabajo que me mandaste.

-Oh, así que por fin despertaste y le viste el valor a ese montón de dinero que te espera.

-Si, la verdad, Valerio no se ha preocupado por mi últimamente, desde que fui a la cárcel, es como si fuésemos desconocidos ahora.

-Eso es aún mejor, tendrás menor culpa.

-Si, hablando en términos de preparación, antes de que vaya a matar a tu "noviecito", necesito que me des algún arma, no tengo ninguna más aparte de mi amada.

-¿Te enamoraste de un arma?

-Es difícil no enamorarse de algo que te saca de todos tus problemas.

-Eso te digo yo, tu eres como mi mágnum, me sacas de todos mis problemas.

El engaño está casi completo, falta sólo hacer que todo parezca natural, le das un beso tan pasional y largo como el que siempre lo harías, ya sabes, a ella le gusta tu boca y tu lengua, así que no hay nada que perder, el Beso de la Muerte, la dama del Erebo y el Barón de la Muerte, un espectáculo digno de ser visto.

Cuando terminan, Yeraldin y Gustavo se van, felices, pero por diferentes motivos, Gustavo porque sabe que su engaño es tan perfecto que no se notará, ni siquiera por una persona tan observadora como Yeraldin, ella, está feliz porque cree que su objetivo ya está muerto y se prepara para oír por las noticias la historia de una persecución y la muerte de un hombre llamado Valerio Andersen.

Pide una copa de vino espumoso, el trago le sabe a victoria, se siente invencible tras sus peones asesinos.

Cuando su bebida se termina, va a la parte del casino que usan como tienda de armas y compra cinco pistolas de mano para su amigo, no están de más tantas armas cuando te vas a enfrentar a alguien que conoce todos tus trucos y hasta cada centímetro de tu piel.

En ese momento, llega un joven al casino,se dirige al mesero y le dice la contraseña de la organización "chalina escarlata", el acepta y lo lleva al salón de reunión, donde está Yeraldin, ella le habla de la organización y le hace unas pruebas de tiro, considera que una buena primera misión puede ser ayudar a que Gustavo te haga tu "capricho de señorita"

El joven acepta y le das un arma y se lo asignas a Osvaldo, el mejor conductor de la organización, los Fallen Guardians le llevarán lo mejor de lo mejor a aquel que pasó de ser el mejor activo al peor traidor, una verdadera lástima, pero será un gran placer verlo morir...