Christoph

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Aviso: Más o menos conozco la historia de Seemann (canción de la que se trata este capítulo) sin embargo quizá vayan a notar que le cambie mucho a la historia de la canción. De cualquier forma recuerden que es un "imagina" así que lo siento si cambie la historia.

Tras horas de estar en el estudio todos nos dimos por vencidos. Ni siquiera Till, con esos dotes extraordinarios para escribir, podía continuar. Ya habíamos rebasado nuestras dosis diarias recomendadas de café.

Últimamente así era mi día. Despertar temprano y venir para escribir, experimentar y grabar.

Ese día era viernes. Los sábados solíamos descansar pero al hoy tener un día de total fracaso, tendríamos que venir mañana de nuevo, seguir la misma rutina. El tiempo se nos venía encima y debíamos tener listo el álbum en 2 meses y sólo teníamos listas 4 canciones. Yo estaba molesto por eso, no porque odiara hacerlo, el problema era que desde hacía un buen tiempo no podía pasar un buen momento de calidad con mi novia, aquella hermosa chiquilla que me volvía loco.

Vivimos en el mismo apartamento, ella, al ser más pequeña que yo, estaba en la universidad, su último año antes de sus prácticas. La noche anterior se había quedado hasta tarde estudiando para su examen más difícil, tanto que incluso cuando llegué a casa, a las once de la noche, ella seguía estudiando y leyendo.

—Mañana será otro día Chris —me dijo la secretaria del lugar, mientras yo caminaba a la pequeña oficina que teníamos y donde solíamos dejar nuestros objetos para entrar sin distracciones a escribir.

Esa mujer con el cabello rojo y unos atributos enormes llevaba un buen tiempo coqueteando conmigo.

—Otro día sin estar con mi novia —dije triste. Caminando lo más rápido que podía a la oficina mientras los demás aún no salían porque estaban limpiando. Nos turnábamos la limpieza y hoy me tocaba salir un poco más temprano que los demás.

Al ver mis intenciones de no detenerme, esa mujer se paró frente a mí, frenó mi caminar. Enseguida se tomo por la sudadera y me pegó a la pared del pasillo lleno de puertas. Lo hizo tan rápido que no pude asimilarlo.

—No tienes porque sentirte mal por eso. En el trabajo puedes divertirte ¿no? Afuera está lloviendo ¿por qué no quedarte tiempo extra?—ella se pegó a mi cuerpo pero la aparte enseguida.

—Me divierto en mi trabajo, por si no lo sabías —comencé a caminar lejos de ella.

—¿No estás cansado de lo mismo? —yo me detuve para escucharla—. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo? ¿Hace dos semanas? ¿Un mes? Todo cambiaría si así lo desearas con tan sólo pedirlo. ¿Qué es lo que una chiquilla inmadura como esa puede ofrecerte? No está tan bien desarrollada como yo, lo sabes. Christoph necesitas a una mujer que te complazca, no a una chiquilla preocupada por su proyecto final.

Yo no había tocado a mi novia desde hace casi dos meses. Dos largos meses y quería sexo, lo deseaba mucho.
Yo me giré, me acerqué a ella mientras se mantenía una sonrisa seductora y con una pose de victoria. Cuando estuve lo suficientemente cerca le hablé.

—Esa chiquilla preocupada por su tesis, vale más que cualquier montón de bótox o implantes de silicona. No estoy cansado de ella porque la amo y cada día a su lado es necesario. Sólo un idiota cambiaría todo lo que ella me da por sexo, frío y sucio sexo. Ella es más de lo que imaginas y más de lo que tú podrás valer algún día. ¿Qué es lo que ella me ofrece? Me ofrece todo lo que tú no me ofreces ¿sólo tienes sexo para ofrecer? Felicidades, ve con alguien que sólo quiera sexo pero yo no cambiaría al amor de mi vida por simple sexo.

One Shots Ramm (Rammstein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora