Viaje
Aunque llegué al final del viaje,
Jamás sentí que hubiera llegado.
Tomé la carretera
Que sube despacio la cuesta de las preguntas, y que me lleva
Incluso a descender a la tierra que conduce a casa. Yo sé
Que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida
Para el perturbado pez entre las vainas susurrantes-
Yo los dejé atrás en mi ruta
Y así también con el pan y el vino
Necesito la repartición de derrota y carestía
Yo los dejé atrás en mi ruta
Jamás sentí que hubiera llegado
Aunque amor y bienvenida me atrapan en casa
Los usurpadores pasan mi copa en cada
Banquete como en una última cena#####
Amor
Me desperté dos veces esta noche,
y caminé lentamente hacia la ventana,
los faroles en la ventana,
el retazo de la frase dicha en el sueño,
reduciéndose a la nada, semejante
a los puntos suspensivos que no me calman.
Soñé con vos, estabas embarazada,
y después de haber vivido
tantos años separados,
sentía mi culpa, y a mi mano
tocando con alegría tu vientre,
pero en la realidad, me encontraba
buscando los pantalones y el interruptor.
Dirigiéndome hacia la ventana,
sabía que te dejaba sola,
allá, en la oscuridad, en el sueño,
donde me esperabas paciente,
y no culpabas, cuando volvía, por la interrupción
premeditada. Pues en la oscuridad —
se prolonga lo que se desprendió durante el día.
Allá, estamos casados, comprometidos,
somos esos monstruos de doble espalda, y niños
para justificar nuestra desnudez.
En cualquier próxima noche,
de nuevo llegarás cansada, delgada,
y yo veré al hijo o la hija,
todavía sin nombre — y entonces
no me arrojaré sobre el interruptor y ya
no extenderé la mano, no puedo
dejarlas en el reino de las sombras
y en silencio, ante la barrera de los días
que desembocan en la dependencia de la realidad,
con mi inaccesibilidad a ella.
POETAS NOBEL
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