Richard

1.9K 87 14
                                    

Eran las 4 de la mañana y Richard no llegaba a casa. Yo estaba completamente preocupada y más porque dijo que llegaría a las 12 a.m. Estaba sentada en la sala de estar, viendo como el reloj avanzaba. Cada sonido de las manecillas moviéndose me hacían sentirme más inútil. Sentía el deseo de salir a buscarlo a todos los bares de la ciudad. Sería capaz de hacerlo, a pesar de mi estado.

Se había ido con sus 5 amigos y yo estaba ahora sola, esperando una respuesta. Yo ya había llamado a Christian, Till, Paul, Ollie y Christoph pero ninguno de ellos respondía, me dispuse a hacerlo de nuevo pero nadie contestaba. Estaba comenzando a pensar que algo malo les había ocurrido a todos. Christoph siempre era el que contestaba pero ahora no. Mi desesperación podía más que mi esperanza.

De la nada escuché la puerta tratando de ser abierta, yo corrí de la sala hasta ella y al estar frente a esta, la puerta finalmente se abrió.

—Gracias Doom, muchas, muchas gracias —dije con una sonrisa de alivio.

Sentí como el nudo que ahogaba mi garganta se iba de mí y la presión en mi pecho desaparecía pero me dio tristeza, Richard ni siquiera podía sostenerse. Observé a Christoph y me dio una sonrisa triste. Él sabía lo que yo estaba sintiendo.

—Mi florecita de desierto. El amor de mi vida, aquí estás —habló soltándose de Doom y viniendo a mis brazos. Yo no me lo esperaba y al lanzarse sobre mí caímos al suelo, él me estaba aplastando por su peso, y no era muy ligero después de todo.

—Por favor Doom ayúdame, me lástima —Christoph en seguida se acercó y lo apartó de mí.

—Lo siento tanto linda. Se me escapó.

—Lo sé, no te preocupes —dije levantándome y él me tendió una mano para ayudarme— vamos arriba para que te vayas a descansar.

—Muchas gracias— sonrió y yo hice lo mismo.

Avanzamos subiendo las escaleras, llegamos a nuestra habitación y Doom lo recostó en la cama. Richard cerró sus ojos inmediatamente. Christoph salió de la habitación y yo lo seguí. Se detuvo frente a la puerta, yo lo cerré. Jamás podré agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros.

—Gracias por traerlo Doom, yo no sé que haría sin ti —lágrimas comenzaron a caer de mis ojos. Enseguida sólo sentí los brazos de Christoph rodeándome. Yo estaba agotada de esa situación que me consumía lentamente.

—Supongo que estuviste llamando, lo siento, se me acabó la batería y ya no pude contestarte, en verdad lo siento —en su voz se notaba el total arrepentimiento aunque él no me debía nada.

Doom era el único que no bebía en esas reuniones que tenían en bares por lo que siempre le llamaba a él para saber algo sobre Richard.

—Él ya no me ama Doom. No sé hasta donde llegaremos con esto. Estoy segura que tú sabes que él ya no me ama, si es que algún día lo hizo —yo amaba a Richard pero su actitud me mostraba que él a mí no.

—¿Pero cómo dices eso? Él te adora —dejó de abrazarme y yo noté que sus facciones se suavizaron y sus manos rodearon mi rostro, sólo para mantener nuestras miradas fijas.

—Ha estado muy distante durante unos meses. Cada 3 días sale a bares. Y yo no puedo ir. Iría pero sabes que tengo un bebé en camino. Yo no sé a dónde se va o con quien se va. Yo no sé que hacer Doom.

Él entre sus dedos limpió mis lágrimas. Ese hombre siempre estaba para mí cuando ocurría algo malo. Era mi pilar.

—Nadie sería tan tonto de dejarte por alguien más, nadie. Creo que Richard tampoco sino sería el idiota más grande del universo. Deberías de irte de vacaciones con él, no es justo que llegue de la gira y sólo quiera seguir bebiendo. Yo me iré con mi esposa. Haz lo mismo y recuérdale porque se enamoró de ti, que para hacerlo hay millones de razones. Yo sé que lo amas pero debe recordar quién eres y la razón por la que estás con él. No sólo eres un rostro y cuerpo bonito, tienes mucho más ahí dentro y por eso él te eligió dentro de tantas chicas —sus palabras sonaban convincentes. Yo sonreí ligeramente.

One Shots Ramm (Rammstein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora