9.- Deberes escolares

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Después de su triunfo la seguridad en ella aumentó.

Solia caminar con la mirada baja sin mirar a nadie.

Pero ahora su frente estaba siempre en alto.

Saludaba a quien le hablaba, un simple concurso le había dado esa seguridad que con tanta desesperación buscaba.

Como representante de la escuela, debía asisitir a otros concursos fuera de ésta, así como también era la imagen de la escuela en muchos festivales, al igual que en los desfiles.

Con tantos deberes, todo su día era realmente un caos.

Sin embargo no descuidó sus estudios y mantenía sus buenas calificaciones.

A causa de aquel concurso muchos chicos se acercaban a ella para cortejarla, le regalaban flores, chocolates, y aunque ella no despreciaba ningún detalle se sentía algo hostigada.

A ella no le interesaba andar con ningun chico, solo tenía en mente y corazón a su querido profesor.

Ella y Meliodas habían tenido oportunidad de pasar tiempo a solas y darse muchos besos y caricias.

Era como un cuento de hadas, el que esté enamorada de su profesor y él sienta lo mismo por ella.

Quizá era el destino, pero cosa graciosa es que el mismo destino que los unió les pondría muchas pruebas en el camino.....

*20 de noviembre*

Elizabeth encabezaba el desfile, vestia una bella corona y un vestido frondoso de color rojo, zapatos de tacón y una sombrilla del color del mismo vestido.

Aquel desfile conmemorativo fue todo un éxito, ella era realmente una belleza y estar arreglada de esa manera, llamó la atención de muchos hombres en aquella ciudad.

Al término de éste un reportero se acercó a ella para tomarle una fotografía, ella posó sin duda y el agradeció.

Al día siguiente su foto estaba en los periódicos, con el encabezado
*Reina estudiantil de  la preparatoria Camelot*

Su fama subía como la espuma, era bella, amable, gentil y muy segura de sí misma.

La directora Merlín había mencionado sobre la fiesta navideña, tenían muchos planes en mente para aquel festival.


Ella era reina ya, así que querían elegir a la reina del baile navideño, la cual se elegiría esa misma noche.

Elizabeth por supuesto apoyaba esa idea, ya que ella iría con un bello vestido y su gran corona.

Ayudaba en los preparativos, en la organización de los villancicos, que sin darse cuenta prácticamente era a la primera en llamar para solicitar alguna opinión o consejo.

Le gustaba ayudar, pero era tanto que prácticamente llegaba tarde a casa.

Aunque la mayoría de los días Meliodas la llevaba a casa, aprovechaba para darle algunos besos a escondidas.

Era como un juego de enamorados, esconderse a darse besos para que sus padres no los descubrieran.

Cada día el rubio sentía que crecía algo muy fuerte por ella, pero aún no se atrevía a decirle la verdad acerca de su matrimonio con Zaneri.

Todos los días se imaginaba como reaccionaria ella al enterarse que él estaba casado con alguien.

Elizabeth era muy sensible.

Seguramente lloraría y se alejaria de él inmediatamente.

Y eso era lo que menos quería, ella era una persona especial para él, la quería siempre cerca de él.

Pero debía decirle la verdad antes de que ella se enterara de otra manera.







* Es corto ya se, pero el próximo será más largo y emocionante* gracias por leer.

* Mi querido Profesor *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora