Richard

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Después de un tiempo dejé de sentir los golpes. No sólo me sentí empapado en mi propia sangre, sino que sentí mis costillas fuera de su lugar, y lo que me dejó inconsciente fue ese golpe en la cabeza. Antes de dormirme habría jurado que me partieron la cabeza.

Y ahora despierto de golpe. ¿Cómo sigo vivo? Intento levantarme, pero me mata ese dolor punzante en la maldita cabeza. Necesito controlar mi respiración agitada. Donde sea que esté, no puedo estar en peligro, al menos no después de lo que me hicieron esos tres policías. 

Entonces comienzo a sentir el dolor de mis extremidades, se expande por mi cuerpo rápido, y la urgencia por salir de ahí se hace mayor. Con esfuerzo intento levantarme, pero noto las vendas en mi torso desnudo. Definitivamente me rompieron las putas costillas. Al final me las arreglo para observar a mi alrededor, conozco este lugar, lo hago como la palma de mi maldita mano. Mis sospechas se convierten en certezas al ver como la puerta de esta habitación se abre y aparece ella, mi Sam. Esos preciosos ojos se abren como si estuviera viendo un maldito fantasma, y justo me siento así, como si hubiera regresado de la muerte.

—Richard. ¿Cómo te sientes? —me dejo caer en el colchón y la almohada, mientras siento como se acerca a mí, dejando las vendas y el alcohol que tenía en la mano. Yo suelto una risita por saber que estoy bien, y que no me secuestraron esos cerdos para seguir torturándome, al menos se han escuchado muchas historias de ese estilo, es un secreto a voces.

—Terrible. Lamento estar contigo de nuevo, no sé cómo llegué aquí, lo último que recuerdo es a esos malditos partiendo mi cráneo.

—Tuviste suerte —ella se sienta en el borde de la cama, sólo para verme bien—. Mi padre podrá ser un maldito policía, pero jamás habría permitido que sus compañeros de trabajo asesinen a alguien de esa forma, aún le quedan valores, y mucho menos podría permitir que una cara tan familiar para él haya resultado cruelmente masacrada.

Suelto una risita. Dios mío, amo a esta mujer, y es como si esa paliza hubiera sido necesaria para devolverme a sus brazos. Me había resignado a la idea de no volver a verla, por eso planeaba huir a Alemania Occidental, tras esa dulce idea de ser libre y hacer algo por mi vida.

—La última vez que vine a este lugar tu padre terminó echándome de tu casa y amenazando con asesinarme si me acercaba a tu casa o a ti. La última vez que te vi. ¿Por qué ahora me ha dejado entrar a su casa, a tu habitación? —Sam suelta una risita algo triste, al menos me alegra ver esa sonrisa en medio de mi terrible sufrimiento.

—Lo sé, y él también lo sabe. Al parecer mi llanto y reclamos por alejarte de mí dieron fruto cuando te vio al borde de la muerte. Dijo que te vio inconsciente, en un charco de tu propia sangre, y sintió un remordimiento terrible. Detuvo a sus compañeros, y llamó a una ambulancia. Estuviste en cuidados por tres días, después dijeron que no podían tenerte más, mi padre no sabía que hacer, y entonces me confesó todo lo que pasó. Le dije que tu familia no está aquí, entonces simplemente dijo que te traería, no podría dejarte en la calle, a pesar de todo tiene un corazón. 

—¿Cuánto llevo aquí? —cuestiono realmente intrigado, ella sólo sonríe.

—Dos días. Deberías tomar analgésicos, la cabeza te debe matar, y el cuerpo también. Fue casi un milagro que sobrevivieras —ella se mueve para alcanzar medicamentos en su mesita de noche, y enseguida servir un poco de agua.

Puedo ver su perfil, verla tan calmada y tan interesada en mi bienestar me parte el corazón. ¿Por qué personas cómo su padre se sienten con el derecho de decidir si nuestro amor es válido o no? Sé que no puedo ofrecerle nada a Sam, soy un pobre diablo que no tiene un hogar, que creció siendo abusado por su madre y padrastro, sin un trabajo o un techo sobre su cabeza, acostumbrado a dormir en la casa de sus amigos o buscando comida en refugios, lugar donde la conocí a ella. ¿Cómo fue que una chica como ella se enamoró de un pobre diablo como yo? A pesar de que no estoy a su altura, eso no impide amarla con las mismas ganas que me he aferrado irracionalmente a la vida, ni tampoco impide que ella me quiera.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2023 ⏰

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