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Esa mañana la agente de la SSR, Margaret Peggy Carter se levantó sin problemas de la cama, como si las sábanas pícaran, y abrió el cajón de uniformes especiales. En unos poco minutos ya vestía jeans, Vans y camisa estampada, con el cabello suelto y sin rulos armados.

-Este.. eh.. ¿Qué?- preguntó negada a entender lo que Hank Pym decía.

Ahora mismo se encontraba en el laboratorio del otro lado de la máquina del tiempo, sentada en una de las pequeñas butacas redondas de las mesas de trabajo. El dueño del lugar estaba parado justo enfrente suyo y Nick Fury vagamente apoyado en uno de los muebles de atrás, observando la situación.

El científico intentó explicar con un lenguaje más coloquial:

-A partir de este momento, en tu año, comienza a ocurrir una serie de acontecimientos que serán los que te llevaran a ti y a Howard Stark a fundar S.H.I.E.L.D.

-¿Y eso que?- preguntó Peggy.

-El tiempo avanza a la vez en las dos épocas- completó.

-Si, eso ya lo sé- soltó de mala gana y Fury interrumpió:

-Y con eso sucede que si no vuelves a tu época ahora, no vas a fundar S.H.I.E.L.D y el presente como lo conocemos dejará de existir.

-¿Pero puedo regresar aquí?

Fury y Pym negaron a la vez.

Peggy pensó instantáneamente y sin quererlo en la chica que esperaba detrás de la puerta.

Parada contra la pared blanca, Pepper miraba la pantalla de su teléfono en silencio hace unos 15 minutos, no iba a ser una reunión larga habían dicho, así que acompaño a la morena hasta allí por el campus, en un pequeño paseo con el fin de pasar más tiempo juntas a toda costa. Cada vez estaban más ocupadas, cada una en sus obligaciones, así que a la pelirroja no le molestaba para nada esperar con tal de tener ese paseo a la vuelta.

Peggy sonrió, no podía ver mucho por la ventana, pero se la imaginaba perfectamente.

-¿Nunca más?

-No, bueno... Tal vez en 10 años- respondió rápido Hank Pym mirando sus papeles llenos de cálculos. En cambio, Fury seguía la mirada de la agente hasta la ventana, adivinando cada uno de sus pensamientos.

-Margaret- le tocó el hombro- sin dejar de ser profesional, usted va a encontrar una solución- soltó.

-¿Qué significa eso? Tengo 25, estoy cansada de sacrificar mi vida por mi supuesto destino y lo que "debo" hacer.

Fury rio mientras abría la puerta, una risa tan genuina y tan sarcástica a la vez que podía dejar confundido a quien sea.

-Agente, ¿No es esto lo que quiere realmente?- preguntó y salió dejando la puerta abierta para que Pepper pasará.

Hank tosió, volteando y trabajando como si nada.

-¿Qué ocurrió?- preguntó la pelirroja en un cántico alegre, al ver a su novia estática y con la vista fija en el exterior.

-El maldito es muy listo- reflexionó en voz alta.

-Si... ¿Vamos por helado?- asintió confundida.

-¿Podemos hablar?- preguntó Peggy intentando transmitir tranquilidad mientras comenzaba a moverse de nuevo.

-Claro- tomó su mano y salieron del lugar- Fury es raro, no le hagas caso. A menos que te haya dado un bueno consejo, en ese caso hazle caso. Pero por regla general, no caso.

Peggy rio apretando con más fuerza el agarre de las manos.

Avengers Academy Things IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora