Paige Hargreaves, la niña friki que siempre iba con los mismos frikis, Mike Wheeler, Will Byers, Dustin Henderson y Lucas Sinclair.
Tenía una vida normal, iba al instituto, los abusones se metían con ella y sus amigos, sacaba buenas notas, se llevab...
En cuanto llegué a casa fuí corriendo a ducharme, y cuando salí y me miré al espejo, no pude evitar sonreír al ver como mi cabello había vuelto a su color natural. También me di cuenta de que el moratón en mi mejilla ya no se notaba tanto.
-Me deves una buena explicación... -mi madre se paró ante mí.
-¿Explicación?
-Estuviste todo el dia fuera, no llegaste a cenar, fui a la casa de los Wheeler y todo para ver si estabas y tampoco, luego viene Jim a decirme que Will está desaparecido y me pregunta que si lo he visto, no te imaginas su cara cuando le dije que tu tampoco habías dormido en casa... ¡Y tienes un moratón en la mejilla! -dijo tan rápido que apenas la entendí-. No sabes como me alegro de que estés bien -me abrazó y le correspondí.
-Deja de ser tan bipolar... Dormí en casa de un chico de mi instituto porque me perdí y su madre me ayudó, y el moratón es porque esta mañana iba distraída buscando a Will y me he chocado con una puerta en el instituto.
-Vale, pero porfavor la próxima vez llama o algo, ¿vale?
-Te lo prometo, mamá -dije dándole un beso en la mejilla para después dirijirme a mi cuarto.
-¡Akura! -cogí a mi gata en brazos y me tumbé en mi cama- ¿Como esta la gatita mas mona del mundo? -le besé la cabeza-. No le digas a Nilo y Ginger que he dicho eso -susurré.
Tenía tres gatos porque cuando era pequeña, cerca de mi casa siempre había una gata que buscaba alimento en la basura para sus crías, yo cada mañana salía antes de casa para dejarles comida a escondidas. Les cogí tanto cariño que hasta les puse nombres a todos: la mayor era Lily, la gris y negra era Vanya, el naranja Ginger, el negro Nilo, el gris y naranja Garfield, la gris Akura, y el otro naranja Mews.
Y así pasó casi un mes hasta que un dia, cuando salí a dejarles la comida, me encontré con dos niños mayores que les lanzaban piedras. Habian logrado matar a dos crías y la madre estaba herida, hablé con mi madre y la llevamos a un veterinario junto a los que quedaban vivos, que eran cuatro.
Hablé con Will, Mike, Lucas y Dustin, ya que eran mis únicos amigos, pero solo éste último pudo adoptar a uno, Mews, así que convencí a mi madre para poder quedarme con el resto.
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-Ah joder, es aquí -dijo Lucas cuando llegamos y vimos unas vayas, habíamos quedado en vernos esta noche para buscar a Will, tenía la suerte de que mi madre trabajaba de noche y le puse la excusa de que me daba miedo estar sola para quedarme con Mike a dormir. Yo asentí dándole la razón al que había hablado.
-¿Tios, lo notáis?-miró el cielo-. Creo que deberíamos ir a casa.
-No, no vamos a volver -dijo Mike muy serio-. Y no os alejéis.
-Dustin, yo también estoy asustada, pero tenemos que ir por Will...
-Manteneos en el canal seis, no hagáis tonterías.
-No tengo walkie...
-Coge de la mano a alguien para no separarte.
-Eso no funcionó muy bien la última vez... -murmuré para mí misma, pero se que Mike llegó a oirme porque se giro y suspiró.
-Eh tios, esperad -Dustin se había quedado atrás-. ¡Esperad!
Estuvimos un rato andando y gritando su nombre, había tormenta y solo se oían nuestros gritos ahogados por el sonido de la lluvia callendo contra ramas, árboles y hojas secas.
-Si vas a seguir quejándote vete de una vez -le contestó Lucas a Dustin, que decia que deberían volver a casa.
-No empecéis... -dije.
-¡Estoy siendo realista Lucas!
-No, lo que eres es un gallina.
-¿No creeis que Will desapareció al toparse con algo malo? ¡Y vamos al mismo sitio donde le vieron por última vez! ¡Y no llevamos ni armas ni nada!
-¡Dustin cállate! -le dijo Mike.
-Lo que digo es que... ¿Eso os parece inteligente?
-Cállate, cállate... ¿Lo habéis oido?
-¿Will? -oímos unas ramas crujir tras nosotros.
Apuntamos con las linternas y encontramos a un niño con la cabeza rapada, se veía asustado y estaba empapado y descalzo, parecía que se había perdido.
