Amores, Cartas y Pistolas

16.Calla O Muere... O Ambas

CAPÍTULO DEDICADO A ANA MARÍA CLAVIJO

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La depresión es simplemente la suma de los amores y de las esperanzas, si hay poca, entonces no hay salvación
Arnold Arlington, el terror de Gustavo
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Jugar enserio... Una frase que demuestra que Gustavo ya no es el de antes, su infinita paciencia ya ha sido colmada y no hay forma de recuperar la, la Muerte será su compañera de nuevo.

-Tenemos que encontrar a Juliana, debe morir.-me dice con una mirada más tétrica que la luna de anoche.

-Pero entonces Yeraldin sabrá que nosotros estamos aquí.

-Primero, aun si ella llegara a saberlo, me valdría mierda-voltea a mirar a Valentino--segundo, no hace falta tanto espectáculo ni que ella sepa que estamos aquí, todo puede ser un accidente.

-Y ¿Como crees que vamos a fingir un accidente aéreo? Nos quedan más o menos solo siete horas para decidirlo, y no podemos hacer esas cosas, no somos mafiosos de una novela o un libro ¿O sí?

Se queda mirando hacia todos lados por varios segundos.

-Alguien nos observa--me dice Gustavo.

-¿Qué? Gustavo te he dicho que vayas al medico, ese síndrome de abstinencia ya no es normal.

-Está vez es enserio, alguien ha estado viendo todo lo que hacemos, siempre está con nosotros y no hace nada por ayudarnos, solo nos observa desde la distancia, es invisible, es como si nos estuviera leyendo.

Pienso un momento en lo que me dijo, pero es seguro que solo es algo del síndrome de abstinencia.

-Cuando volvamos, te llevaré a un psicólogo.

-Pero es enserio lo de que nos están leyendo.

-Si, si Gustavo, vamos.

-Pero ve todo lo que hago, ¿te imaginas que se me ocurra entrar al baño?

-Pues ignoralo y ya, inténtalo.

-Esta bien, lo intentaré.

Poco a poco se calma, ¿Qué idea de locos eso de que nos están leyendo? Nadie puede hacer eso, la única forma sería que fuésemos personajes ficticios y nuestra vida fuese un libro, pero algo tan maravilloso y complejo como la vida de alguien no se puede desmaterializar en un libro, eso es algo imposible ¿o no?

Dejando la filosofía de lado, tenemos que pensar en esta situación de forma seria.

No hay demasiadas probabilidades de que un accidente aéreo le ocurra a un avión como en el que va a volar Juliana, sabemos por lo que nos dijo Arnold antes de morir, que saldrá más o menos a las ocho de la noche, volvemos a la casa de Marlen y vemos el cuerpo carbonizado de Arnold, las cenizas aún salen un poco, Valerio toma un poco y la mete en una urna, mientras Gustavo toma un poco y se la come.

-Gustavo, ¡Qué demonios haces!

-No saben mal.