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Bruce estaba sentado en el sofá de la sala y tenía a Lucky alzado como  a un niño pequeño. Lo mecia con delicadeza entre sus brazos y el perro mantenía la boca abierta, en algo que se podía interpretar como una enorme sonrisa, con la cola siempre moviéndose. Y no es como si fuera un perro de mediana o pequeña estatura, no, no.

Clint se dió un respiro de la cocina y llevó una botella de vino con dos copas a la mesita de café. Sirvió y se sentó junto a ellos.

-Que sexi te ves acunando a mi perro- bromeó y Bruce le sonrió con brillitos en los ojos que Clint pudo notar a la perfección, no eran nuevos, siempre estaban allí cuando el moreno reía, tal vez por eso provocarle carcajadas era su pasatiempo favorito.

-¿Me veo sexi con tu perro llenandome de pelos?

Clint también sonrió.

-Si, es como esas escenas cliché de películas donde la chica ve al chico que le gusta jugar con niños o algo así y dice wow este es el amor de mi vida, increíble padre para mis hijos, etcétera.

-Basura.

-Basura, si. Pero es lo que siento en este momento. Respétame, estás siendo lindo con mi perro y lo amo casi tanto como a ti así que eso es importante para mi- terminó y Bruce rio tapándose la boca con una de sus manos. Lindo.

-¿Sabes cómo tú eres sexi para mí?- preguntó y Clint lo miró atento- preparando la cena como hace 15 minutos- el rubio rio y lo picó en el estómago. Lucky movía la cola entusiasmado.

-¿Ah sí?

-Si.

-Bueno, he mejorado, ahora no quemó la pasta.

-Todavia no puedo entender como lo hacías.

-Olvidaba ponerle agua.

Bruce estuvo estático unos segundos, incrédulo y luego si, comenzó a reír.

-¿Le pusiste agua ahora?- preguntó risueño.

-Si, le puse agua ahora. Y todo está en marcha así que prepara tus papilas gustativas- dijo y ni siquiera el mismo pudo aguantar la risa.

Avengers Academy Things IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora