Avengers Academy Things II

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Tony miraba el techo con ambas manos sobre su tórax, recostado en el colchón con la toalla atada a la cintura

-¿Estás bien?- preguntó Steve llegando a la cama ya vestido y pasando su mano por el hombro del contrario antes de sentarse a su lado.

-Si, solo pensando.

Tony a veces hacía muecas con su rostro cuando pensaba, y otras veces movía las manos, hasta podía llegar a hablar solo si el tema en el que reflexionaba, pero procuraba hacerlo en su taller solo.

-Hay que bajar a cenar, tendrías que vestir…- Steve se calló solo cuando Tony asintió con el ceño fruncido. Pensando- pregúntame lo que quieras.

-¿Los anillos?

-Hay una joyería en el centro.

-¿Disfrazaste de sacerdote a un juez?

-Si, y..- Steve rió- es divertido y me siento orgulloso- Tony negó riendo- la iglesia estaba casi abandonada, digo es un especie de monumento de la isla, ya no funciona como iglesia, fue un casamiento civil como tu querías pero en el lugar que yo quería pero sabía que nunca iba a tener porque la iglesia le tienen miedo a los gays- Steve explicaba mientras se reclinaba sobre el rostro de Tony, el cual aún estaba intentando entender.

-¿Se te ocurrió estando aquí? ¿Ya lo tenías pensado? ¿Como sabías que iba a funcionar? Digo, que yo querría ir allí, que no…

-Me arriesgué, no lo sé, si no funcionaba no perdía mucho y nos casaríamos en un par de meses en casa, Tony, yo… me relaje, relájate- dijo acariciándole la sien.

-Me siento totalmente manipulado- habló dramático y Steve carcajeo- pero no en un sentido malo, en un sentido… divertido.

-Si, de nada.

-Janet me matara por no ser mi dama de honor.

-Mi mamá va a llorar.

-Si- asintió Tony estando de acuerdo, eso sonaba a algo que Sarah haría.

-Esperemos un poco para contarlo.

-¿Organizamos una fiesta para que no se enfaden mucho?- propuso el moreno.

-Claro- le dio un beso en la frente- Cámbiate. El buffet cierra en una hora- se levantó dándole una palmada en el muslo- y supéralo, no puedes controlar todo en la vida.

Tony abrió la boca sorprendido y se sentó en el borde.

-¡Creí que podría controlar mi boda!- le habló al rubio que buscaba su abrigo en el perchero.

Steve sonrió negando.

-Pero te gustó- respondió volteando mientras ponía ambos brazos dentro de las mangas de su chaqueta a la vez. Y Tony realmente no podía negar aquello.