Treasure (Drarry/Harco)

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𝓤𝓷𝓭𝓮𝓬𝓲𝓶𝓸 𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸

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R e t a r

-¿Me vas a decir que no notaste lo que hizo el cuervo, Potter? -preguntó Draco fastidiado despues de un par de horas desde lo sucedido.

-Probablemente viste mal o fue pura coincidencia. -respondió-. De cualquier forma, ¿donde estará Cedric y los demás? -Harry miraba a todos lados buscandolos hasta que los encontró-. Ahí están. ¡Cedric!

-Hasta que los encontramos -dijo-. Se perdieron unas buenas horas, ¿no? -sonrió y estrechó a Harry en un tierno abrazo casi fraternal.

Draco realmente se preguntaba si era buena opción hechizar a una persona en medio Hogsmeade. Alejó la mano de su bolsillo donde se encontraba su varita y se cruzó de brazos soltando un gran suspiro. Tiene que llevar a cabo su plan hoy o nunca. Obviamente se lo contará a Harry antes aunque sabe perfectamente la reacción que tendrá el castaño. Llevaba meses planteandose eso y hoy sería el día.

Despues de una tarde con muchas risas, celos y más risas, regresaron a Hogwarts y cada uno se fue por su lado. Harry cuando llegó a su sala común, Hermione ya estaba llenandole a preguntas.

-¡Le gustas, es oficial! -casi gritó la castaña mientras simulaba derretirse en el sofá. Ron solo veía con diversión aquella escena.

-Eso es absurdo, espera... ¿eso crees? -preguntó Harry con sonrisa soñadora y sus ojos esmeralda destellando un brillo inigualable ante la idea de que Draco gustara de él.

En las mazmorras de Slytherin no era muy diferente la situación. Se encontraba Pansy intentando no asfixiar a su amigo a preguntas también solo que, todas se referían a él y Harry, no mencionaba a los otros acompañantes.

-¿Si sabes que fueron más personas que Harry y yo, no? -comentó despreocupado y se asustó cuando Pansy ahogó un grito de "emoción", si se podría llamar así.

-Empezó a llamarlo por su primer nombre, ¡ay Salazar! -dijo Pansy.

-Es que el apellido Potter es muy... antiguo, ¿no crees? -respondió el rubio restandole importancia al ser descubierto.

-La proxima vez que lo veas, dile que se lo cambie a "Malfoy" -comentó Blaise que se encontraba al lado de Pansy.

-Eres un... ¡Genio! -gritó la de pelo negro-. Mi niño está creciendo... -se limpió una lagrima falsa haciendo reir a Draco.

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Durante la cena, Harry tenía una sonrisa magnifica, respondía con buen humor a la mayoría de las cosas y ya hasta estaba asustando a otros leones que lo conocían desde hacía tiempo. Poca gente le había visto así y la unica causa de su estado es aquella serpiente con ojos grises.

Levantó su mirada hacia la mesa de Slytherin y por más que buscó, no encontró a su amigo. Esperaba por lo menos encontrarle mirandole o algo pero esa noche ni siquiera fue a cenar. Harry intentando no preocuparse decidió continuar cenando. "Tal vez no tenía hambre" pensó, "es imposible que Rodolphus lo haya atrapado, ¿verdad?"

Pasaron unos minutos más y Harry ya había terminado su plato, apoyó su cabeza en su mano y se quedó mirando la mesa. Tal vez debería ir a la torre de astronomía, allá estaría Draco esperandolo, ¿no? Siempre lo está.

Draco siempre está.

Eso hizo, se levantó de aquella larga mesa y con pasos apurados fue directo al punto en el que siempre se veían él y la serpiente. Movía sus manos nerviosamente mientras subía escaleras, de verdad tenía miedo de que Draco no estuviera ahí. Cuando llegó pudo respirar con tranquilidad y esbozó una sonrisa cuando vió al rubio de espaldas a él. Parecía que lo estaba esperando pero cuando este se volteó, dejó ver una mochila al lado de sus pies que se veía completamente lista para algún viaje. Harry borró su sonrisa lentamente al recordar las palabras de Pansy.