Poemas de Yorgos Seferis

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XV

El sueño te envolvió con hojas verdes, como a un árbol,
respirabas, como un árbol, en una luz serena
y en la fuente transparente vi tu cara
con los párpados cerrados y las pestañas horadando el agua.
Mis dedos encontraron tus dedos entre la hierba tierna,
te tomé el pulso un instante
y sentí en otra parte la pena de tu alma.

Bajo el plátano, cerca del agua, en los laureles
te desplazaba y destrozaba el sueño
en torno a mí, cerca de mí, sin yo poder tocarte toda entera,
unida a tu silencio:
yo veía tu sombra agigantarse y hacerse más pequeña,
perderse en otras sombras, en el otro
mundo que te dejaba y te cogía.

La vida que nos dieron a vivir ya la vivimos.
Ten lástima de aquellos que aún esperan con tan gran paciencia
perdidos bajo el peso de los plátanos en los laureles negros,
y de cuantos hablan solos a las cisternas y a los pozos
y se ahogan en los círculos mismos de su voz.
Y compadece al compañero que sudor y penurias compartió
con nosotros,
y se hundió en el sol, como un cuervo más allá de los mármoles,
sin esperanza de gozar la recompensa.

Danos la serenidad fuera del sueño.

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XVIII
 Lamento haber dejado pasar un río ancho entre mis dedos
sin beber ni una gota.
Ahora me hundo en la piedra.
Un pino pequeño sobre la tierra roja,
mi única compañía.
Lo que amé se ha perdido con las casas
que estando nuevas el verano último
se hundieron con el viento del otoño.

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XXII
 Ya que ante nuestros ojos tantas y tantas cosas desfilaron
que nuestros ojos nada vieron, sino que más lejos
y detrás de la memoria como una tela blanca cierta noche
en un recinto en que vimos imágenes extrañas, más extrañas
que tú, pasar
y perderse en la fronda inmóvil de un lentisco;
ya que hemos conocido tan bien nuestro destino
errando entre las piedras rotas -tres o seis mil años-
excavando en edificios derrumbados que quizá habían sido
nuestras casas
tratando de recordar fechas y hazañas:
¿podremos?
ya que fuimos atados y fuimos dispersados
y ya que hemos luchado con asperezas por lo que se decía
inexistentes,
perdidos, y encontrando de nuevo un camino lleno de
batallones ciegos
hundiéndonos en los pantanos y en el lago de Maratón,
¿podremos morir normalmente?

Yorgos Seferis

Poemas Históricos 3 (TERMINADO)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora