Avengers Academy Things II

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Todos intentaban comer con normalidad, tratando de ignorar la incubadora sobre la mesa de la cafetería y la amena charla entre Steve y Tony.

-..Bueno, pero no le pondremos Paul, si soy el otro padre, tengo voto aquí.

-Pero tiene cara de Paul- Soltó Tony haciendo reír a la mitad de la mesa, mención honorífica a la estruendosa carcajada de Clint.

-En primer lugar, no tiene cara. Y en segundo, si tuviera cara de algo sería de Chloe.

-Ah ¿Es una niña?- preguntó Tony.

-Podría- respondió Steve con la boca llena.

Nat se acercó.

-Arya- soltó y los dos chicos la miraron- El apellido ya lo tiene- señaló a Tony.

-Creo que no entendí la referencia- Steve tomó agua y Natasha lo miró feo.

-Yo si, pero no vemos Game of Thrones- dijo Tony y Nat abrió la boca, frunció el ceño y se dio la vuelta ofendida.

-Sacrilegio- susurró.

-Yo sigo creyendo que Pepito es un buen nombre- cambió de tema Steve.

-Que no- negó el moreno.

-¡Bruce!- chilló Clint.

-¿Qué hice?- preguntó el nombrado.

-No, tú no. El nombre del dinosaurio- aclaró el arquero.

-No- negaron Tony y Steve a la vez.

-¡Janet!- gritó Wasp.

-Tampoco. Y no es un dinosaurio, no presupongan su especie- pidió Tony.

-¿Qué quieres apostar, Stark?- preguntó Clint acercando su mano.

-¿Cuánto tienes?- preguntó Tony.

-Le debo 50 a Bucky por una apuesta que perdí, así que 50 dólares me vendrían bien- explicó y Tony aceptó tomándole la mano.

Pepper pasaba comiendo su ensalada y, como ya estaba acostumbrada, Tony la llamó y no paró de molestar hasta que se sentó junto a él.

-Potts, ejerce tu deber como madrina y di un nombre- pidió el moreno.

-¡Ey! Yo quería ser la madrina- giró Natasha.

-No, tú vete a ver GoT- Tony le sacó la lengua y Black Widow le copió- Nombres, Pepper.

-Hayley.

-No- Tony se masajeo la sien.

-Zac Efron.

-Tampoco. ¿Sabes que? Vete, no sirves para esto- y Tony la empujó hasta que la chica se paró y se fue rodando los ojos. El moreno suspiró.

°•°•°•°•°

En la Torre, Steve batía el capuchino de Tony mientras este estudiaba, bueno, hace un segundo estaba estudiando, ahora mismo anotaba nombres para el huevo en una lista.

-Romualdo.

-Steve no.

-Josefo.

-Steve, por el amo..- Tony iba a continuar pero el crujido lo frenó de un golpe. Volteó. El huevo tenía un hoyo- ¡Steve, Steve!- gritó y en un segundo estaban ambos en el suelo, junto a la mesita de café, mirando fijamente la incubadora.

Una bolita de pelusas rosas salió de él, su cuerpo tenía la forma de un pato, los ojos saltones, el pico grande y chato con colmillos sobresaliendo,  garras en sus patas. Tony y Steve ladearon la cabeza intentando entender.

-¿Qué es?- preguntó Tony.

-Definitivamente no un panda- respondió Steve.

-O un dinosaurio. Eso significa que Clint me debe 50 dólares.

-¿Qué comerá? Supongo que debemos darle de comer.

-¿Sabes una cosa?- Tony se acercó más- si tiene cara de Pepito- la criaturita gruñó y Steve tiró del moreno para alejarlo del vidrio como reflejo.

°•°•°•°•

Tony había sobrevolado la orilla del río hasta encontrarlo, así que allí estaban, una semana después, a un par de metros del gigantesco nido de esa criatura a la que ellos descubrieron y habían nombrado "Pepitos".

Steve lo traía en una manta completamente tapado. Lo dejo en el suelo y vio como el animal se adaptaba a pisar el césped por primera vez.

Tony sonrió.

-Okey, Paul, ve con tu mamá biológica- señaló hacia adelante.

-¿No se llamaba Pe..- preguntó Steve.

-Tiene problemas de identidad, déjalo- dijo Tony. Pepito Paul seguía la conversación de un chico al otro con sus enormes y escalofriantes pupilas.

Steve lo tomó y le dio la vuelta para que mire como justo delante de él se encontraba una gran cantidad de seres idénticos, pequeñas bolas rosadas gruñendo en el nido y por los alrededores.

Así que sólo se fue trotando esos metros de distancia y comenzó a graznar y picotear el suelo como los demás.

Tony y Steve suspiraron y emprendieron camino hacia el Quinjet.

-¿Se acordará de nosotros... digo, en un par de años?

-No lo creo- negó Steve abrazando a Tony por los hombros.

-Podrías haberme mentido.

-Lo siento- entraron a la nave.

Tony prendió el piloto automático y el rubio buscó una botella de agua, luego ambos se sentaron uno junto al otro.

-¿Qué opinas de los niños?- preguntó Tony de la nada y Steve se congeló… otra vez.

-¿Qué?- preguntó pálido.

-Osea… niños.. propi..os- habló bajito el moreno y Steve tuvo un ataque de tos- ¿Estas bien?- preguntó preocupado y observó de cerca como el rubio se tomaba todo el liquido en segundos.

-Vamos a tener una muy larga y tediosa conversación sobre esto- dijo Steve con el rostro escondido detrás de la botella de plástico.