* Mi querido Profesor *

16.- Elizabeth y Meliodas

Caminaba de la mano junto a Elizabeth y los padres de ella detrás de ellos.

Llegó al jardín trasero donde era la fiesta.

Visualizaba a algunos rostros conocidos, algunos amigos de Zeldris, pero no veía aún a sus padres.

Todos se quedaron asombrados al verlo de la mano de una chica tan joven y bella, pero sobretodo porque aquella chica no era Zaneri.

Zeldris se acercó rápido a él abrazandolo.

-¡Llegaste por fin hermano!-
Exclamó alegre.

-Si, no me perdería la gran fiesta de cumpleaños número 20 de mi hermanito menor.-

Zeldris sonrió.

Miro a Elizabeth y de nuevo su mirada regresó a Meliodas.

-¿Ella es la chica de la que me hablaste?-

El rubio asintió y acercó a Elizabeth más hacia él tomándola de la cintura.

-Ella es Elizabeth Liones, la mujer que amo.-

Elizabeth lo miró sonrojada, Meliodas solía ser siempre así de sincero con todos cuando hablaba de ella, y le halagaba.

Zeldris sonrió y estiró su mano hacia ella.

-Hola, que tal soy Zeldris, mucho gusto.-

Ella tomó la mano de aquel chico y contestó con una sonrisa sincera.

-Soy Elizabeth, el gusto es mío.-

El rubio presentó a los padres de la albina y tomaron asiento en una mesa, la cual fue atendida en seguida con comida y bebida.

Los padres de Meliodas llegaron a la fiesta, saludaban a todos, el rubio los visualizo entre la multitud, tomó la mano de Elizabeth y depositó un rápido beso.

-Vuelvo en un momento.-

Elizabeth asintió con la cabeza.

Se puso de pie y camino hacia sus padres

Su madre lo vio de inmediato y lo abrazó.

-¿A qué hora llegaste? ¿Donde esta Zaneri?-

Meliodas sonrió a su madre.

-Hace algunos minutos. Zaneri ya no es mi esposa mamá, ya nos divorciamos.-

Leslie lo miro incrédula

-¿Como es eso posible?-

-Te lo explicaré rápido, mi matrimonio con Zaneri solo fue una pantalla, la ayude con la última voluntad de su padre, pero el plazo del tiempo que deberíamos estar casados ah terminado. Vine a la fiesta para explicarte esto y también para decirte que estoy saliendo con alguien que en verdad quiero.-

Leslie escucho atentamente cada palabra de su hijo.

Tomo ambas manos y lo abrazó de nuevo

-Lo que te haga feliz a ti, me hará feliz a mi. Te amo y sabes que siempre apoyaré tus decisiones.-

Después de platicar, caminaron hacia la mesa donde estaba Elizabeth y sus padres.

Se presentaron todos y platicaron amenamente.

La mamá de Meliodas fue amable y gentil con Elizabeth y sus padres.

Todo parecía tomar su rumbo en la vida.