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❏Lo mismo que la primera parte pero en una segunda parte
↳Diría que esta basado en el juego pero el juego esta muerto. Sad.
↳Derechos de los fanarts de la portada a quien los haya hecho.
↳Los personajes son de Marvel.
Todos los shipps están...
Frank siempre se aseguraba de que el pelirrojo esté bien abrigado. Y por su lado, Matt lucía bien los gorros y bufandas.
Se habían encontrado en una situación de esas que nunca antes habían vívido. Estaban en el departamento y de la nada los invadió una sensación de querer salir, pasear, andar. Y una vez fuera el problema era ¿A dónde ir?
"Son una pareja adorable" les habían dicho Foggy y Page, a lo que ambos respondieron con esas caras de desagrado que solo ellos podían poner.
Frank sonrió. A Matt se le ponía la nariz roja con el frío. Lo observó bien, tenía el cuello y sus orejas bien tapadas con la bufanda, realmente no quería que volviera a tener otitis nunca más. Le tomó la mano enguantada y comenzó a caminar.
-¿Dónde vamos?- preguntó el pelirrojo siguiéndolo.
-¿Te gustan los museos?
Daredevil levantó tanto, pero tanto la ceja, que pareciera que está iba a esconderse dentro del gorro de lana negro y jamás salir. Frank rodó los ojos.
-No eres hombre de museos, Castle.
-No, pero te veo muy fan del arte últimamente.
Matt ladeó la cabeza, si, tal vez, puede ser.
-Me da curiosidad- Frank sonrió- nunca me interesó, por obvio motivo, así que.. no sé..
Y esta vez Frank cancajeo.
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-¿Qué es?
-Un cielo- respondió Frank con las manos en la espalda y la vista fija en el cuadro- con muchos colores y.. estas pinceladas... no sé de arte- sonrió nervioso- no tengo el lenguaje que se necesita para explicarte, para crear está imagen en tu mente, Matt.
-Intentalo- pidió.
Frank se quedó pensando por unos segundos. Ambos parados en ese pasillo del museo de arte moderno de Nueva York. Con sus abrigos ahora pesandoles incómodos sobre sus brazos, Matthew ya no tenía la nariz roja y las luces del edificio se reflejaban en sus lentes oscuros. Punisher se sorprendía de si mismo al ser tan observador con los detalles más mundanos como esos.
Miró a ambos lados del pasillo y luego volvió a su pareja.
-Ven, dame la mano- Matt obedeció sorprendido.
-¿Qué pasa?
Con la mano contraria ya en su posesión, Frank se acercó al cuadro ignorando la distancia de seguridad sugerida por todos los carteles del lugar, arrastrando a Matt consigo.
-Vendrá seguridad- sonrió el pelirrojo.
-Deja la mano floja- ordenó y en un movimiento rápido la posó sobre el lienzo.
-Pincelada empastada- Matt completo la frase mientras movía los dedos suavemente- ¿Qué colores?- murmuró.
-Ese es anaranjado y tiene algo de amarillo. Arriba el azul. Es como..- Frank le susurraba al oído- como un amanecer, creo, tiene partes más oscuras allí- las descripciones seguían el camino de la mano ajena.
Matt estaba demaciado ocupado sintiendo las rugocidades de la textura con su tacto como para notarlo, pero ese momento dos signos vitales se acercaban a toda velocidad por el pasillo.
-Señores, por favor mantenganse lejos de la pintura.
-¡Seguridad!
Ambos uniformados exclamaron al unisono tomandolos por sorpresa.
-Mierda- murmuró Frank soltando la mano ajena y alejándose del muro.
-Lo sentimos, lo sentimos, ya nos vamos, oficiales- Matt sonrió sin lograr calmar los ánimos de los guardias, así que tomó a su novio por la muñeca y comenzó a correr hacia la salida, riendo y contagiando a Frank con su risa.
