"Ambos habíamos caído"
La historia de amor de Susan y Nicholas no está ni a un ápice de terminar. Luego de algunos meses de descanso, ambos vuelven a la cocina del Monroe donde explotan sus talentos culinarios. En cuanto a su vida amorosa, empiezan...
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"Eres mía"
Una de las frases las cuales Nicholas repetía una y otra vez mientras alcanzaba el orgasmo. Me susurraba aquellas palabras tan delicadas pero a la vez fuertes al oído, mientras me tomaba de las caderas y se empujaba hasta lo más hondo de mí. Segundos después se dejaba caer rendido encima de mi—bueno, no del todo—, para luego quedarceme viendo con aquello ojos que tanto me gustaban.
Yo por mi parte, no hacía más que contemplarlo en "paños menores", ya de por sí me fascinaba. Ambos estábamos cansados después de un largo raung, por lo que no me pareció extraño ver a Nicholas dormido minutos después.
Sonrío. Amaba mucho a este hombre.
[...]
—¡Ni yo lo puedo creer!—habia amanecido con una gran sorpresa por parte de mi madre, estabamos ambas sentadas en el sillón del departamento de Nicholas— Solo lo confirme con la prueba ¡Tendrás un hermanito!
La llegada de un nuevo integrante a la familia era maravilloso, aunque a la vez increíble. Por lo visto, mi madre había estado de juerga los días en que estaba por Londres ¡Y vaya que se la pasó bien! Solo algo me preocupaba ¿No era ya muy mayor para tener bebés? Y sobre todo aún más importante ¿Quién es el padre?
No quería parecer un padre regañando a su hija de innumerables maneras obstigadas, no era así. Por otro lado mi madre ya era mayorcita—algo que era más que verdad—.
—¡Cómo no pudiste decirme que estabas saliendo con alguien!—exclamé.
Entonces Nicholas, que esta el momento estaba ocupado revisando algunas noticias del periódico local, intervino.
—¿Así como tú le dijiste con anticipación de lo nuestro?—frunce el ceño al ver que pongo una cara SEVERENDA cara de indignación.
Me hago la loca y prosigo con mi madre, luego hablaria con Nicholas—¿Entonces...?
—Se llama Will MacCadded—toma un respiro—. Es presidente de una compañía de inmobiliarios.
—¿Y dónde lo conociste?
—¡Oh vamos! Ya te estás pareciendo al FBI—dice Nicholas algo histérico sentándose junto a mi, no sin antes pasarnos a cada una un Sándwich—, me disculparas pero es la verdad.
—¡No te preocupes Nic! Ella siempre ha tenido ese genio.
—¡Solo es la verdad!
¿Cómo iba a saltar de alegría si se supone que era mi madre? Debía al menos por derecho, decirme ciertas cosas.
—Bueno, pueden hablar de eso luego ¿Cierto?—cuestiona Nicholas, terminándose su Sandwich en 5 bocados.
Suspiro, pareciera que la que está embarazada fuera yo—Ok, hablemos de eso luego—carraspeo—. No quiero sonar dura ni mucho menos mandar en tu vida, ya eres grande para eso pues, solo bueno...no quiero que te pase nada malo.
