Sobre tus ojos de mujer
se habrá de cerrar un día
el sol de un atardecer.En tus dos pálidas manos
se apagarán los fulgores
de los luceros lejanos.Sobre tus labios marchitos
pasará la eternidad
con sus besos infinitos.Y cuando yazgas dormida
la muerte dirá en tu oído
que un hombre te amó en la vida:
yo también me habré dormido.#####
Hoy caen los crepúsculos de mi alma
y dormido me encuentran las auroras;
tengo tantas estrellas en mi ensueño
que hay un divino azul hasta en mi sombra.Es tan honda la noche de mi espíritu
que en un éxtasis vivo su belleza
y la muerte se acerca hasta mis besos
como virgen vestida con estrellas.Yo dormiré algún día bajo tierra
y ni mi sombra vagará perdida;
no seré ni recuerdo, ni fantasma,
ni amor lejano, ni canción perdida.Sólo entonces, tal vez, duerma tranquilo,
sin inquietud alguna... Las estrellas
seguirán en los cielos, y los hombres
viviendo sus dolores por la tierra.Y yo estaré tranquilo con el polvo
sobre mi corazón, sobre mis labios;
pasarán los millones de centurias...
habrán muerto y nacido muchos astros...Así quiero dormir bajo los siglos,
vestido con el polvo de lo eterno;
yo que rodé cual lágrima en el mundo
quiero apenas ser polvo sobre el viento.José Domingo Gómez Rojas