Avengers Academy Things II

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Tony realmente intentó luchar contra su naturaleza, pero ver a Steve dormir con tanta calma bajo la sombrilla, tan cerca del agua… con ese cubo a su lado uno de esos que los niños usaban para jugar en la arena...

-¡¿Qué?! ¡¿Qué hice, qué pasó?!- Steve se incorporó gritando y sacudiendo su cabeza mojada. Tony reía tan fuerte que tuvo que agarrarse el estómago con ambas manos

-Lo siento, de verdad- pidió pero poco se entendían sus palabras con tanta risa.

-Tony- Steve regañó con esa voz de desilusión estirándose en busca de una toalla entre sus cosas mientras su cabello chorreaba gotitas del agua salada.

-Buenos días, o tardes, lo que sea- sonrió Tony sentándose en la arena junto a su novio, procurando que esté seca.

-Hola- Steve apretaba los dientes aunque no este realmente enfadado.

Tony tenía las piernas cruzadas y se mecia de atrás hacia adelante mirando al rededor hasta que encontró una construcción de un tamaño considerable, con torres de arena, un canal bordeandola, pequeños agujeros como ventanas y hojas como banderas en sus torres.

-¿Jugabas?

-Soy hiperactivo por las mañanas y tu tardas en levantarte- se excusó Steve secando su cabello y hombros.

-Ese es un si, te amo- Tony le dejo un rápido beso en la frente.

-¿Si? No se nota- jugó el rubio y su novio dibujó una expresión de asombro, totalmente ofendido por sus palabras.

-¿Disculpa? ¿Necesitas un transplante de corazón? ¿Quieres el mío?- Steve rió una carcajada- porque te lo doy, puedo dártelo- hablaba Tony dramático tocándose el pecho

-Jamas voy a entender porque nunca tomaste clases de teatro- reía el rubio.

-¡Te amo!- gritaba extendiendo los brazos, la playa estaba totalmente vacía y Steve no podía evitar reír por cada acción del contrario.

-¡Llegaste y me bañaste!

-¡Sabes como soy!

-¡¿Y esa que clase de excusa es?!- carcajeaba.

Tony negó con la cabeza y se acercó hasta sentarse sobre el contrario y quitarle la toalla para secar las pocas gotas que tenía en el torso.

-¿Qué? ¿Esta es tu disculpa?- preguntó Steve rodando los ojos aunque no le molestaba para nada.

-Tal vez, ¿No la quieres?- Tony paró con lo que hacía para mirar fijamente a los ojos contrarios.

-No, no, si, si la quiero- Steve aclaró su garganta y sonrió de lado mientras su pareja secaba cada gota de sus hombros y brazos- Algo me dice que disfrutas esto más que yo.

-Absolutamente- respondió serio el moreno y a los segundos comenzó a reír sin poder parar.